El primero argentino
Premiaron la trayectoria de un investigador de la UNL
Se trata de Carlos Apesteguía y fue reconocido por sus pares en el marco del Congreso Iberoamericano de Catálisis que se celebra esta semana en Santa Fe. Distinguieron su aporte en el desarrollo de procesos industriales más amigables con el medio ambiente.
(C) Priscila Fernández -
Comunicación científica
UNL - El Litoral
Durante esta semana, Santa Fe se volvió el escenario en que centenares de científicos discuten sobre cómo optimizar reacciones químicas de interés para la industria en el Congreso Iberoamericano de Catálisis y, en ese marco, un investigador de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Conicet fue reconocido por su trayectoria. Se trata de Carlos Apesteguía, investigador del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape) y docente de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ-UNL).
En la edición 2012 del congreso, por primera vez un argentino fue distinguido en la categoría Senior por la Federación Iberoamericana de Sociedades de Catálisis (Fisicat).
“Estoy muy honrado. Un premio siempre es bueno porque es una forma de reconocer el trabajo de quienes nos dedicamos a la investigación”, agradeció Apesteguía al tiempo que recalcó la importancia de las actividades para la consolidación de la comunidad catalítica iberoamericana.
Química y ambiente
Además de recibir su premio, el investigador de la UNL dictó una conferencia plenaria titulada “Catálisis básica en la síntesis de productos químicos finos”. Allí, el director del comité científico del congreso pudo hacer un panorama de los desafíos actuales del campo.
Los catalizadores son sustancias que intervienen en un proceso acelerándolo, por ello tienen un rol fundamental en la industria química que depende de que las reacciones deseadas ocurran para así transformar la materia. Según contó Apesteguía, un tipo de catalizadores (los básicos) está suscitando gran interés entre los investigadores, especialmente por sus aplicaciones tanto en la producción de biocombustibles como en el aprovechamiento de biomasa.
Los procesos tradicionales utilizan catalizadores líquidos altamente contaminantes. Por eso el desafío de los investigadores del Incape, pioneros en el tema, es sustituirlos. “En estos procesos de catálisis básica todavía hay un 60 ó 70% de procesos que no han podido ser reemplazados por un catalizador sólido. La producción del biodiésel, por ejemplo, usa un catalizador líquido porque es más barato”, explicó.
Productos finos
La revolución industrial comenzó con el carbón; hoy, la revolución “verde” encuentra los preciados átomos de carbono en la biomasa, producida por la fotosíntesis. “La idea es extraer de esa biomasa sustancias que sean útiles. Por un lado, combustibles y, por otro, productos químicos finos que tienen un valor mucho mayor y que permiten cerrar la ecuación”, contó.
Los productos químicos finos son usados por las industrias farmacéutica, cosmética y en perfumería y se diferencian por su alto costo, superior a los 30 dólares por kilo y llegando hasta los miles.
Apesteguía destacó que su grupo lleva 20 años en el estudio de este tipo de catalizadores, lo que lo ubica como uno de los pioneros en el tema. “Desde nuestra Universidad hemos desarrollado procesos innovadores a nivel internacional. Esto es lo que nos ha permitido darnos a conocer en el mundo”, subrayó.
Trayectoria
La carrera de Apesteguía comenzó en la UNL, cuando se graduó como ingeniero químico. Luego realizó un doctorado en Francia, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Poitiers. En los primeros años de la década de 1990 trabajó para la Exxon, en Estados Unidos y, finalmente, en 1995 volvió a radicarse definitivamente en la Argentina. “Hay distintas formas de irse del país. Para mí no es el haber vuelto porque yo nunca pensé en irme”, reflexionó Apesteguía al repasar sus años de actividad.
Actualmente, se desempeña en el Grupo de Investigación en Ciencias e Ingeniería Catalítica (Gicic) que reúne a unas 30 personas, entre investigadores y becarios.
Carlos Apesteguía, investigador del Incape y docente de la FIQ-UNL.
Foto: Gentileza CC-UNL.