Multitudinaria concentración en Santa Fe
Fuerte protesta contra el gobierno
nacional en la plaza 25 de Mayo
Como marcadores temáticos, los carteles puntearon los reclamos. La imagen se repitió en la mayoría de las ciudades del país. Fotos: Flavio Raina
Al igual que en muchas ciudades del país, miles de personas respondieron en nuestra ciudad a la convocatoria formulada por las redes sociales. Rechazo a la re-reelección, a la inflación, a la impunidad, y reclamo por la inseguridad fueron las principales consignas.
María Vittori
Muchas veces la gente se autoconvocó para protestar en la ciudad de Santa Fe.
Pero anoche en plaza 25 de Mayo se vivió un clima especial. Miles de personas, sin banderas políticas ni funcionarios de por medio, asistieron bajo una sola consigna: “Queremos vivir en un país en donde la democracia sea una realidad palpable y no una simple palabrita”.
Gente de todas las edades, con profesiones diversas y de distintas clases sociales, grupos de amigos y familias enteras, hicieron escuchar anoche su voz.
“Quiero ser libre de expresar mi opinión sin que por eso se me denigre”, explica Norma, que vino con su hijo y sus nietos.
Marianela, una joven de 17 años fue con todo su grupo de amigas. “Me gustaría votar, pero en un país en donde la gente elegida por el pueblo dé explicaciones y en donde los ciudadanos tengamos derecho a la libertad de expresión”, dice mientras golpea con una cuchara su cacerola.
En el grupo se ve a un joven con muletas, que aún así fue con sus amigos a la Plaza: “No me gusta el clima que se vive en mi país. Por eso estoy acá. Quiero que se termine con esta violencia de basurear o perseguir a cualquiera que piense distinto. Estoy cansado de que me tilden de ‘golpista’ justamente personas que no respetan una opinión distinta a la oficial”.
Controles y mentiras
Jorgelina, una mujer que vive en Paraná y llegó a la protesta con su hijo no puede evitar su bronca. “Mi familia se dedica a fabricar material descartable para sanatorios. Desde que se impusieron las restricciones el material que utilizábamos ya no llega. Con la salud no se puede jugar así”.
Lucía, de 52 años, con tristeza afirma: “Me costó mucho recuperarme después de la crisis del 2001. No somos ricos; somos clase media, somos trabajadores. Y con lo que me cuesta juntar cada peso me siento ahora cada vez más ahogada. Nos controlan, nos mienten con los precios que vemos nosotros mismos en el súper. Asfixian a los que nos rompemos el alma trabajando, pero ellos tienen mansiones que no pueden justificar y mantienen con planes a medio mundo”.
Lucas vio a Cristina Fernández en la televisión nuevamente y corrió a la plaza. “Vine porque estoy harto de quejarme frente a la pantalla. No puede ser que esta mujer haga propaganda 24 horas al día en los medios. Es abusivo. Antes, cuando había cadena nacional te asustabas porque quería decir que algo grave había pasado en el país. Ahora ya sabés lo que se viene y cambias de canal sin más”.
“Lo único que pido es justicia. Y sobre todo, respeto a la ley. En Argentina, los funcionarios se piensan por encima de la ley y siempre ante el primer cuestionamiento, la única defensa que tienen es decir que ‘se trata de un complot de Clarín’, como si un diario fuese el culpable de todo lo que pasa”, dice un hombre mayor, que fue acompañado por un amigo y una bandera argentina.
Reclamo al sector político
Pero dentro de la clase política, la presidenta no fue el único blanco de críticas. “Los funcionarios en lo único que piensan es en las elecciones. ¡Hace meses que hacen campaña! Te panfletean la ciudad y piensan en el voto joven. Siguen viviendo de espaldas a la gente. Mientras ellos piensan únicamente en un cargo, ¡a nosotros nos roban, nos matan y nos controla el gobierno como si fuésemos delincuentes! Esto nunca va a cambiar. ¿Quién nos representa?”. Con estas palabras manifiesta su bronca Alfredo, un jubilado que se hizo presente en el cacerolazo.
“¡Esta mujer no nos puede decir que se vive con seis pesos por día! ¡Una de dos: o jamás pisó un supermercado o nos están mintiendo en la cara!”, grita indignada Sonia, una arquitecta de 36 años.
Para Julio, la bronca pasa por una cuestión de seguridad. “A nosotros nos persigue hasta la Afip, pero a los presos los dejan ir a actos partidarios. Nosotros estamos cada vez más limitados y enjaulados y los delincuentes gobiernan o caminan tranquilos por las calles”.
El deseo de Luis es que nuestro gobernador escuche. “Ojalá que Bonfatti nos esté viendo desde su despacho. Y que sienta nuestro respaldo, que se atreva a enfrentar a Cristina y a defendernos, porque hay toda una provincia que cuenta con él”.
Un país en donde la justicia sea realmente independiente, en donde los funcionarios den explicaciones y la Constitución se respete, en donde exista el debate civilizado y se termine con los fanatismos. Así de simple fue el reclamo unísono que se escuchó con tanta fuerza anoche.
Al punto que en toda la plaza resaltaba sólo un cartel. No pertenecía a ningún partido político ni postulaba a ningún candidato. El mismo simplemente rezaba: “¿Democracia o diktadura?”.
