Actitud solidaria en Rosario
Actitud solidaria en Rosario
Un curso completo se rapó en apoyo a un compañero enfermo
Ejemplar acto de alumnos de 5º año. Con un simple gesto -raparse la cabeza- sellaron aún más los lazos de compañerismo y amistad que los une.
De la Redacción de El Litoral
Un curso completo de un colegio secundario de Rosario decidió raparse la cabeza para “hacerle el aguante a Leo”, un compañero enfermo que perdió el cabello por el tratamiento de quimioterapia al que está sometido. El episodio ocurrió en el curso de 5to año, 2º división, del Instituto Zona Oeste, ubicado en la intersección de Sucre y Santa Fe de Rosario.
Uno de los jóvenes tuvo la idea y convenció al resto del curso para raparse como una forma de compartir los momentos que vive su amigo. Los chicos utilizaron una maquinita que había ofrecido el que aportó el proyecto y se fueron pelando uno por uno, hasta terminar, durante un asado el Día del Estudiante.
En el centro de esta historia está Leo, quien tras conocer el diagnóstico que a nadie le gustaría recibir, debió comenzar un tratamiento que incluía quimioterapia. Entre los efectos no deseados está la pérdida de cabello. “Tenemos un grupo de Facebook, lo publiqué ahí para que no se sorprendieran al verme sin pelo”, contó el chico ante las cámaras de Canal Tres de Rosario.
Pero hay otros protagonistas de la historia, como Franco. Fue él, cuentan sus amigos, al que se le ocurrió la idea. Él se la contó a Juan, el que a su vez la transmitió al resto del grupo y convenció maquinita en mano a todo el curso. Aunque mucha resistencia no hubo. A todos les quedó claro que era una muestra de amor hacia alguien a quien querían mucho y no la estaba pasando bien, señala el sitio de noticias rosario3.com.
En el curso, son todos chicos de 17 años de clase media, se conocen del colegio y de jugar al fútbol en el club deportivo y social Lux.
“Es impresionante, son unos genios”, reconoció Leo, emocionado por la solidaridad de sus amigos. “Son ellos mis seres queridos, ellos me hacen estar hoy donde estoy”, aseguró. Son ellos los que lo ayudan “a seguir peleándola”. Su tratamiento terminaría en algunas semanas. “Quiero terminar, hacer una joda y olvidarme de todo”, anticipó.
Entre sus planes a futuro, está estudiar para martillero público. Por el momento, el grupo tiene otro objetivo a menor plazo. Todos los compañeros volverán a pasarse la maquinita con filo Nº 1 para estar todos igual la noche de su fiesta de graduación, en diciembre.
Leo y su grupo de compañeros que le “hicieron el aguante”.
Foto: Digitalización de imagen de TV