Investigan vínculos entre policía y narcotráfico
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Jauchen y el caso Tognoli: “Sorprende semejante orfandad probatoria”
El abogado defensor del ex jefe de Policía provincial cuestionó la solidez de las acusaciones por las que el comisario Hugo Tognoli se encuentra detenido. El juez Federal Nº 3, Carlos Vera Barros, lo indagó ayer en Rosario.
Tognoli abandonó los tribunales de bulevar Oroño al 900 tras declarar durante unas dos horas.
Foto: Télam
Juliano Salierno
El abogado Eduardo Jauchen llegó a su despacho de calle Moreno al 2900 en la capital provincial, luego de una ajetreada jornada judicial en los tribunales de Rosario. Es que el lunes acompañó al comisario Hugo Tognoli durante las dos horas que duró la indagatoria que le tomaron en el Juzgado Federal Nº 3 de Carlos Vera Barros.
El reconocido penalista local puso en jaque los elementos probatorios en contra de su pupilo y sembró dudas sobre los argumentos utilizados para ordenar la detención. “Lo de 2009 es un pequeñito hecho que no está acreditado en lo más mínimo”, dijo sobre la información periodística en la que se vincula al ex jefe de la Policía provincial Tognoli con el tráfico de drogas y la trata de personas en el sur provincial.
Relajado en las comodidades de su estudio, el otrora abogado del extinto monseñor Storni adelantó que este martes presentarían un pedido de excarcelación, que al cierre de esta edición todavía no había sido formulado ante el juez rosarino.
Además, repasó los vertiginosos últimos cuatro días, con la confirmación de una orden de detención el viernes por la tarde; la declaración pública de su condición de “prófugo” durante sábado y domingo; y la espontánea presentación el domingo por la tarde. De por medio el Día de la Madre.
—¿Cómo se enteró del caso?
—El viernes a las 8.30 de la mañana me llamó Tognoli por teléfono. Estaba bastante exasperado y desorientado y por teléfono me contó de la noticia que había salido en Página/12. Tal era la alteración que tenía que no lo entendía bien. Entonces lo tranquilicé y le pedí que me explicara lo que había pasado y me expresó su interés en hablar lo antes posible.
—¿Dónde se reunieron?
—Nos encontramos ese mismo viernes a la mañana en el Ministerio de Seguridad. Me puse a leer la noticia y le empecé a pedir explicaciones de cómo eran las cuestiones en que se lo nombraba. Estaba totalmente desorientado porque repetía insistentemente que jamás había tenido una clave personal para el ejercicio de su función y menos aún que haya podido realizar el acto que se mencionaba y que le atribuyen directamente a él.
—¿Por qué en un primer momento negaron que existía orden de captura?
—Cuando llegué al ministerio, él me dice que había hablado con (Marcelo) Bailaque que era el juez que se nombraba en la nota de Página/12 y que le aseguró que él no tenía ninguna orden de detención ni causa en su contra, pero que dejaba a salvo que desconocía por completo si en algún otro juzgado federal o provincial había una causa. Creo que la respuesta fue prudente.
—¿A consecuencia de eso presentaron un hábeas corpus?
—Claro, para que se determine si efectivamente se había librado una orden de detención a raíz de la publicación y por qué razón era. Y viendo amenazada su libertad personal se formuló un hábeas corpus preventivo que se presentó en el Juzgado Federal Nº 2 de Santa Fe ese mismo viernes.
48 horas
—¿Qué pasó en el lapso transcurrido desde el viernes al domingo?
—Después de que él presenta, o el ministro de Seguridad le solicita la renuncia decidimos presentarlo judicialmente. Pero posiblemente a causa del estrés le bajaron las defensas y comenzó a tener un estado gripal con fiebre, lo que impidió que viajáramos a Rosario para que se presentara durante el viernes y el sábado. Estuvimos conversando sobre el tema durante el fin de semana y el domingo por la tarde se sentía mejor y le recomendé presentarse cuanto antes. Tal como era su intención y en mi opinión era prudente hacerlo, porque no tenía nada que ocultar; y así conocer cuáles eran los hechos que se le querían imputar y poder responder. Así fue como el domingo a la tardecita nos presentamos en el Ministerio de Seguridad.
—¿Quién lo recibió?
—Estaba el comisario Cristian Sola (actual jefe provincial) y otras personas más.
—¿Quedó privado de su libertad en ese momento?
—Sí, Sola habló con el juez Vera Barros comunicándole que Tognoli se había presentado voluntariamente y ordenó que quedara detenido y lo trasladaran al día siguiente a Rosario para a las 10 de la mañana del lunes tomarle declaración.
—Esa declaración ¿cuánto duró?
—Después que le hicieron saber los hechos, que son prácticamente los mismos que figuraban en la prensa aunque con ciertas pequeñas alteraciones relativas a fechas, respondió a todo. Luego le hizo preguntas el juez Vera Barros y la fiscal Nº 2 Liliana Bettiolo y después pregunté yo para que quedaran bien aclarados algunos extremos. Todo eso duró aproximadamente dos horas.
Un dato reflotado
—¿A qué fecha se remontan los hechos?
—Al 2009, cuando Tognoli era jefe de la Dirección de Drogas.
—Y esos hechos ¿están en sintonía con la nota periodística?
—Son similares, sí. Lo único que hay es una equivocación porque refiere a noviembre de 2011 cuando en realidad sería el 25 de noviembre de 2009.
—¿Por qué cree que surge ahora la investigación siendo que se trata de una causa de 2009?
—Lo de 2009 es un pequeñito hecho que no está acreditado en lo más mínimo, es una cuestión que ha sido reflotada y sacada con pinza de otros tantos expedientes. Fue un dato buscado ex profeso para poder armar en alguna medida una causa en contra del señor Tognoli.
En realidad, ninguno de los datos permite decir que hay hechos concretos de relevancia que tengan la más mínima acreditación en la causa. Con lo cual sorprende que haya semejante orfandad probatoria, que se extraigan meras circunstancias hilvanadas de forma insustentable.
“Lo de 2009 es un pequeñito hecho que no está acreditado en lo más mínimo, es una cuestión que ha sido reflotada y sacada con pinza de otros tantos expedientes. Fue un dato buscado ex profeso para poder armar en alguna medida una causa en contra del señor Tognoli”.