Según un estudio de la UNL

Santa Fe: los presos son jóvenes y con escaso nivel de instrucción

 

Un trabajo estadístico revela que más de la mitad de los reclusos de la provincia tiene menos de 35 años. Muy pocos acreditan estudios secundarios completos. La mayoría registró alguna experiencia laboral antes de quedar detenido.

 

De la redacción de El Litoral

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Más de la mitad de los presos alojados en penales de la provincia tiene menos de 35 años. La gran mayoría posee secundario incompleto, y un elevado porcentaje ni siquiera empezó esa instancia de instrucción. A diferencia de lo que suele creerse desde el sentido común, casi todos aseguran haber tenido alguna experiencia laboral, aunque muchas veces, precarias.

Estos son algunos de los resultados obtenidos a partir de un trabajo realizado por el Programa Delito y Sociedad de la Secretaría de Extensión de la UNL, durante los años 2009 y 2011, que refleja la visión de los presos y de los trabajadores penitenciarios. Dichos datos -preliminares- fueron presentados en el marco de la jornada “Radiografía de la prisión. Las voces de los presos en la provincia de Santa Fe”, que se realizó en el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL.

Fundamentos

Durante la presentación, Máximo Sozzo, director del Programa de Extensión Delito y Sociedad, explicó que se trata de la primera parte de la divulgación de resultados desde la mirada de la población de los presos. Aclaró que el trabajo de investigación tiene una segunda parte que será difundida próximamente y que “está relacionada a las voces de los trabajadores penitenciarios”.

“Hicimos dos grandes trabajos de campo, uno en 2009 y 2010 y otro en 2011, diferenciando estos dos grupos. La idea era que las miradas de cada uno de los grupos que cotidianamente comparten el escenario de la prisión se pudieran plasmar a través de estos instrumentos”, manifestó.

Sozzo rescató el apoyo que tuvieron de parte de la Secretaría de Asuntos Penitenciarios de la provincia, y de la Secretaría de Ciencia y Tecnología. Explicó que en América Latina y en Argentina no existen muchos estudios empíricos desde las ciencias sociales sobre el campo carcelario. Y aclaró que los precedentes fundamentales de la investigación fueron una encuesta desarrollada en 2006 por la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA junto con la Procuración Penitenciaria Federal en las cárceles federales, con dos grupos de personas privadas de la libertad: mujeres y jóvenes adultos; y otra experiencia encarada por la Procuración junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales y la Defensa Pública Nacional, que también se refirió a las prisiones federales y mujeres presas, publicado en 2010.

Sozzo advirtió que el trabajo de la UNL se diferencia de los citados, ya que “intentó por primera vez en Argentina, construir una muestra representativa de la totalidad de la población penitenciaria de la provincia de Santa Fe. Construimos una muestra a partir de tres criterios: la unidad penitenciaria, el sexo y la condición jurídica, es decir procesado o condenado”, comentó.

Datos precisos

Desmenuzando algunos resultados, Sozzo resaltó el dato de que existe “una fuerte presencia de personas jóvenes, menores de 35 años, que integran más del 50% de las personas privadas de la libertad”.

Con respecto a la formación de los presos, confirmó su bajo nivel educativo. “El secundario completo no llega a un 10% de la población penitenciaria, es decir que la mayor parte de las personas presas no ha llegado a completar lo que hoy es la escolaridad obligatoria en nuestro país, e incluso la cantidad de personas que no llegan al secundario es significativo: son más de 6 de cada 10 personas que están presas”, comentó.

Sobre la experiencia laboral, Sozzo sostuvo que “hay una imagen muy difundida de que las personas que han cometido un delito o lo cometen frecuentemente son personas que no trabajan o que no lo hicieron nunca”. Pero la encuesta refuta ese argumento: “Ante la pregunta sobre si alguna vez de su vida, antes de estar preso, tuvo algún tipo de trabajo los niveles de respuestas positivas son 9 de cada 10”, destacó. Aclaró, de todos modos, que el trabajo se lo toma en un concepto amplio ya que aquí puede considerarse dentro de la experiencia laboral, “la subocupación, el trabajo temporario, la realización de albañilería, changas, de menor remuneración o trabajo precario”, precisó.

Ficha técnica

El caso del trabajo presentado es cuantitativo y de carácter anónimo y confidencial, por respeto a las personas privadas de su libertad. En total fueron 296 encuestas realizadas por estudiantes de Abogacía y Sociología, y docentes de la UNL.

Para organizar la información recabada se dividió en 11 temas principales: quiénes están presos, experiencias del encierro, frente a la justicia penal, trayectorias espaciales al interior de la prisión, observados calificados y tratados, vigilados y castigados, régimen disciplinario, violencias, salud al interior de las prisiones, educación y trabajo, contactos familiares y sociales, y flexibilización del encierro.

Santa Fe: los presos son jóvenes y con escaso nivel de instrucción

La población penitenciaria de la provincia se caracteriza por tener reclusos de corta edad, según resulta de la investigación realizada por la UNL.

Foto: Archivo El Litoral