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Científicos puntanos y la “manzana podrida”

(C) Agencia CyTA - Conicet Santa Fe - El Litoral

Meses atrás, investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) desarrollaron un método que identifica el hongo de la “podredumbre gris” en productos frutihortícolas almacenados antes de que aparezcan los síntomas.

Esta enfermedad afecta más de doscientas especies vegetales, y el logro permitirá reducir cuantiosas pérdidas en frutas y verduras almacenadas.

Palabras de especialistas

“La herramienta que hemos desarrollado tiene la ventaja de detectar a tiempo la presencia de ese hongo a fin de implementar el tratamiento adecuado y proteger de ese modo diferentes productos frutihortícolas”, señalaron el Dr. Julio Raba, director del grupo de Bioanalítica de la UNSL, y la Dra. María Isabel Sanz Ferramola, directora del grupo de Control Biológico de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de esa universidad. A la “podredumbre gris” la causa el hongo Botrytis cinerea, y se propaga entre las frutas contiguas almacenadas.

El dicho popular “una manzana podrida pudre a las demás” es real y representa un gran problema, afirmaron los científicos, quienes junto con el doctor Martín Fernández Baldo y otros colaboradores del Conicet publicaron el estudio en la revista BMC Microbiology. Cuando las uvas, manzanas, peras, tomates o frutillas muestran los signos de la enfermedad, como un halo de podredumbre, es posible descartar el producto afectado. El problema surge cuando existe una infección “latente” pero que no se observa a simple vista. En este caso contar con un método rápido y efectivo para detectar el patógeno permite tomar las medidas adecuadas para evitar pérdidas.

De qué se trata

El método desarrollado emplea un anticuerpo monoclonal específico que “reconoce” al hongo patógeno y se une a determinadas moléculas del mismo también llamadas antígenos. Se forma así un complejo “antígeno-anticuerpo” sobre el que actúa un sistema enzimático que libera peróxido de hidrógeno (“agua oxigenada”), el cual, a su vez, puede reconocerse con una reacción que genera color o mediante una señal eléctrica. “Como se trata de un ensayo indirecto, la señal o el color van a ser inversamente proporcionales a la cantidad de (antígeno de) Botrytis presente”, explicaron los investigadores. Y concluyeron: “El método es ventajoso por su especificidad, por su rapidez y porque detecta mínimas concentraciones del patógeno”.

Fuente: Agencia CyTA - Instituto Leloir (Bs. As.). Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).