Una “cruzada” voluntaria desde la universidad hacia el nivel medio
Una “cruzada” voluntaria desde la universidad hacia el nivel medio
Unos 70 voluntarios darán apoyo educativo en escuelas periféricas
El apoyo escolar con tutores voluntarios es una estrategia que busca ayudar a terminar los estudios medios, y pensar en la universidad como opción de vida. Foto: Archivo El Litoral
En un proyecto de extensión, estudiantes universitarios trabajarán en cuatro secundarias de barrios carecientes. Darán talleres de apoyo escolar y orientación para que los chicos puedan terminar la secundaria, y piensen seguir en la universidad.
Luciano Andreychuk
En muchas escuelas periféricas de la ciudad, donde cunden contextos de pobreza y desesperanza, los adolescentes tienden a mirar el futuro con resignación. En el trayecto de la secundaria, muchos chicos quedan en el camino, atrapados en las preocupantes tasas de abandono escolar. Hay una autopercepción negativa en los jóvenes que eclipsa cualquier proyección de vida, pero eso puede cambiarse. Así lo entiende un proyecto de extensión de la UNL, que enviará un grupo de unos 70 voluntarios universitarios a cuatro escuelas medias del norte y oeste, para que colaboren como guías de apoyo escolar y orientadores educativos.
“Apoyo escolar y orientación educativa para la inclusión social de jóvenes en situación de pobreza en escuelas secundarias de Santa Fe”, es el título de este proyecto de extensión de la Fhuc/UNL, y que recibirá financiamiento de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, SPU. El objetivo planteado: trabajar con los alumnos de los últimos años (de 3ro., 4to. y 5to.) de las escuelas secundarias Nº 3098 Juan Marcos, la Nº 3138 Santa Lucía, la escuela Nº 2025 Ceferino Namuncurá y la Nº 2053 Santa Rosa de Lima.
Los voluntarios darán apoyo escolar a los alumnos en las distintas disciplinas (Matemática, Lengua, Sociales, Naturales). Trabajarán en contraturno abordando cuestiones disciplinares, dificultades de lectoescritura y técnicas de estudio. Principalmente se atenderán aquellos casos de alumnos que terminaron de cursar 5to. año pero adeudan materias: con el apoyo del voluntariado se tratará de que las rindan y aprueben, para que puedan terminar la escuela media.
Orientación
Paralelamente se dará orientación educativa a través de talleres, una vez por mes. “Previa capacitación, los jóvenes voluntarios (universitarios avanzados de carreras como Terapia Ocupacional, Derecho, Ciencias Económicas y de diversos profesorados) tendrán como misión mostrarles a los alumnos que la educación terciaria y universitaria no es algo inalcanzable, y que es posible proyectarla como un proyecto de vida. Los voluntarios contarán sus experiencias para mostrarles que ellos también pueden ir a la universidad”, explicó a El Litoral Ana María Mántica (Fhuc/UNL), directora responsable del proyecto.
“También tenemos pensado traer a los chicos a Ciudad Universitaria y al Predio Predio UNL/ATE, para que presencien alguna actividad académica o cultural, y así mostrarles otra ‘postal' que no sea la del barrio donde viven. Trabajamos coordinadamente con los centros UNL del sureste y noroeste, que son las áreas donde están ubicadas las escuelas involucradas”, precisó Mántica.
Para la extensionista, la idea matriz del proyecto no apunta a otra cosa que no sea “contribuir a la inclusión educativa. Muchos chicos que viven en contextos de vulnerabilidad avizoran como único camino de futuro posible la Escuela de Policía. Pero desconocen que pueden seguir estudiando una carrera terciaria o universitaria. Hacia eso apuntamos”, cerró. El proyecto se extenderá todo este año y hasta marzo de 2014.
Algunos conceptos
“La situación de fracaso escolar está influenciada por múltiples factores, como la falta de hábitos de estudio y de comprensión lectora, lenta o defectuosa alfabetización y lectoescritura, falta de expectativas, embarazos adolescentes, etc”. Ante este panorama, “la escuela necesita que sus alumnos puedan ser contenidos y acompañados en el estudio previo a los exámenes”, dice el proyecto. Y para ello trabajarán los voluntarios universitarios.
"Los voluntarios deberán mostrarles a los alumnos de las escuelas periféricas que la educación superior no es algo inalcanzable, sino que es posible proyectarla como expectativa de vida”.
Ana María Mántica
Directora del proyecto