Para mejorar la salud

En busca de un probiótico para comedores escolares

Investigadores de la UNL y del Conicet aislaron microorganismos de heces de bebé y de leche materna que podrían contribuir con el bienestar de los alumnos.

(C) Fernando López Comunicación Científica UNL - El Litoral

Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Conicet aislaron bacterias benéficas de heces de bebé y de leche materna con la idea de destinarlas a comedores escolares. En pocos años, los establecimientos podrían disponer de sobres de aditivos probióticos en polvo para agregarlos a la copa de leche y promover la salud de los chicos.

Según explicó Gabriel Vinderola, del Instituto de Lactología Industrial (Inlain) de la UNL-Conicet, una serie de pruebas en ratones demostraron que ciertos microorganismos llamados bifidobacterias y lactobacilos son beneficiosos para la salud intestinal: “Previenen algunas infecciones, entonces la idea es replicar estos estudios en humanos”, sostuvo.

Con esos resultados, la idea es producir los microorganismos en cantidades industriales con todas las implicancias que tienen esos procesos, ya que factores de temperatura o de oxígeno, por ejemplo, pueden resultar nocivos para las bacterias. Luego llegará la etapa clínica.

Bacterias

En 2008, los investigadores del Inlain lograron aislar bacterias de heces de bebé y, en 2009, de leche materna. Es por eso que el instituto cuenta hoy con un grupo de cepas autóctonas, de las cuales posee la propiedad intelectual. “Estamos buscando formas de producirlas en cantidades industriales para aplicarlas a alimentos. Pero antes debemos demostrar en personas lo que ya observamos en animales de laboratorio”, enfatizó Vinderola.

Esas bacterias que habitan el intestino humano ayudarán a combatir infecciones que desencadenan diferentes tipos de diarreas. Por ejemplo, las que padecen quienes toman agua de lugares a los que viajan, las provocadas por antibióticos cuando la microflora intestinal se encuentra muy desbalanceada o las generadas por alimentos en mal estado.

“En el intestino, tenemos muchas más bacterias que cantidad de personas existen en el mundo. Eso condiciona en gran medida nuestro estado de salud. De toda esa población, los lactobacilos y las bifidobacterias tienen efectos benéficos, otras, como Escherichia coli, pueden tener efectos positivos y negativos, mientras que algunas sólo tienen efectos negativos, como los Clostridios. En este sentido, los probióticos sirven para promover la proliferación de bacterias buenas. La idea es poner en el intestino, aunque sea en forma transitoria, bacterias que aporten a la buena salud de las personas”, afirmó.

Comedores escolares

Según Vinderola, el desarrollo apunta a la distribución de sobres con probióticos para aplicar a los alimentos de los comedores escolares. “En las escuelas, los chicos se encuentran más susceptibles de contagiarse enfermedades por el mayor contacto entre ellos, algo que no sucede habitualmente con los adultos, que tienen vidas un poco más individuales. Además, la mayoría de los probióticos que circulan en el mundo están pensados para los adultos. Por otro lado, la idea es hacer transferencia con una componente social y los comedores escolares sintonizan muy bien con lo que hacemos”, sintetizó.

Polvo probiótico

Vinderola contó también que para contener las bacterias aprovechan el suero de quesería, un residuo abundante: “Sirve tanto para hacer crecer las bacterias, como para protegerlas cuando ese suero de deshidrata y se convierte en polvo. Es cultivo y protección”, aseguró.

En este sentido, añadió que un factor a favor del desarrollo es que las bacterias logran sobrevivir a todo el proceso de secado del suero. Sin embargo, los procesos industriales implican otros escenarios más agresivos para los microorganismos. “Para el cambio de escala, probamos en un secadero spray como parte de una colaboración científica que tenemos junto al Inta Rafaela, y los resultados hasta el momento son alentadores. El próximo paso sería probar qué sucede a mayor escala, en una planta biotecnológica, por ejemplo, ya a nivel industrial”, finalizó el especialista.