Inquietantes conclusiones de un relevamiento censal
UNL: 3 de cada 10 ingresantes se llevó dos o más materias de 5º año
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El dato surge de una encuesta sobre 5 mil nuevos estudiantes. Muestra las dificultades formativas en el nivel medio, que repercuten en el salto a la universidad. La asignatura más reprobada es Matemática.

Muchos de los ingresantes comienzan los rigores de la etapa universitaria con materias pendientes, lo cual dificulta el proceso de articulación de niveles.
Foto: Archivo El Litoral
Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
El dato de una encuesta sobre los ingresantes de 2013 a la UNL dejó al desnudo algunas de las deficiencias formativas del nivel medio y las “materias pendientes” -en el sentido literal y figurado- con que los chicos deben comenzar los rigores universitarios. Casi 3 de cada 10 ingresantes en 2013 a esa casa de estudios se llevó asignaturas en el 5º año del secundario, y hay un promedio de al menos dos reprobadas.
En el relevamiento se encuestó a unos 5.100 ingresantes, sobre un total de 6.790 chicos inscriptos. El exhaustivo trabajo fue realizado por la Dirección de Articulación, Ingreso y Permanencia, que depende de la secretaría académica de esa universidad. Participaron unas 100 personas, entre becarios, especialistas en informática y otros colaboradores y se indagó sobre distintos tópicos: edad, procedencia, composición familiar, trabajo, expectativas académicas, etc.. Y, también, sobre cómo los jóvenes terminaron la secundaria e ingresaron al sistema de educación superior.
Este último aspecto es el más inquietante. “Desde el año pasado insistimos mucho en que los nuevos alumnos que adeudaban materias del secundario las aprueben lo antes posible para que pongan toda la atención en el curso de articulación. Resultó llamativa la cantidad de ingresantes que debían asignaturas de 5º año”, dijo a El Litoral Jorge Saccone, director de Articulación. Arrancar la universidad con la pesada mochila de deber materias del colegio es un indicador de las falencias formativas en el último tramo del nivel medio, que inaugura ese complejo pasaje al nivel superior.
Elección
El relevamiento arrojó que las asignaturas que más se llevan los ingresantes en el último año del nivel medio son Matemática (20 %). Luego aparecen las ciencias naturales, como Física, Química y Biología (14 %) y en tercer lugar aparecen idiomas (Inglés) en un 12 %. Las mujeres muestran un mejor desempeño durante el último trayecto de la educación secundaria que los varones, afirma el estudio.
La mayoría de los encuestados volvería a elegir la secundaria a la que fueron. Primero, por el tipo de enseñanza recibida; segundo por el clima social, tercero por las buenas amistades que hicieron, y cuarto por la formación en valores. Pero la secundaria no es el actor que más influye al momento de elegir una carrera. “Pese a que tiene una buena valoración, no es la escuela media la que más los ayudó a elegir la carrera. Los actores que más influyen en esa decisión son los padres y amigos”, precisó Saccone en base a los datos procesados.
Un perfil
El promedio de edad de los ingresantes de 2013 a la UNL es de 19 años. El 37,6 % es de Santa Fe capital, el 12,3 % proviene de Paraná y el 6,2 % de Santo Tomé. El 18,3 % de los nuevos alumnos trabaja unas 22 horas semanales. Seis de cada 10 encuestados viven en hogares con ambos progenitores (padre y madre).
La mayoría femenina es una constante en el ingreso de los últimos 4 años a la UNL, y superó el 50 % en todos los años (en 2013, el 60,43 % fueron ingresantes mujeres). La distribución varía según las carreras: las disciplinas agrupadas en ciencias de la salud (Medicina, Enfermería, Nutrición, Terapia Ocupacional) son las más “femenizadas”. Y las que tienen mayor presencia masculina son las Ingenierías, Ciencias Agrarias, Veterinarias y las artísticas.
Otro dato interesante: la procedencia educativa. “En los últimos tres años veíamos un aumento de ingresantes desde las escuelas públicas. En 2013 tenemos otro aumento de las escuelas públicas (52 %), pero lo más notorio es que ahora hay una mayor cantidad de chicos que llegan de escuelas periféricas ubicadas en los barrios más desfavorecidos. Esto suma a la inclusión social de la universidad”, resaltó Saccone.