Jornada solidaria
Jornada solidaria
Alumnos de la Bustos en acción
Un centenar de estudiantes de 1er. año dedicó un día entero a varias actividades que benefician a su escuela. Fue el cierre de algunos proyectos surgidos de las Ruedas de Convivencia.
Coloridos relojes fabricados con tapitas recicladas serán donados por los alumnos de 1er. año a cada uno de los cursos. Foto: Flavio Raina
De la Redacción de El Litoral
Un grupo de alumnos pintaba a ritmo sostenido el gigantesco mural en una de las paredes del patio escolar. Otras chicas le daban un “toque” artístico a los cestos de basura. En el aula, algunos alumnos dejaban secar los relojes hechos con tapitas de gaseosa recicladas, que donarán a cada curso. Mientras tanto, otro equipo terminaba de armar los botiquines de primeros auxilios.
Era un día de trabajo y dinamismo en la escuela secundaria Nº 256 Juan Bautista Bustos, sita en Rivadavia 2933, frente a la Plaza España. Alrededor de 120 de alumnos de cinco comisiones de 1er. año, se sumaron el lunes pasado a una “jornada solidaria” en la que dieron cierre a distintos proyectos que venían realizando durante el año.
Las propuestas surgieron a partir de las Ruedas de Convivencia, que es un programa del Ministerio de Educación provincial, a través del cual los alumnos de secundario, junto a sus tutores, participan de reuniones periódicas donde socializan sus percepciones en torno a los problemas y conflictos escolares, a la vez que proponen resoluciones para mejorar la coexistencia en la escuela.
“Esta jornada solidaria fue una especie de cierre de esos proyectos, que se trabajaron previamente en el aula con los tutores y profesores. La Rueda de Convivencia es un espacio donde podemos trabajar los problemas que surgen en los cursos de la relación entre alumnos o con docentes”, explicaron Celeste Tenca y Verónica Veglia, ambas psicopedagogas y tutoras de la Bustos.
Destacaron que mediante esta jornada “se buscó incentivar el trabajo en equipo y la organización, se pasó un día escolar diferente con la idea de prevenir el bullying y favorecer el diálogo y la búsqueda de acuerdos”, indicaron Tenca y Veglia.
Un mural gigante con frases constructivas y dibujos, imprimirá color y alegría a las deslucidas paredes del patio escolar. Foto: Flavio Raina
Actividades
En el área de la salud, los botiquines de primeros auxilios fueron fabricados por los adolescentes en cartón con la típica cruz roja identificatoria. Luego, cada alumno donó un producto (alcohol, gasa, mertiolate, medicamentos, etc.) para armar los cinco botiquines, uno de los cuales se donará a la Comunidad Mocoví. Los estudiantes también hicieron afiches para comunicar consejos sobre la importancia del cuidado personal, la higiene y cómo evitar accidentes.
Otro proyecto tenía como meta “embellecer” la escuela, que ocupa un edificio antiguo de gran belleza pero difícil de mantener en condiciones, más aún para una escuela pública. “Queremos que los chicos desarrollen el sentimiento de pertenencia a la institución ya que son los que ingresaron este año. Eso va a redundar en el cuidado del edificio, dado que todos merecemos estar en un ambiente cuidado y limpio”, dijeron la psicopedagogas.
Por otra parte, los propios estudiantes aportaron ideas y frases constructivas que plasmaron en un mural gigante, el que verán cada vez que salgan al recreo. Esta actividad contó con la colaboración del grupo RevolucionArte.
También refaccionaron determinados lugares de la escuela, pintaron cestos de basura e hicieron relojes con coloridas tapitas que donarán a cada curso.
Los estudiantes armaron botiquines de primeros auxilios para la escuela. Uno de ellos se llevará a la Comunidad Mocoví. Foto: Flavio Raina