Cuando el Estado mira para otro lado
Cuando el Estado mira para otro lado
Un joven limpiavidrios murió atropellado por un camión
Marcelo Giménez. Quería alquilar una casita para irse a vivir con su mujer y su pequeña hija. Fotos: Danilo Chiapello
Danilo Chiapello
En su documento de identidad consta que se llamaba Marcelo David Giménez. Pero nadie lo llamaba por su nombre. Le decían El Tigre.
Tenía 25 años y era el padre de una beba de 1 año y medio.
No había dejado de ser un niño aún cuando comprendió que la vida para él siempre sería por el lado más difícil... siempre cuesta arriba.
Que tenía que pelear, pero nunca desde el lado de los que ganan.
Así fue que se hizo peón de albañil. Conoció los secretos y también los rigores del oficio. También se ganó unos pesos como pintor de obra.
Desde hace algún tiempo compartía sus días con Rocío Natalia Duarte. Al igual que Marcelo, a ella tampoco la vida se le presentaba fácil. Quizás por eso su convivencia no era un lecho de rosas y si bien estaban distanciados, había un ser que los tenía unidos para siempre: su pequeña hija Ailyn.
Pese a todo Marcelo seguía alimentando un sueño: poder alquilar una casita e irse a vivir los tres juntos.
“El estaba juntando un dinero porque quería alquilar una casita. También estaba ahorrando algunas monedas porque quería regalarle algo a su hijita para el Día del Niño. Muchas ilusiones... pero salió todo mal”, dijo hoy Rocío quebrada por el llanto.
El escenario para escuchar las palabras de esta mujer no podía ser peor. Una húmeda y congelada sala ubicada al costado de la morgue del hospital Cullen.
Al menos no estaba sola. La acompañaban los familiares y amigos de Marcelo.
Allí supimos que a El Tigre las cosas no le estaban saliendo del todo bien últimamente. Es por eso que desde hacía cerca de una semana estaba viviendo “en la calle”.
Los pocos pesos con los que contaba Marcelo provenían del duro “oficio” de limpiavidrios, labor que realizaba junto a su hermano y otros muchachos en distintos sectores de la avenida Alem.
Familiares y allegados a la víctima no encontraban consuelo hoy en la morgue del hospital Cullen.
Los hechos
Y fue anoche cuando El Tigre libró su última batalla.
Los testigos consultados dijeron que todo ocurrió cerca de las 23 cuando Marcelo trepó a un camión (que formaba parte de un grupo de tres rodados), en la intersección de Alem y Tucumán.
Lo que siguió fue una secuencia violenta y confusa.
Las versiones indican que el camión avanzó cruzando varios semáforos en rojo hasta el cruce con Belgrano donde Marcelo cayó o se bajó del vehículo. Segundos después El Tigre fue arrollado por uno de los camiones que lo dejó herido de muerte.
La dramática escena fue observada no sólo por sus compañeros de labor sino también por un grupo de remiseros que acudieron en su auxilio.
Fueron estos últimos los que llamaron a una ambulancia que llegó a los pocos minutos.
Con la urgencia del caso el muchacho fue llevado hasta el hospital José M. Cullen donde ingresó en condición crítica.
Los profesionales que lo recibieron diagnosticaron politraumatismos de carácter grave además de fractura de pelvis.
Fue sometido a una intervención quirúrgica y luego derivado a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) donde finalmente se produjo su deceso.
Peritos de la Unidad Regional I trabajaron en el lugar del suceso.
La pesquisa
El personal policial que tomó conocimiento del asunto dio inicio a una investigación de oficio, para dar con el camionero.
En este sentido los vehículos apuntados serían tres rodados de gran porte con chapa patente de Brasil.
Reclamos
“Lo que yo pido es que encuentren al camionero y se haga justicia, porque lo que hizo está muy mal. Dejó a mi hija sin padre. El estaba trabajando para poder darle una educación a nuestra niña. Entonces ahora no me queda nada”, sostuvo hoy Rocío entre lágrimas.
El hacía todo por su nena de 1 año y medio. Quería comprarle el regalo para el Día del Niño y además quería juntar plata para que podamos alquilar algo juntos. Ya la próxima semana nos íbamos a ir..., pero salió todo mal”, agregó.
Como remate del momento Rocío lanzó una sentencia: “Nadie tomó contacto con nosotros. Estamos solos y, como siempre, sabemos que vamos a seguir solos”, sentenció.
"Estamos solos y sabemos que, como siempre, vamos a seguir solos", sentenció Rocío, su esposa.