Enérgica protesta japonesa

China crea zona de defensa sobre islas disputadas

El Ministerio de defensa comunicó en un escueto comunicado la creación de una “zona de identificación de defensa aérea”, ya operativa, sobre un área que incluye las islas Diaoyu/Senkaku, controladas por Tokio pero reclamadas por Pekín y motivo de conflicto.

China crea zona  de defensa sobre  islas disputadas

Los barcos de la guardia costera japonesa, suelen utilizar cañones de agua contra embarcaciones que ingresan en aguas territoriales de las islas Senkaku/Diaoyu. Ahora Japón analiza medios de defensa contra la medida tomada por China. Foto: Agencia

 

Redacción de El Litoral

Agencias EFE/DPA

La tensión entre China y Japón se disparó hoy después de que Pekín revelara la creación de una “zona de identificación de defensa aérea”, que incluye las islas Senkaku/Diaoyu, administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín. Casi de forma inmediata, Japón respondió con una “enérgica” protesta que ha subido la temperatura de un largo y enquistado conflicto que ha comenzado a agravarse en los últimos meses, con diversos incidentes entre los dos países.

Según precisó a la agencia local Kyodo un portavoz del Ministerio nipón de Asuntos Exteriores, la protesta fue formulada por el director general de la sección de Asia y Oceanía de la Cancillería, Junichi Ihara, durante una llamada a la embajada china en la capital japonesa.

El portavoz añadió que el vicecanciller nipón, Akitaka Saiki, planea, además, convocar al embajador chino en Japón, Cheng Yonghua, a partir del lunes y precisar aún más la posición de Tokio al respecto.

Asimismo, explicó que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas de Auto Defensa reforzarán la vigilancia sobre las actividades militares del país vecino en el Mar de China Oriental, objeto de otras disputas territoriales.

De larga data

El anuncio chino constituye una contundente réplica a la compra en septiembre de 2012 por parte de Gobierno japonés de tres de las disputadas islas a un inversor nipón.

Aunque la citada operación comercial fue ejecutada por el anterior Ejecutivo del Partido Democrático (PD), la llegada al poder en diciembre del año pasado del conservador Shinzo Abe, del Partido Liberal Demócrata (PLD), ha contribuido a que los lazos políticos bilaterales se mantengan tensos.

Abe ha buscado no deteriorar las relaciones comerciales entre ambas potencias (China es el primer socio comercial de Japón y ambas intercambiaron mercancías por valor de más 146 billones de dólares en 2012)

Pero aún así no ha dejado de subrayar, siempre que ha podido, la preocupación de su país por la pujanza militar de Pekín en la región.

Al rebufo de esta inquietud, su gabinete ha aumentado el presupuesto de Defensa por primera vez en 11 once años -cifrado en 4,75 billones de yenes (unos 34.000 millones de euros)- y desviado una gran parte de los recursos a reforzar la vigilancia en torno a Diaoyu/Senkaku.

Esta tirantez de las relaciones bilaterales parece haber contagiado a la calle, según refleja una encuesta publicada por el propio Gabinete nipón, según la cual, el 80,7 por ciento de los japoneses “no se muestran amistosos” hacia China, lo que supone la cifra más alta desde que Tokio comenzara a realizar mensualmente este muestreo en 1978.

La actitud de China también parece tendente al conflicto.

Base legal

Tras anunciar la medida, el portavoz del Ministerio chino de Defensa, Yang Yujun, precisó que la creación de la “zona de identificación de defensa aérea” tiene como propósito “salvaguardar la nación contra potenciales amenazas aéreas”.

Yujun evitó referirse explícitamente a Japón y a la disputa por las islas, e insistió en defender la “base legal de acuerdo a la normativa internacional” de una zona cuyo margen oriental está a 130 kilómetros al oeste de Japón.

En este sentido, precisó que el espacio permitirá a China “identificar, monitorizar, controlar y deshacerse de aeronaves que lo invadan. Contempla un margen de tiempo para una temprana advertencia”, agregó.

El texto explica que las aeronaves deberán informar a China su plan de vuelo, declarar su nacionalidad y mantener comunicación con los oficiales chinos.

El anuncio de la creación de la zona de seguridad aérea se produce, igualmente, apenas dos semanas después de que la segunda economía mundial decidiera la formación de una Comisión Nacional de Seguridad.

Aprobada durante el tercer Plenario del Partido Comunista, la Comisión estará bajo el mando del presidente, Xi Jinping, y coordinará los servicios de Inteligencia y las Fuerzas Armadas.

Xi enfatizó que uno de los principales objetivos de la Comisión será “salvaguardar la soberanía” del territorio chino, lo que, sumado a la creación de la zona aérea, eleva las posibilidades de un eventual conflicto entre China y Japón por el archipiélago.