La obra ya fue devuelta

“El sireno”, de Marcos López, secuestrado por ecologistas

La fotografía, de tres metros de altura y obra del argentino Marcos López, desapareció del lugar en que se encontraba. Luego apareció apoyada en la puerta de la casa del alcalde de Getxo.

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“El sireno” es una fotografía de gran tamaño que muestra a un joven con el torso desnudo y una cola de pez plateada. Aquí, en el muelle del Puerto Viejo.

Foto: EFE

 

De la redacción de El Litoral

“El Sireno de Getxo” es una fotografía de gran tamaño del artista santafesino Marcos López. Fue seleccionada en el concurso internacional Getxophoto y adquirida de forma temporal en 2011 por el ayuntamiento de Vizcaya para atraer visitantes al entorno del muelle del Puerto Viejo.

En un video difundido por los autores de la sustracción de la fotografía los mismos expusieron sus condiciones para su “liberación”. Así, exigieron que se cumplan en los próximos días ciertas premisas: “no construir nuevas viviendas, naves industriales ni carreteras mientras siga habiendo casas desocupadas en el municipio y naves sin utilizar; o proceder a la distribución de mil retoños de árboles autóctonos entre la población”.

En el video, los autores del “secuestro”, en una escenificación con pistolas de aguas y encapuchados, criticaban que Getxo tenga la cesta de la compra y el alquiler más caro de Euskal Herria, las continuas inundaciones del Gobela, el campo de golf -“que sólo utilizan cuatro ricachones”-, el endeudamiento municipal, la abundancia de antenas para los teléfonos móviles “sin ningún tipo de control, con las consecuencias que esto tiene para nuestra salud” y una estación de metro “supermoderna y vacía”.

Sigue el video, reproducido por medios españoles: “El capitalismo es injusto y además, antidemocrático”. Y finaliza: “Vivimos en un mundo en el que los recursos naturales son finitos y el crecimiento es ilimitado”.

Acto vandálico

Por su parte, la Policía local de Getxo investigó las causas de la desaparición de la imagen del muelle del Puerto Viejo de Algorta en la madrugada del pasado domingo, hecho que el equipo de gobierno considera un acto vandálico.

A la espera de esclarecer las causas de la desaparición y teniendo en cuenta que se ha localizado una pintada en el lugar donde se encontraba la obra, el equipo de gobierno apunta como hipótesis a un acto vandálico “en contra de la cultura y de una novedosa iniciativa en la que se combinaron diferentes expresiones artísticas”, según señala en un comunicado.

Las mismas fuentes han reiterado su compromiso y apuesta por este tipo de expresión artística y han asegurado que se intentará “que dicha figura vuelva a ocupar su lugar en el muelle del Puerto Viejo”.

Características

El “Sireno de Getxo”, o en euskara “Getxoko Sirenoa”, es un proyecto colectivo, una instalación temporal de la fotografía “El Sireno del Río de la Plata”, del artista argentino Marcos López, ubicada en el muelle del Puerto Viejo de Algorta. La idea surgió cuando el colectivo Begihandi (organizador del Festival de Fotografía Getxophoto e impulsor de este proyecto) y Alejandro Castellote eligieron para este festival la poderosa y rompedora imagen del Sireno. Rápidamente se constató que esta imagen despertaba un gran magnetismo y así se convirtió en una especie de ícono del festival. En cada una de sus tres primeras ediciones el Sireno se ubicó en diferentes puntos de la ciudad a modo de instalación.

A partir de ahí surgió la idea de instalarlo por un período más largo en un lugar en el que encaja muy bien: el muelle del Puerto Viejo de Algorta. Ahora el Ayuntamiento hace suya esta propuesta y ofrece a getxotarras y visitantes la posibilidad de disfrutar de esta obra. Getxo demuestra así, más aún si cabe, su compromiso con el arte y la cultura.

Se trata de una fotografía dinámica ya que, en interacción con el mar, permite diferentes lecturas, en función de la marea; la pleamar dejará ver únicamente el retrato de un hombre con el torso desnudo, mientras que, a medida que baje la marea, se desvelará que se trata de un ser marino. Marcos López muestra su peculiar reinterpretación de la famosa sirenita de Copenhague, pero cambiándola de género y situándola en un contexto muy diferente, en el Río de la Plata argentino, una rivera plagada de residuos. El artista construye así una metáfora de la periferia y alude también a las migraciones sur-norte.