A 40 años de la muerte de José García Bañón

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Abelardo García Simoniello.

 

Hoy se cumplen cuarenta años del fallecimiento del recordado pintor santafesino García Bañón. Nacido en la capital de la provincia el 21 de mayo de 1897, fue un enamorado de su pago chico, tanto que los temas relacionados con el campo y las riberas del Paraná fueron motivos principales de sus obras. Desde joven, se destacó por su habilidad con la paleta y los pinceles para plasmar la naturaleza en sus telas, y en sus primeras exposiciones en la década del '20 sus cuadros atrajeron la atención del público y los comentarios elogiosos de la crítica. En la década del '30 se trasladó al Chaco, y la ruda lucha del hombre contra los otrora impenetrables quebrachales la expresa en sus óleos que causaron admiración y respeto por su indudable habilidad pictórica. Su gran sensibilidad cautivó al público, que disfrutaba tanto de sus plácidos atardeceres en la delta como de sus taperas semiderruidas en el campo, de sus apacibles noches pampeanas como de ominosas cerrazones presagiando la tormenta...

Pero no dejó de lado a su amada Santa Fe y también le dedicó su arte recreando temas históricos de la provincia: El Desembarco en Cayastá, La Fundación de Santa Fe, La Muerte de Juan de Garay, Pedro de Vega (el primer maestro), La Conspiración de los Siete Jefes, La caída del Teniente Díaz Vélez (en el combate de San Lorenzo), La muerte de Fray Castañeda y La Destrucción del fuerte de Sancti Spiritu por citar algunas de sus más importantes pinturas que fueron adquiridas por instituciones oficiales de la ciudad.

Obtuvo numerosos premios, entre ellos el Primer Premio en el Concurso Iconográfico sobre el Brigadier Estanislao López con el óleo La Batalla de Gamonal, el Gran Premio Salón de Bellas Artes de la Exposición del Litoral en Entre Ríos y el Premio Adquisición de Museo Provincial Rosa Galisteo de Rodríguez.

Invitado a una exposición en Buenos Aires en 1950, presentó varias de sus obras y obtuvo el reconocimiento del público, de la crítica porteña, del mismísimo Quinquela Martín y de la esposa del entonces presidente de la República, Gral. Perón, María Eva Duarte de Perón, quienes le sugirieron trasladarse a la capital para continuar allí su obra artística. Pero sencillo y fiel a la ciudad natal, rechazó la oferta cumpliendo el pedido de la Sra. de Perón de pintar cuatro cuadros para engalanar la entrada de los cuatro hospitales de la fundación Eva Perón (Avellaneda, Ezeiza, Lanús y San Martín).

Ejerció la docencia durante treinta años como profesor de Dibujo y Caligrafía en la escuela Normal de Coronda y en la escuela de Comercio Domingo G. Silva en Santa Fe, donde culminó su carrera como vicedirector de la misma, trabajando además como redactor y dibujante en los diarios La Opinión, Democracia y Santa Fe.

Sencillo y modesto, fue homenajeado en varias oportunidades por entidades oficiales y particulares, y en la ocasión de cumplirse el cuarto Centenario de la fundación de Santa Fe, Radio LT9 organizó una exposición retrospectiva de toda su obra en noviembre de 1973 con una extraordinaria concurrencia de público y gran éxito, que serían el postrer reconocimiento y homenaje para su infatigable labor artística, porque aquejado ya por una incurable enfermedad dejó los pinceles a principios de 1974 para no volver a tomarlos nunca más. Su obra imperecedera es el mejor homenaje para este grande del arte santafesino.

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“Paisaje litoraleño”, de José García Bañón.