El presidente que llegó a la Antártida
Arturo Frondizi fue el primer presidente en pisar suelo antártico, en 1961.
El presidente que llegó a la Antártida
Arturo Frondizi fue el primer presidente en pisar suelo antártico, en 1961.
Teresa Sandoz
En la Conferencia Antártica de 1959, previa a la firma del tratado, los representantes de los países que asistían fijaron sus posiciones, destacándose nuestro representante, quien en nombre del gobierno del presidente Arturo Frondizi recordó los extensos títulos y actos de posesión desarrollados por la Argentina. “La Argentina instaló en 1904 el primer observatorio permanente... fue estableciendo bases, destacamentos, refugios, faros, balizas, oficinas postales, estaciones radioeléctricas... [La conferencia] No ha sido convocada para instituir regímenes ni crear estructuras. No es su misión cambiar ni alterar nada. Nada de lo que aquí se haga o acuerde, generará o desconocerá derechos; su objetivo es acordar el uso exclusivamente pacífico y la cooperación científica con la conformidad expresa de todas sus partes”. Esta conferencia se celebró en Washington el 15 de octubre de 1959 y 45 días después se firmó el Tratado Antártico.
Se consideró conveniente que el presidente de la Nación reafirmara con un acto trascendental el hecho, como una visita a la misma Antártida.
En un principio, el viaje presidencial se efectuaría hasta Ushuaia en un avión naval para su posterior traslado en hidroaviones desde Ushuaia a Decepción, lo que no se pudo concretar por motivos técnicos y pronósticos desfavorables del tiempo. Es así que el 6 de marzo de 1961 el presidente Frondizi y su comitiva se embarcaron en el Bahía Aguirre para trasladarse hasta Decepción. El viaje de ida bastante incómodo, soportó un temporal en el cruce del Drake y el 8 de marzo por la tarde fondeó en la Bahía 1º de Mayo y juntamente con el rompehielos Gral. San Martín se rindieron los primeros homenajes a las autoridades que desembarcaban: éstas fueron trasladadas en helicópteros y lanchas al destacamento donde se repitieron los honores; se ofició una misa a cargo del vicario castrense Donamin, primer obispo argentino que visitaba la Antártida. Desde allí habló el presidente al país.
Hacemos un pequeño paréntesis para recordar un hecho ligado a Decepción y ocurrido el 13 de febrero de 1953, en donde los argentinos fueron víctimas de un atropello incalificable: un pelotón de infantes de marina ingleses, integrantes de la Corbeta Snipe y la Fragata Birburg Bav, desembarcaron belicosamente en Decepción, destruyeron las instalaciones argentinas, detuvieron al personal y lo devolvieron a Buenos Aires, vía Montevideo; pero la Marina argentina no retrocedió, volvió con nueva dotación a la base Decepción y “los ingleses no insistieron” nos dice el historiador Miguel Scenna.
Desde la Antártida y desde la Base Concepción, el presidente Frondizi saludó a los miembros de la Armada Nacional, investigadores y técnicos reconociendo “vuestro desinteresado sacrificio y el de los compatriotas que os precedieron (que) han hecho posible, a lo largo de dos generaciones, afirmar de modo real y efectivo que la Antártida Argentina es para siempre parte inseparable del territorio nacional”, continúa: “desde hace medio siglo de todas las latitudes han llegado a la Antártida hombres de varias naciones para arrancar —en dura lucha con el medio— sus secretos a una naturaleza hostil y para ello deben realizar un esfuerzo que reviste carácter de hazaña... a base de energía, voluntad y vigoroso esfuerzo espiritual y físico”.
El presidente Frondizi y su comitiva luego de visitar e inspeccionar las instalaciones zarparon de regreso a Ushuaia a las 20 horas de ese mismo día; cruzaron el Drake con buen tiempo, escoltado por aviones. Durante el viaje de regreso departió con la tripulación, periodistas que lo acompañaban; por intermedio de las noticias radiales, Frondizi se enteró de que Chile formularía una protesta diplomática a nuestro país, por la visita presidencial a lo que Frondizi opinó: “este viaje no es un desafío contra nadie, sino una reafirmación de nuestra soberanía”. (Fuente: La Armada Argentina en la Antártida).
Fuentes: Lanús, Juan “De Chapultepec al Beagle” Política exterior Arg. Emecé. 1984
Scenna, Miguel Angel, “La marcha al Lejano Suc”. Todo es historia Nº 134.
Escobar Cello, Enrique, historiador especialista 1978 en A. Frondizi (consultas personales).