Gracias al telescopio “Bicep2”
Gracias al telescopio “Bicep2”
Hallan primera prueba de expansión del Universo tras el Big Bang
Agencia DPA
Científicos estadounidenses aseguraron haber encontrado la primera prueba directa de la inflación cósmica, la expansión superrápida del Universo ocurrida directamente después del Big Bang.
Gracias al telescopio “Bicep2”, ubicado en el Polo Sur, los científicos detectaron signos de las denominadas ondas gravitacionales en radiaciones cósmicas de fondo, informó hoy la Universidad de Harvard en Cambridge.
El descubrimiento prueba uno de los pasos decisivos del desarrollo del Universo en su primera etapa, postulado hace más de 30 años.
En una mínima fracción de segundo, diez elevado a la menos 30 segundos -es decir 0,000 000 000 000 000 000 000 000 000 001 segundos- la inflación cósmica hizo crecer el Universo hasta diez elevado a la 25 -es decir 10 000 000 000 000 000 000 000 000 veces- todas las direcciones. Esto significa que de un diámetro billones de veces más pequeño que el de un átomo, el Universo aumentó hasta alcanzar el tamaño de una moneda.
“El descubrimiento de este signo es uno de los objetivos más importantes de la cosmología actual”, afirmó en un comunicado el director científico del ‘Bicep2‘, John Kovac, del centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica.
Los científicos habían analizado la radiación cósmica de fondo, que es considerada un remanente del Big Bang que se extiende por todo el Universo.
En esta radiación, los expertos buscaron huellas de las ondas gravitacionales, que según la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein surgen cuando se mueven masas, y expanden el espacio.
Si bien prácticamente no hay dudas de su existencia, hasta ahora nunca había sido observado de manera directa este fenómeno.
Los astrónomos detectaron en la radiación cósmica de fondo el patrón característico de las ondas gravitacionales, que tienen que haber surgido durante la fase de inflación hasta unos 13.800 millones de años.
Si bien esto no es una prueba directa de las ondas gravitacionales, los científicos indicaron que se trata del primer testimonio directo de la inflación cósmica.
Un universo simétrico
La inflación cósmica, postulada por el físico estadounidense Alan Guth a comienzos de la década de 1980, evita de manera elegante varios cuestionamientos de la teoría del Big Bang.
El Universo es, según los conocimientos actuales, llamativamente simétrico. La materia y la energía están distribuidas bastante uniformemente, a una gran escala.
Además, el espacio no es curvado, sino que es “plano” desde el punto de vista geométrico, según las mediciones actuales. Esto significa que en todos los lugares rige la misma geometría euclidiana, a la que estamos acostumbrados en la vida diaria sobre la Tierra.
Estas condiciones no son en absoluto obvias. En el escenario de la “gran explosión” son posibles, pero requieren condiciones iniciales muy precisas y por lo tanto improbables.
La inflación cósmica, en cambio, elimina casi toda curvatura del espacio y convierte al gran caos en ebullición en un reparto bastante uniforme de materia y energía.
Desde el postulado de la inflación cósmica se confirmaron a través de observaciones varias predicciones de esa teoría.
Sin embargo, no existe una prueba clara de la inflación, porque hasta ahora no se puede mirar hacia atrás hasta ese momento inmediatamente después del Big Bang. La luz más antigua que se puede medir surgió unos 380.000 años después de la “gran explosión”.