Labró dos multas

El municipio intimó a Assa 69 veces antes de impedir nuevas reparaciones

Lía Masjoan

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El intendente José Corral se cansó de esquivar corralitos de Aguas Santafesinas. Y de recibir el malhumor de los ciudadanos por los problemas que ocasionan al ya caótico tránsito. Así es que, la semana pasada, resolvió suspender nuevas autorizaciones hasta tanto la empresa no arregle los baches abiertos.

Ante tal decisión, el gerente de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco, informó que durante esta semana tienen previsto levantar 39 corralitos ubicados en distintas zonas de la ciudad. El miércoles de la semana pasada recibieron una nota del municipio en la cual se les fijan como prioridad 13 intervenciones. “Las íbamos a hacer entre jueves y viernes pero llovió. Ayer resolvimos 8 y tenemos que coordinar con el municipio los cortes de tránsito para hacer el resto”, dijo Lanfranco. Esta advertencia de Corral motivó una reunión con Assa para resolver con más agilidad algunas cuestiones operativas.

Según el propio relevamiento de la Secretaría de Obras Públicas del municipio, con datos que se desprenden de cada pedido de autorización que obligatoriamente debe hacer Assa antes de comenzar una reparación, desde el 2 de diciembre de 2013 a la fecha se efectuaron 450 intervenciones, lo que indica un promedio de 110 por mes. O lo que es lo mismo, 30 intervenciones promedio por semana.

De esas reparaciones, actualmente hay 150 sin terminar en distintas etapas de ejecución, lo que indica que algunas de ellas tienen más de 30 días desde su apertura. “Esta situación en la vía pública, y durante tanto tiempo, genera una serie de inconvenientes en el tránsito, cuando hay corralitos, y riesgos de accidentes y daños a las personas y sus bienes”, sostienen desde el municipio.

Las advertencias del municipio vienen de larga data. Durante ese período, la Municipalidad de Santa Fe envió 69 notificaciones a la empresa, intimándola por distintos aspectos. Además le aplicó dos multas, antes de llegar a la paralización de las autorizaciones para nuevos trabajos el pasado 26 de marzo.

“La decisión de paralizar las autorizaciones tiene su origen en la excesiva demora en la reconstrucción de los baches, que se iban acumulando, sin que la contratista de Assa, pudiera tapar mayor cantidad de los que excavaba”, explicaron.

Exigencias legislativas

Todo esto, en función de los cambios que el Concejo Municipal introdujo a la ordenanza 10.519, a través de una nueva norma que sancionó en octubre del año pasado (la 12.037) y “cuya entrada en vigencia le fue comunicada a Assa el 14 de noviembre, indicando que debía dar cumplimiento a la misma”, aseguraron desde el municipio. “El objetivo es mejorar la calidad de los trabajos de reconstrucción de las calzadas y veredas afectadas por las tareas de Assa pero su implementación ha sido dificultosa, y pese a que ya se llevan más de cuatro meses desde su puesta en vigencia, no se ha podido lograr la aplicación integral de la misma, lo que ha llevado a una serie de intimaciones a la firma Assa, que hasta la fecha no han dado el resultado previsto”, aseguraron desde el área municipal.

Entre las exigencias, se destaca, por ejemplo, que en el sector comprendido entre bulevar Gálvez y Pellegrini, Alem, 27 de Febrero, Mar Argentino, Pte. Illia, J.J Paso y Gdor. Freyre no se podrán colocar vallas de protección y deberán cubrirse con chapones fijados de manera que no se corran o generen vibraciones; y que las losas a reconstruir en pavimento de hormigón deben vincularse con las losas de pavimento existente mediante la colocación de barras de unión de acero para evitar hundimientos. Además, se pide que cuando se efectúen obras en calzadas pavimentadas, deberán trabajar con un laboratorio certificado que verifique e informe al municipio la calidad de los materiales empleados en los trabajos de reposición de pavimento.

La calidad de los materiales que emplea Assa, y la técnica que usa para reparar el pavimento, son parte del conflicto entre las dos partes. Porque desde el municipio sostienen que no son de buena calidad, y que al poco tiempo se transforman en nuevos baches.

—Las contratistas usan los materiales que nosotros indicamos y tenemos nuestros propios sistemas de calidad y los controlamos -aseguró Lanfranco.

—¿Son los que exige el municipio?-preguntó este diario.

—Son los que consideramos necesarios. Tenemos que terminar de ajustar con ellos los materiales que usamos -respondió Lanfranco.