Mientras se reparan los cielorrasos deteriorados
Mientras se reparan los cielorrasos deteriorados
Clases rotativas en la escuela Bustos por problemas edilicios
El hall en obra. En ese sector, se cayó un pedazo de mampostería y casi golpea a un alumno.
FotoS: Flavio Raina
De la Redacción de El Litoral
El miércoles pasado, un trozo importante de mampostería se desprendió del cielorraso de la escuela secundaria Nº 256 Juan Bautista Bustos y cayó al lado de un alumno, que se salvó de un buen golpe. Al día siguiente, hubo más desprendimientos en otro sector de la centenaria edificación. Por este motivo, la escuela entró en reparación y esta semana se decidió clausurar toda la planta baja hasta terminar los trabajos.
La medida ocasiona que alrededor de 250 alumnos de 3º, 4º y 5º año estén sin clases porque las aulas del primer piso no alcanzan para reacomodar a la totalidad de la matrícula. “La decisión de clausurar preventivamente la planta baja la tomaron las autoridades ministeriales a raíz de que la obra en marcha genera polvillo y ruidos, movimiento de andamios y obreros. Así que no nos quedó otra que restringir la actividad escolar”, dijo Anahí Foresto, directora reemplazante de la escuela Bustos.
Por el momento, los alumnos están haciendo actividades escolares en sus domicilios. “Los profesores se contactan con ellos vía web y les van dando ejercicios y tareas pedagógicas para que no pierdan tantas clases”, sostuvo la directora.
Entre mañana y el viernes se hará una nueva evaluación técnica de la obra y, si se necesita más tiempo, la semana próxima le tocará el turno de quedarse en su hogar a los chicos de 1º y 2º año del turno mañana.
Los problemas de cielorraso y de mampostería están localizados en la entrada de la escuela -cuya puerta permanece cerrada para evitar accidentes-, en un hall lateral interior y en un balcón que mira a un patio. También aparecieron rajaduras sobre vigas y paredes. “Los obreros ya picaron el resto del material flojo y ahora están abocados a tareas de pintura”, explicó Foresto.
Si bien el edificio escolar, ubicado en Rivadavia 2933 -frente a la Plaza España- es sólido, los problemas derivados de la añeja infraestructura y la falta de mantenimiento general, son cada vez más frecuentes. “El personal técnico que vino a evaluar el inmueble nos dijo que el problema es que la construcción fue hecha a base de cal que fue corroyendo los hierros”, explicó Silvina Dardel, vicedirectora de la Bustos.
Valor patrimonial
“No nos tomó por sorpresa la caída del cielorraso porque ya viene ocurriendo desde hace 4 ó 5 años en distintas dependencias: sala de profesores, secretaría, una oficina de planta alta y ahora en las galerías. Incluso, en una oportunidad un pedazo de mampostería se desprendió y golpeó a una prosecretaria que estaba trabajando”, contó Foresto.
Cada vez que hay un problema, se eleva el pedido al Ministerio de Educación y se repara el daño, pero al tiempo surgen inconvenientes en otro sector. “La reparación es superficial: tiran abajo la mampostería floja y pintan. No vuelven a hacer el cielorraso porque ya sería una intervención mayor y necesitaría de autorización oficial ya que se trata de un edificio de valor histórico-patrimonial”, señaló la directora.
Una placa da cuenta de la antigüedad de la edificación. Dice que en 1888 se inauguró como Escuela Superior de Niñas y, otra placa, reza que allí egresó la primera promoción de la escuela Rivadavia. Ahora, funciona la secundaria Bustos con 600 alumnos y un Eempa de 300 estudiantes por la noche.
Como todo edificio patrimonial, cualquier intervención requiere de un proyecto integral que respete las características arquitectónicas y el aval del área municipal correspondiente. “La condición de edificio histórico nos limita la posibilidad de hacer refacciones desde la cooperadora escolar. Es deseable que el ministerio haga una obra de reparación general de este inmueble”, pidió la directora.
Los técnicos recomendaron retirar el deteriorado revoque de un balcón, por precaución.