Repercusión de la reforma en los profesorados
Repercusión de la reforma en los profesorados
Portazo en Educación con ruidosa carta de renuncia
La directora provincial de Desarrollo Curricular dimitió en su cargo con “dolor y desilusión”. Hizo pública una carta de renuncia donde ventila un intercambio personal de mails con su superior directo. Era la encargada de la reforma curricular de los profesorados, cuyo borrador recibió numerosas críticas.
Mariela Goy
Los reclamos generados por la reforma de los planes de estudio de los institutos que forman profesores para el nivel secundario, provocó la renuncia de Graciela Farre como directora de Desarrollo Curricular del Ministerio de Educación de la provincia. Los movimientos de funcionarios de terceras líneas son habituales en los ministerios y no serían noticia, pero Farre ventiló su enojo por medio de una carta de descargo que desparramó por los institutos de formación docente.
La novedad del enroque en esa dependencia llegó ayer por la tarde a los medios, a través de un parte de prensa del Ministerio de Educación. El texto no nombra a Farre si no que se limita a decir que la ministra de Educación, Claudia Balagué, designó a Silvia Morelli al frente de la Dirección Provincial de Desarrollo Curricular y Relaciones Académicas, desde donde se implementará un “nuevo dispositivo” para continuar el proceso de transformación curricular de los profesorados.
Justamente, esa reforma fue el punto de desacuerdo interno que derivó en la renuncia. El Litoral publicó a mediados de junio que la cartera educativa resolvía prorrogar el proceso de consulta sobre los cambios curriculares como forma de descomprimir el malestar de alumnos y docentes de los profesorados, a raíz de la reducción de horas específicas en su formación, entre otras medidas que se desprenden del borrador que bajó el ministerio. También se comprometía oficialmente, tras una paritaria con el gremio Amsafe, a buscar mayores “consensos” con los profesorados.
La encargada de liderar todo ese proceso de reforma curricular -que entró en un impasse debido a las críticas recibidas- era Graciela Farre, quien el lunes pasado presentó su renuncia indeclinable a través de una ruidosa carta de dimisión.
En la misma, la renunciante dice que su decisión obedece a “un conjunto de actos de descalificación, desconfianza y a la ausencia de diálogo político”. El escrito contiene una acusación hacia su jefe directo, Oscar Di Paolo, secretario de Innovación Educativa, que el mismo día de la renuncia, sufría un accidente de tránsito del que salió lesionado en un tobillo.
Trapitos al sol
Farre copió un tramo de un e-mail personal de Di Paolo dirigido a ella, que está recortado y descontextualizado. Allí, su jefe le pedía, a raíz de las definiciones políticas tomadas desde el gabinete de la ministra, que proceda a llamar a sus coordinadores y suspenda toda la actividad que éstos vienen desempeñando, con probabilidad de ser reemplazados.
La funcionaria saliente le contesta en otro mail que esa orden “invalida” sus funciones “desempeñadas con responsabilidad, compromiso y respeto”. Además, sostiene que no fue convocada “ni al encuentro paritario, ni al del gabinete de la ministra, ni a dar respuesta a la solicitud de la diputada Rosario Cristiani para poner en conocimiento de lo actuado”.
Después de ventilar ese intercambio personal, Farre continúa su carta en la que dice que para la tarea de “alta complejidad” como es la elaboración de diseños curriculares, depositó su confianza en “profesionales del sistema educativo con titulaciones de grado y de posgrado”. Por ende, “desde un profundo sentido ético-político resulta incoherente ‘suspender las funciones y reemplazar a todos’ aquéllos en quienes he confiado para esta tarea”.
Finalmente, tras citar a Hannah Arendt y Graciela Frigerio, la funcionaria expresa que renuncia “con profundo dolor y desilusión”.
Contraparte
La movida de la funcionaria cayó como un balde de agua fría en el Ministerio de Educación. Fuentes oficiosas dijeron que es una “falta total de ética” por parte de Farre el haber ventilado públicamente las diferencias con su superior.
Además, explicaron que el problema se originó cuando la funcionaria renunciante decidió no cumplir con el mandato de suspender el proceso de reforma hasta julio, y se la encontró en Rosario trabajando con los mismos colaboradores de siempre, algunos de los cuales están en la mira. “Dio un manotazo de ahogado con la pretensión de victimizarse”, dijo una voz.
Farre estaba al frente de la Dirección Provincial de Desarrollo Curricular desde su creación en 2012 pero venía ocupando cargos técnicos en el ministerio desde 2008. Algunos la señalan como partícipe de la comisión de escritura de los itinerarios por el mundo de la cultura y la cátedra Cuerpo y Movimiento de la época de Élida Rasino -que enseñaban tejido, tango y ajedrez- a los estudiantes de los profesorados. Esos espacios, altamente criticados, fueron levantados de la currícula por Balagué.