SALUD

El LIF y la UNL producirán cuatro antibióticos contra la tuberculosis

Son los fármacos que más se utilizan en el tratamiento de la enfermedad. Con fondos nacionales, durante los próximos tres años se obtendrán los primeros lotes de las cuatro drogas. Luego, comenzará la producción masiva para abastecer la demanda del sistema de salud provincial y nacional.

12_A_IMG_0344.JPG

Conferencia. Mario Drisun, ministro de Salud, y Albor Cantard, rector de la UNL, participaron de la presentación del consorcio entre el LIF y la UNL. Foto: Archivo El Litoral

 

Gastón Neffen

[email protected]

El Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) trabajarán juntos para producir los cuatro antibióticos que más se utilizan para el tratamiento de la tuberculosis, una enfermedad que provoca unas 900 muertes por año en la Argentina. El objetivo es abastecer la demanda nacional y provincial de estos fármacos.

La elaboración del primer lote de productos -o lote de prueba-, que llevará unos tres años, será financiada con 23,5 millones del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, del gobierno nacional. El proyecto fue seleccionado en el marco de una convocatoria para la presentación de iniciativas estratégicas que el sistema de salud necesita.

“Hay dos de estos antibióticos que se importan y faltan más alternativas de producción de los otros dos medicamentos en el país, cuya oferta está muy concentrada. El gran comprador de los antibióticos que produciremos será el Ministerio de Salud de la Nación, pero no descartamos que también haya alguna oportunidad para exportar”, contó Carlos Arques, uno de los directores del LIF, en una entrevista con El Litoral.

El primer año y medio de los trabajos necesarios para validar y cumplir las normas de calidad que exigen la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) se llevará adelante en el Laboratorio de Control de Calidad de Medicamentos de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL.

Pero con estos fondos, el LIF construirá, además, una planta de desarrollo de fármacos (de unos 400 metros cuadrados), al lado de su planta de producción, que en el futuro le permitirá realizar en sus propias instalaciones las investigaciones, protocolos y trabajos de investigación previos para lanzar otros medicamentos.

Esta mañana, en las instalaciones que el LIF tiene en el norte de la ciudad se realizó una conferencia de prensa, para presentar el convenio, de la que participó Mario Drisun, ministro de Salud de Santa Fe, y Albor Cantard, rector de la UNL, junto a directivos del LIF y otras autoridades de la UNL.

Una antigua enemiga

La tuberculosis es una vieja enfermedad, que acosa a los humanos desde el Neolítico y también estuvo presente en las primeras civilizaciones (hay faraones egipcios que se sospecha murieron por esta causa). Los médicos griegos le decían tisis y en la Europa medieval fue denominada la Gran Plaga Blanca.

Es una enfermedad infecciosa que afecta a los pulmones, explica la OMS, y es causada por una bacteria (Mycobacterium tuberculosis). Se transmite de una persona a otra a través de gotículas generadas en el aparato respiratorio.

En el siglo XX, la aparición de la estreptomicina -también un antibiótico- cambió el tratamiento de la enfermedad. El paso decisivo se dio con la obtención de la isoniacida, que es uno de los antibióticos que producirá el consorcio LIF/UNL, que la transformó en una enfermedad curable en la mayoría de los casos.

En la actualidad, se trata a partir de la combinación de los cuatro antibióticos que se producirán en la ciudad (isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol), durante un período que suele durar unos 6 meses.

Uno de los desafíos que tienen los médicos es que los tratamientos no siempre se cumplen el tiempo necesario y también aparecieron cepas de bacilos resistentes a los antibióticos y generaron variantes de la enfermedad muy complejas, como la tuberculosis multirresistente (según la OMS, se detectaron 450.000 casos en el mundo en 2012) y la tuberculosis ultrarresistente.

Los fármacos que se elaborarán

  • Isoniacida: es el fármaco más importante a nivel mundial para el tratamiento de la bacteria que provoca la tuberculosis. También es un antibiótico y se descubrió accidentalmente a mediados del siglo XX.
  • Rifampicina: es un antibiótico bactericida semisintético. Se la utiliza para el tratamiento de la tuberculosis y la lepra, y para la profilaxis de una bacteria de la meningitis, entre otros usos.
  • Etambutol: es un antibiótico hidrosoluble y termoestable. Se sintetizó por primera vez en los sesenta. Detiene la proliferación de casi todos los bacilos de tuberculosis que son resistentes a isoniazida, por ejemplo.
  • Pirazinamida: es otro antibiótico contra la tuberculosis que también se usa en combinación con los anteriores para evitar la resistencia de las bacterias.

23,5

millones

de pesos son los fondos que aportará la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica para que los investigadores del LIF y la UNL desarrollen los cuatro antibióticos.

900

personas

mueren por tuberculosis en la Argentina cada año. En el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que un millón y medio de personas fallecen por la enfermedad.