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- La Nación envía apenas 90 centavos por cada plato de comida. Y estas partidas no se actualizan desde hace dos años.
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Recursos para comedores escolares
Existen situaciones concretas que suelen contradecir los discursos grandilocuentes. Desde hace dos años, el gobierno nacional no actualiza las partidas presupuestarias que destina para el funcionamiento de los comedores escolares en todo el país, a pesar de que la inflación acumulada durante todo este tiempo se calcula en más del 50 por ciento.
Pero eso no es todo. En realidad, el problema mayor no radica en la falta de actualización de las partidas, sino en el hecho de que, por cada ración de alimento, la Nación apenas envía 90 centavos.
Es verdad que los fondos nacionales representan un “refuerzo” a los presupuestos que cada provincia debe destinar al funcionamiento de los comedores de las escuelas. Sin embargo, no existe ningún argumento válido capaz de explicar por qué estos montos tan exiguos no han sido actualizados a pesar del proceso inflacionario que el país atraviesa.
En la provincia de Santa Fe, por ejemplo, las escuelas reciben en total 4,80 pesos por cada ración de comedor, y 1,60 pesos por cada copa de leche.
Si bien el presupuesto que destina el gobierno provincial sí ha sido actualizado -de hecho existe un sistema de actualización automática-, desde la Federación de Asociaciones de Cooperadoras Escolares del Departamento La Capital advierten que los recursos son insuficientes para brindar un alimento adecuado a miles de niños y adolescentes que asisten a las escuelas públicas.
Como el dinero no alcanza, los responsables del área se las deben ingeniar como pueden. Obviamente, los chicos no reciben la alimentación prevista en los menúes oficiales. Según los cálculos elaborados por las cooperadoras, se necesitaría un presupuesto mínimo de 10 pesos por comensal para garantizar un plato de comida adecuado.
Existen distintas variables que agravan la situación general. A medida que pasan los años, los planes educativos tienden a que los chicos pasen cada vez más tiempo dentro de las escuelas. En muchos casos, incluso, ya existen establecimientos con sistemas de jornada completa. Éste es uno de los motivos por los que se hace imprescindible garantizarles a los estudiantes una alimentación adecuada.
Hay escuelas secundarias donde también se les ofrece un plato de comida o copa de leche a los alumnos. En estas circunstancias, el sistema prevé que un adolescente de 16 ó 17 años reciba la misma ración de alimentos que se les brinda a chicos de 6 ó 7 años.
Para algunas provincias, la situación es aún más complicada. Debido a la falta de recursos propios o a la decisión política de destinar escasos fondos a los comedores escolares, los responsables de la alimentación de los alumnos de escuelas públicas se las deben ingeniar para elaborar un plato de comida con menos de 4 pesos diarios. De esta manera, miles de niños reciben raciones insuficientes y de bajo valor nutritivo.
Mientras la Argentina no cuente con un verdadero sistema federal de recaudación y distribución de recursos, resulta imprescindible que desde el gobierno central se asista a las provincias con el dinero necesario para que los alumnos de escuelas públicas reciban una alimentación digna.
Los 90 centavos que se envían desde Nación por cada plato de comida, atentan contra el sentido común y representan una verdadera falta de respeto a la dignidad de las personas.
Como el dinero no alcanza, los responsables del área se las deben ingeniar como pueden.