Francesco Tonucci disertó en Santa Fe

“Hoy la escuela tiene que asumir las bases culturales que hemos perdido”

El prestigioso pedagogo italiano dio una conferencia ante un auditorio colmado de docentes. Ponderó la jornada ampliada y pidió que la institución escolar recupere valores que se perdieron con el paso del tiempo.

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Conferencia. Tonucci habló ante un multitudinario auditorio de docentes, directivos de escuelas y funcionarios provinciales. Foto: Mauricio Garín

 

De la redacción de El Litoral

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“Hoy la escuela tiene que asumir las bases culturales que se fueron perdiendo. Esas bases culturales implican, por ejemplo, que el entorno escolar sea un ambiente bello, de disfrute, donde los chicos se sientan como en casa; fortalecer el juego como vehículo de aprendizaje; recuperar la lectura en voz alta de los docentes a los chicos; fortalecer la música, el arte en los patios y en los recreos”.

Esa definición idealista sobre lo que debería ser la escuela hoy -con todos sus conflictos y tensiones actuales-, es la que dio el prestigioso pedagogo italiano Francesco Tonucci, quien esta mañana brindó una conferencia ante un auditorio colmado de docentes que fue a escucharlo. Tonucci fue invitado por el gobierno provincial para brindar la charla “Ser niño en la ciudad de hoy. Un territorio posible entre la seguridad y la autonomía”, en el marco de la Red Provincial del Proyecto La Ciudad de los Niños.

“Debemos respondernos qué debe y puede ser la escuela”, interpeló a los docentes y autoridades presentes, entre ellas las ministras de Educación y de Innovación y Cultura, Claudia Balagué, y María de los Ángeles “Chiqui” González, respectivamente. En este sentido, el experto comenzó ponderando la jornada ampliada (o extendida) que se empezó a implementar en varias escuelas primarias de la ciudad, y en otras tantas de la provincia.

Y se permitió una comparación con un caso de su Italia natal. “Allí, una escuela implementa lo que se llama ‘tiempo lleno’. Los chicos tienen clases ocho horas, están en la escuela hasta las 16.30. Comen allí, tienen tiempo para jugar y para aprender. El desafío está en definir cómo se llena ese tiempo lleno”, dijo.

Luego invitó a reflexionar sobre el lugar que puede ocupar el juego como una instancia más de aprendizaje dentro de un programa escolar. “El juego ocupa un lugar central en el desarrollo vital de los niños. Ayuda a ampliar sus capacidades de crear, inventar, aprender y entender”, expresó Tonucci.

De los chicos

“Sabemos que la escuela es de las instituciones gubernamentales; de los programas curriculares, de los directivos, de los docentes. Pero debemos empezar a considerar que la institución escolar tiene que ser de los chicos, que son los verdaderos protagonistas del proceso de aprender”.

Para esto, según Tonucci, hay que empezar a entender “los profundos cambios y transformaciones entre la escuela de antes y la escuela de hoy”, señaló el experto. Y disparó otra reflexión a los presentes: “Pensemos en una escuela donde los niños puedan hacer lo que más les gusta hacer, y sólo eso”.

Ideal de escuela

“¿Cómo debería ser la escuela de hoy? Pues bien: la escuela debería ser para todos, amplia e inclusiva, para todos y para cada uno de los chicos. Un lugar donde se viva bien. La escuela debe ser un lugar bello. ¿Acaso no nos sentimos bien en un lugar propio y bello, como la casa de cada uno, dependiendo de las posibilidades materiales de que se disponen. Con la escuela tiene que ocurrir lo mismo: debe ser un lugar bello donde los niños ‘vivan’ a gusto, como en su casa”, definió.

Y volvió sobre la idea de recuperar desde la institución educativa los valores y las transferencias intergeneracionales que se perdieron con el paso y el cambio de los tiempos: “Hoy, la escuela tiene que asumir las bases culturales que la sociedad perdió, que todos perdimos. Antes, los papás leían a sus hijos cuentos o novelas en voz alta, por ejemplo. Hoy eso dejó de ocurrir”.

Entonces, la nueva escuela “debe convertirse en un ambiente bello; debe recuperar la lectura y enseñar a leer en voz alta. Los docentes deben leer en voz alta novelas por tramos a los alumnos. Hay que dedicarle a esto un tiempo fijo a la lectura a viva voz, a la música, al arte, a las huertas, a los talleres creativos”, pidió.

" Hoy la escuela tiene que ser un lugar que acoja y reciba a todos los niños, sin excepción”, subrayó Tonucci.