El nuevo edificio se integra a la Escuela Primaria de la UNL

El jardín La Ronda estrena casa

Esta mañana se realizó el acto inaugural. La institución funciona en 9 de Julio 2852 y forma parte de un complejo educativo con el nivel primario. Un día festivo.

De la Redacción de El Litoral

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El tiempo frío y ventoso no opacó la alegría de los niños del Jardín de Infantes La Ronda que esta mañana estrenaron casa nueva. Las flamantes instalaciones fueron construidas en 9 de Julio 2852, al lado -y en forma integrada- al edificio de la Escuela Primaria de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

A las 11 tuvo lugar el acto inaugural con la presencia del rector de la UNL, Albor Cantard; de la directora del Jardín La Ronda, Laura Corral; del director de Obras y Servicios Centralizados de la UNL, Arq. Marcelo Saba; entre otras autoridades universitarias, docentes, alumnos y padres. El intendente José Corral también participó de la ceremonia “en calidad de padre”, según dijo.

El nuevo jardín se erige a pocas cuadras de su actual ubicación (Obispo Gelabert al 2800). “Concretamos un sueño que empezamos a pergeñar unos años atrás cuando decidimos trasladar la imprenta y la obra social de la UNL, para darle un lugar definitivo a la Escuela Primaria y ahora al Jardín La Ronda. De esta manera, se conformó un complejo educativo donde ambas instituciones funcionarán juntas, aunque con ingresos independientes y espacios propios”, dijo el rector Cantard a El Litoral.

La obra comprende una planta baja y dos pisos superiores que mantienen el lenguaje arquitectónico de la escuela primaria. Las salitas del jardín están pensadas y equipadas para cada edad, con las cunas para los bebés de 45 días en adelante, y las mesitas, armarios y juegos a medida de los niños de 2, 3, 4 y 5 años.

La interpretación del Himno Nacional estuvo a cargo de la Banda de Música de la Ciudad de Santa Fe. Luego hubo palabras alusivas, el tradicional corte de cintas y el primer izamiento de la Bandera protagonizado por los pequeños.

“A lo largo de la historia educativa del país, muchas instituciones han tenido que peregrinar por distintos inmuebles que no fueron pensados para una escuela. Nuestro jardín La Ronda comenzó en la llamada ‘casa de los números’ que pertenecía a la Facultad de Ingeniería Química por 1º de Mayo. Luego tuvimos un anexo en una casa de familia y después nos trasladamos al edificio de Obispo Gelabert”, recordó Laura Corral, que está al frente de una institución con 250 alumnos.

La directora del jardín subrayó que “las escuelas son un manifiesto frente a la sociedad del lugar que ocupa la educación”, por lo que se mostró “orgullosa” de inaugurar “este edificio que cuenta con calidad constructiva y una estética dignas de destacar. Y también porque representa una apuesta muy fuerte de la universidad hacia el nivel inicial y habla del modo en que esta generación de universitarios se propone alojar a los más pequeños”, subrayó Laura Corral.

Por su parte, Cantard inició su alocución con una pregunta que suelen hacerle en su calidad de rector. “¿Por qué una universidad nacional tiene que tener un jardín de infantes, una primaria y escuelas secundarias? Y la respuesta es que no hay razones para no hacerlo y sí hay muchos motivos para contar con estas instituciones de distintos niveles”.

Tras reconocer que “el camino de la obra fue largo y estuvo agravado por el contexto económico recesivo”, el rector indicó que “finalmente pudimos inaugurar este edificio que convivirá con el de la escuela primaria en un maravilloso complejo para el aprendizaje. Estamos convencidos de que un buen ámbito para el desarrollo de las actividades académicas, es una condición indispensable para lograr mejores resultados”, cerró.

Instalaciones

En la recorrida, los chiquitos expresaban su alegría al descubrir las iluminadas aulas y los juguetes nuevos. Con un ingreso diferenciado, el jardín cuenta en planta baja con salas para niños de 4 y 5 años, un Salón de Usos Múltiples (SUM) pensado para funcionar como patio cubierto donde puedan desarrollarse diversas actividades lúdicas, cocina, sanitarios, patios exclusivos para cada salita y uno de uso común. La dirección, vicedirección y dependencias comunes, se ubican de manera tal que se relacionen fluidamente ambas instituciones.

En el primer piso se ubican la sala de bebés, un dormitorio, un cambiador, salas para niños de 1, 2 y 3 años con sus correspondientes expansiones privadas, una sala de informática, el Salón de Usos Múltiples para uso general de las tres edades, sanitarios y locales de servicio para el personal.

El segundo piso se integra a la Escuela Primaria de la UNL, alojando cuatro aulas correspondientes a 6º y 7º grado, una sala de informática, la biblioteca multimedial y los servicios sanitarios.

El dato

Inversión

Con una superficie cubierta total de 911 m2 y 135 m2 descubiertos para uso exclusivo del jardín, la obra demandó alrededor de dos años de trabajo y una inversión de 8,5 millones de pesos, según dijo a El Litoral el director de Obras y Servicios Centralizados de la UNL, Arq. Marcelo Saba. “El proyecto logra independizarse en lo necesario y compartir determinados espacios comunes con la primaria, aumentado la capacidad instalada. Cada sala toma la modalidad de tener una pequeña expansión propia. Además, el segundo nivel se integra a la superficie perteneciente a la escuela primaria, como ampliación de la misma”, destacó el arquitecto.