Por sus aportes a la ciencia
Por sus aportes a la ciencia
Importantes distinciones para dos investigadores de la UNL
Carlos Querini, ingeniero químico, recibió el premio Jorge Sábato, y Diego Milone, bioingeniero, el premio Houssay. Los galardones forman parte de la Distinción Investigador/a de la Nación Argentina que anualmente otorga el Poder Ejecutivo por la labor en el sector científico-tecnológico.
Diego Milone, premio Houssay, y Carlos Querini, premio Jorge Sábato, ambos desempeñan su labor en distintas casas de la UNL.
Foto: Prensa UNL y Archivo El Litoral
Prensa UNL- El Litoral
El trabajo y la trayectoria de dos investigadores de la Universidad Nacional del Litoral fueron reconocidos con la Distinción Investigador/a de la Nación Argentina, que premia las contribuciones de los investigadores en la producción de nuevos conocimientos, el impacto social y productivo de las innovaciones tecnológicas y en la formación de recursos humanos.
En la edición 2013, Carlos Querini, doctor en Ingeniería Química, investigador principal del Conicet y docente en la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), ganó el premio Jorge Sábato, una distinción especial para los investigadores que cuenten con un historial sobresaliente en transferencias y desarrollos tecnológicos con impacto económico-productivo en sectores críticos para el desarrollo del país. En tanto, el Dr. Diego Milone, investigador independiente del Conicet y docente en la Facultad de Ingeniería en Ciencias Hídricas (Fich), recibió el premio Bernardo Houssay, por su sostenida producción científica y su significativa actividad de transferencia tecnológica de alto impacto hacia el sector productivo especialmente en el área de la salud.
Asombrado todavía por esta buena nueva, Querini se mostró sorprendido de que se haya reconocido una disciplina como la suya, que en general no tiene tanto impacto en el público masivo. “La verdad es que no esperaba que se elija a alguien del área de ingeniería de procesos”, dijo. En igual sentido se pronunció Milone, para quien el premio representa una gran responsabilidad. “Este premio le da mucha visibilidad a la institución y al grupo, ése es el componente que encuentro más importante”, dijo.
Organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la distinción Investigador/a de la Nación Argentina es un reconocimiento que otorga el Poder Ejecutivo Nacional e incluye tres tipos de galardones: el Premio Houssay que se entrega en cuatro áreas a investigadores menores de 45 años, uno de los cuales ganó Milone; el Premio Houssay Trayectoria, que se otorga también en cuatro diferentes disciplinas, y un premio Jorge Sábato, que ganó Querini. Entre los galardonados con el premio Houssay Trayectoria se designará al Investigador del Año de la Nación Argentina, durante la ceremonia de entrega de premios en noviembre próximo.
Dos disciplinas, la misma pasión
A pesar de trabajar en áreas muy diferentes, la historia de Carlos Querini y Diego Milone tiene muchos puntos en común. Apasionados por la investigación científica, ambos destacan el crecimiento del desarrollo tecnológico en Argentina y la importancia que ganó la vinculación entre la universidad y las empresas. Los investigadores incluso coinciden a la hora de criticar ciertos vicios del sistema, que los alejan de su tarea diaria, de una pasión que comenzó desde muy jóvenes.
Querini trabaja en la Facultad de Ingeniería Química y desarrolla sus investigaciones en el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape), donde está a cargo de un equipo que, entre otros temas desarrollados para empresas, participó en el nacimiento de la industria de biodiésel en Argentina. “En mi grupo, trabajamos en el desarrollo de tecnología, habiendo colaborado en la exportación de plantas, diseñando plantas chicas, modificando y mejorando plantas de gran capacidad, colaborando en la formación de técnicos de gran cantidad de empresas, desarrollando métodos analíticos, y en general, cubriendo todos los aspectos de una industria que en Argentina nació hace quince años, que hoy exporta por 1.500 millones de dólares y está sustituyendo el 10 % del gasoil que se consume en el país”.
Diego Milone tiene más ideas que tiempo para concretarlas. Por eso, no es un gran fanático de los premios, no por el reconocimiento en sí mismo sino por la exposición que viene con ellos. Lo sabe porque en 2012 recibió el Sadosky de Oro, otorgado por la Fundación Sadosky y la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos de Argentina (Cessi) en reconocimiento al mejor trabajo de investigación colaborativo industria-academia. Lo suyo, dice, es la investigación.
Egresado de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner), en 1999 partió a España a realizar un doctorado en la Universidad de Granada. Allí se especializó en reconocimiento automático del habla, una de las líneas de investigación a partir de la que se creó el Centro de Investigación en Señales, Sistemas e Inteligencia Computacional -Sinc(i)- de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL.
Milone trabaja sobre diferentes líneas de investigación dentro de las dos ramas principales del Sinc(i), la inteligencia artificial y procesamiento de señales, en donde tiene varios frentes abiertos. “Se me ocurren 800 ideas por día, a 799 sólo las puedo ir anotando, no me da el tiempo. Ojalá uno tuviera un día de 200 horas para dedicarse”, contó.