Frente al Arzobispado de Santa Fe
Frente al Arzobispado de Santa Fe
Sadop protesta por las malas condiciones de una escuela
Sin baños ni agua. Delegados del gremio se manifestaron en calle General López al 2700, frente a la sede del Arzobispado local. Foto: Mauricio Garín
De la Redacción de El Litoral
El Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) seccional Santa Fe realizó esta mañana una protesta frente al Arzobispado de Santa Fe para reclamar por la insuficiente provisión de agua potable y las inadecuadas instalaciones sanitarias de la escuela secundaria San Vicente del Paul, que es una institución privada parroquial dependiente del Arzobispado santafesino.
Con carteles, volantes y bombos, los delegados sindicales se manifestaron en la calle -por General López al 2700- para hacerse escuchar por las autoridades eclesiales. “Venimos a reclamarle al Arzobispado de Santa Fe, que es la entidad propietaria de la escuela San Vicente de Paul, que cumpla con la intimación efectuada por el Ministerio de Trabajo de la provincia por las malas condiciones del edificio escolar”, dijo Patricia Mounier, secretaria gremial del Sadop Santa Fe.
Según refirió la gremialista, hace tres meses, el Sadop pidió una inspección de la cartera laboral debido al pésimo estado de higiene y seguridad laboral del personal docente y de los asistentes escolares.
“En la escuela hay un solo pabellón sanitario que comparten más de 100 alumnos y 20 docentes, y que además está todo roto. Como bebedero, hay una sola canilla con un vaso plástico que usa toda la comunidad escolar con la consiguiente posibilidad de contagio de cualquier bacteria. Es decir, que las condiciones son absolutamente antihigiénicas y poco seguras”, describió Mounier.
El sindicato repartió a la prensa una copia del acta del Ministerio de Trabajo, fechada el 29 de mayo, mediante la cual se intima a “adecuar los baños separados por sexo para uso exclusivo de los trabajadores docentes y no docentes del establecimiento” y a “colocar bebederos ya que actualmente sólo se cuenta con una canilla”.
“Han pasado tres meses desde esa intimación y ni una bolsa de cemento se ve. Nada ha pasado aún y sabemos que el Arzobispado ha pedido prórrogas, argumentando que no tiene plata”, se quejó la secretaria gremial del Sadop.
Faltan obras
“El problema es que la escuela, ubicada en calle Mocoví al 10000 del barrio Monseñor Zazpe, empezó a funcionar, pero no se hizo ninguna obra de infraestructura para readecuar las instalaciones. En cualquier escuela se exigen baños para docentes, por un lado, y para alumnos por otro, para ambos sexos y en condiciones”, indicó la dirigente.
Mounier dijo que hicieron la presentación ante la cartera laboral porque el establecimiento funciona como una entidad privada parroquial. Si bien admitió que los chicos no pagan cuotas porque “son de un contexto social complejo”, la gremialista aseguró que “el Arzobispado no necesita sacar dinero de fondos propios para pagar sueldos docentes ni aportes porque esta escuela tiene subvención estatal; pero sí tiene la obligación de mantener las normas mínimas de higiene y seguridad del edificio”.
La secretaria gremial del Sadop se reunió, luego de la protesta, con el delegado episcopal para la Educación del Arzobispado. “Le vamos a presentar una notificación, informándole que si las obras no empiezan en una semana, tomaremos otras medidas de acción”, señaló Mounier, antes de entrar al recinto. También pidió públicamente al Ministerio de Trabajo que proceda a sancionar el “incumplimiento” de la intimación.