Se distribuye en las escuelas
Diseñan un instructivo para prevención del “ciberdelito”
- La Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes diseñó folletos con las medidas preventivas que se deben adoptar para proteger a los chicos del acoso y la violencia en las redes sociales. Contiene información para docentes y padres.
Los padres y docentes deben conocer los códigos, lenguajes, usos y consumos vinculados al mundo virtual para poder hablar el “mismo idioma” que los chicos y adolescentes.
Foto: Luis Cetraro
Mariela Goy
La Defensoría Provincial de Niñas, Niños y Adolescentes lanzó una campaña de prevención contra el “ciberdelito” dirigida a docentes y padres. La folletería se está distribuyendo en las escuelas en articulación con el Ministerio de Educación y contiene un instructivo básico para proteger a los chicos del acoso y la violencia en las redes sociales.
“Los niños de hoy son nativos digitales. Desde muy pequeños aprenden a manejar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y a navegar por Internet. Las personas adultas debemos cuidarlos y proteger su integridad como en otros ámbitos y procesos de crecimiento y aprendizaje de la vida”, sostiene la Defensoría en el folleto.
“Que a tod@s nos guste esto: no al acoso en las redes sociales” es el eslogan de la campaña que comenzó a gestarse hace un par de meses durante un panel realizado en Rosario sobre ciberdelitos. Una de las primeras recomendaciones que hace el organismo a padres y docentes es conocer los códigos, lenguajes, usos y consumos vinculados al mundo virtual para poder hablar el “mismo idioma” y entablar una relación cercana con los hijos y alumnos en relación con la tecnología.
“A muchos adultos les cuesta usar las nuevas tecnologías, pero no les queda otra que aprender. Si se sienten completamente inhabilitados, deben recurrir a otra persona de confianza del niño -puede ser un hermano mayor o un tío-, que hable el mismo lenguaje del mundo virtual”, sugirió Analía Colombo, titular de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes, en diálogo con El Litoral.
sobre las fotos
Colombo advirtió que “todo lo que se sube a Internet es difícil o casi imposible de borrar. Es importante que los chicos incorporen este concepto porque ellos suelen subir fotos a las redes sociales sin medir consecuencias”.
En el protocolo de la Defensoría, se hacen las siguientes sugerencias: “No enviemos fotos ni videos que deseamos mantener en la privacidad, tanto a personas desconocidas como conocidas. No publiquemos fotos de otras personas sin su permiso. No utilicemos la cámara web cuando chateamos con desconocidos. Recordemos que cuando una imagen comienza a circular en Internet es difícil de borrarla”.
La primera parte del folleto aborda el derecho de los niños y adolescentes a la libertad de expresión, a opinar y a ser oídos, también a través de las redes sociales. “Los adultos tenemos que garantizar ese derecho y estar atentos a si hay una vulneración de los mismos. Si detectamos que nuestro hijo está sufriendo algún acoso a través de Facebook, no debemos culpabilizar ni victimizar al niño. Más bien, debemos encarar el problema a través del diálogo y el afecto, no desde la responsabilización porque eso hará que el chico se aleje”, remarcó la defensora de la Niñez.
Cuidar al niño
La Defensoría también sostiene que es importante “no compartir la contraseña, a excepción de los niños a quienes sí les pedimos que las compartan con un familiar o persona adulta de confianza”.
De esta manera, “los padres podrán estar al tanto sobre qué publican los hijos, quiénes son sus amigos, con quién están manteniendo una conversación o con quién podrían generar un encuentro. Un niño puede ser persuadido muy fácilmente a través del engaño por un adulto que persigue fines sexuales”, añadió Colombo.
El organismo sostiene que el adulto debe cuidar, acompañar y guiar a los niños y adolescentes, dialogar con ellos, escucharlos y observar si expresan tristeza o cambios en la conducta y el humor. En caso de que detecten a un acosador, recomiendan denunciarlo y, antes que nada, guardar conversaciones, mensajes, capturas de pantalla, imágenes, cambiar las contraseñas de las cuentas en las redes sociales y configurar su privacidad.
“Tenemos el caso de una niña que se comunicó ella misma con la Defensoría porque era acosada a través de las redes sociales. Tuvimos la posibilidad de contactar con un adulto responsable y poder protegerla de ese entorno de vulneración. Los adultos no deben tener miedo de denunciar estas situaciones”, dijo Colombo.
" A muchos adultos les cuesta usar las nuevas tecnologías, pero no les queda otra que aprender, o recurrir a otra persona que hable el mismo lenguaje del mundo virtual que el niño o adolescente.
Analía Colombo
Defensora de Niños y Adolescentes
¿De qué hablamos cuando decimos...?
CIBERACOSO. Cuando un niño o adolescente es atormentado, amenazado, acosado, humillado o avergonzado “por un adulto” por medio de Internet, medios interactivos, tecnologías digitales o teléfonos celulares.
CIBERBULLYING. Cuando un niño o adolescente es atormentado amenazado, acosado, humillado o avergonzado “por otro niño o adolescente” por medio de Internet, medios interactivos, tecnologías digitales o teléfonos celulares.
GROOMING. Es la conducta de una persona adulta que realiza acciones deliberadas para establecer lazos de amistad con un niño en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del niño o, incluso, como preparación para un encuentro.
SEXTING. Se refiere al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos celulares.
El dato
Contraseñas
Otra de las recomendaciones es colocar contraseñas en todos los dispositivos que usen: celular, tablet, netbook, notebook o computadora de escritorio. Estas claves deben ser seguras y combinar números y letras. Además, deben evitar contener datos personales como nombre y fecha de nacimiento, DNI o la secuencia numérica “12345”. El instructivo también sugiere: evitar usar la misma contraseña para todas las cuentas, ya que si alguien accede a una podrá ingresar a todos los espacios donde se la use; configurar la privacidad en las cuentas de redes sociales para que sólo los contactos habilitados puedan acceder al material que se publica; evitar usar nombres completos como nick o casillas de correo electrónico; prestar atención a los datos personales que se cuelgan en la red.
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