Los niños pusieron “manos a la tierra”
Construyen hornos de barro en dos escuelas
Los niños pusieron “manos a la tierra”
Construyen hornos de barro en dos escuelas
Una jornada diferente. La actividad entusiasmó a los alumnos de la escuela primaria Raimundo Peña, del barrio Villa Hipódromo .Foto: Guillermo Di Salvatore
De la Redacción de El Litoral
El Programa Sabores y Saberes, del Ministerio de Educación de la provincia, busca fortalecer lazos entre las escuelas y sus comunidades a partir de la idea de “comensalidad”. La cartera educativa impulsa la construcción de hornos de barro de uso comunitario, en los establecimientos de la ciudad, entre otras acciones tendientes a que los alumnos experimenten los saberes vinculados con la alimentación, el cultivo y la producción de las comidas, además de generar construcciones colectivas que colaboren en el fortalecimiento del entramado social.
La “comensalidad” implica comer y beber juntos alrededor de la misma mesa, lo cual representa una de las referencias más ancestrales de la familiaridad. “Es tener un lugar para vincularse, que no sea únicamente para llenarse la panza, sino para contar lo que les sucede, para crear vínculos y relacionarse con amor entre todos los integrantes del barrio”, dijeron Mónica Domínguez y Daniela Pascual, dos coordinadores del Programa Sabores y Saberes, que días atrás estuvieron en Villa Hipódromo.
La jornada se desarrolló en el Taller Manual 181 Puerto Argentino, ubicado en Lavaisse 4315, y contó con la participación de los alumnos de la Escuela Primaria 821 Raimundo Peña, y de los papás del Jardín de Infantes 142 y del Jardín Maternal Municipal.
La idea del horno es recuperar las tradiciones, las recetas que hacían las abuelas con levadura, como el pan casero o las pizzas, para compartirlas con las familias y vecinos. La propuesta tiene como objetivo ampliar el horizonte de la escuela como institución social en el espacio público.
En ese sentido, “la construcción del horno es casi una excusa para generar un espacio de encuentro entre los chicos entre sí y con sus familias”, indicaron las coordinadoras. El Programa Sabores y Saberes se inició hace 3 ó 4 años en Rosario y éste es el primer año que se realiza en Santa Fe. Participan cuatro territorios de la ciudad con características comunes que congregan a varias instituciones educativas.
Manos en el barro
Los alumnos de la escuela Raimundo Peña estaban más que contentos, poniendo las manos en el barro y colaborando con el director del Taller 181, Adrián López, que era quien llevaba la batuta del grupo infantil.
“Hola, me llamo Luna y quiero decir que es muy difícil hacer un horno de barro, nos va a tomar unos días”, dijo con ternura e ingenuidad una de las niñas ocupadas en la tarea.
“¿Cómo se hace un horno de barro? Primero hay que sacar tierra y mojarla, ponés todo en un balde y hacés bolitas, y casi a lo último le vamos dando la forma al horno; también lleva ladrillos en la base”, contaron Sofía, Zaira, Natasha, Caterina, Antonella, Agustina, Micaela y Aarón, todos alumnos de la primaria Raimundo Peña. Al iniciar el día, los chicos compartieron un gran desayuno con las familias.
El director del Taller 181 aportó que “teníamos espacio en el patio para hacer el horno y nos pareció bárbaro en pos de la integración de Villa Hipódromo con sus escuelas, sumarnos a esta actividad. Nos entusiasmó mucho la idea y acá estamos, construyéndolo. Después, los chicos van a cocinar en el horno y se van a generar actividades para compartir con los papás”, sostuvo López.
Otra jornada similar se realizó en el barrio Santa Rosa de Lima, con la participación de la Escuela Nº 809 y el Jardín Nº 74.
“La base está”. El director del Taller Manual 181 llevaba la batuta del grupo infantil que ponía ladrillos para cimentar el horno.
Foto: Guillermo Di Salvatore