Organizado por el Ministerio de Educación y la Fisfe

Hubo 250 asistentes en un nuevo Congreso de Educación Técnica

Alumnos, docentes y empresarios se reunieron para debatir sobre los desafíos de la formación técnico-profesional. Más articulación entre escuelas, la producción y el sector industrial fue el eje.

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Buena convocatoria. El 2º Congreso de Educación Técnica reunió en un mismo ámbito a alumnos, docentes y representantes de empresas locales y regionales.

Foto: Flavio Raina

 

De la redacción de El Litoral

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Se realizó hoy el 2º Congreso de Educación Técnica en la ciudad, que reunió a unos 250 alumnos de escuelas de esa modalidad y docentes, y a unos 40 industriales presentes, para discutir sobre los desafíos de la formación técnico-profesional, con charlas, ponencias y talleres. El lugar del evento fue la Escuela Técnica Nº 480 Manuel Belgrano, ubicada en Moreno al 3000.

La recomposición del sistema después del desguace durante la década del ‘90, la currícula pensada en base a las nuevas necesidades de producción local y regional, una mayor articulación entre las escuelas y las industrias locales a través de las prácticas profesionalizantes y el emprededorismo, fueron algunos de los ejes abordados durante el evento.

El lema de congreso sintetizó los ejes del encuentro: “Educación y Producción. Dos claves para el desarrollo”. Fue organizado por el Ministerio de Educación Provincial y la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), con el acompañamiento de la Unión Industrial de Santa Fe (Uisf) y de las distintas cámaras industriales.

Desafíos

“El encuentro entre el mundo de la educación, de la producción y del trabajo siempre es bienvenido. La provincia valora, en el cambio de la matriz productiva actual, la importancia de propiciar estos acercamientos. Cuanto más entendamos estos dos mundos -educación y producción- mejor vamos a estar preparados para los desafíos que se vienen”, dijo a la prensa Jorge Márquez, secretario de Educación.

“Que los alumnos puedan ingresar en las empresas y terminar su formación en el mundo del trabajo con las prácticas, le agrega un plus de calidad a su formación y los prepara mucho mejor para el futuro. En una práctica profesionalizante, el alumno puede vivenciar las relaciones laborales. No hay otra forma de aprender un oficio técnico sino a través de la práctica”, resaltó el funcionario de la cartera educativa.

Para el titular de la Uisf, Alejandro Taborda, “la provincia de Santa Fe fue la primera en recomponer la escuela técnica, después de 30 años de destrucción sistemática de las escuelas, los talleres y las industrias regionales. Hoy estamos de pie, y se está transformando a la industria santafesina para que reciba a los alumnos practicantes, que sólo allí aprenderán el oficio: en la fábrica”, resaltó.

“Hoy necesitamos alumnos emprendedores con ganas de trabajar, docentes especializados que puedan enseñar, e industriales que abran sus puertas para que los alumnos aprendan lo que es una fábrica por dentro”, enfatizó Taborda.

“Abrir cabezas”

Raúl Fridman, vicepresidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Santa Fe y representante de Fisfe ante el Ministerio de Educación, dio un dato alentador: “Desde el año pasado a la actualidad, cuadruplicamos la cantidad de alumnos incorporados en prácticas profesionalizantes en industrias”.

E insistió en empezar a construir una relación más fluida entre el sector privado y el Estado, con el fin de armar planes de trabajo que sirvan para achicar la brecha del perfil entre lo que requiere la industria y la formación que brinda la escuela. “Tenemos que trabajar para abrirle la cabeza a los industriales y a los funcionarios”, dijo.

“Debe haber un trabajo conjunto entre nosotros, las industrias y las escuelas, gestionando internamente para que estos encuentros se lleven a cabo. Es un camino de doble vía: la escuela tiene que llamar a la empresa, y el empresario tiene que vincularse con las escuelas técnicas”, concluyó Fridman.

Al cierre del congreso tenían previsto asistir el gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti, y los ministros de la Producción y de Trabajo, Carlos Fascendini y Julio Genesini, respectivamente.