Mirada desde el sur
Mirada desde el sur
Manual de secretos santafesinos (I)
Raúl Emilio Acosta
La pelea por la gobernación de la provincia de Santa Fe se da entre dos Miguel. Miguel Torres del Sel, de aquí en adelante el Midachi y el ingeniero Miguel Lifschitz, de aquí en adelante Miguel.
Miguel es rosarino, ingeniero y titular de una línea interna (rosarina) del socialismo provincial, con muchísimos años en el partido y el armado propio de un ingeniero. Es un socialista de paladar negro y entramado político de muchos años. Funcionario desde que el partido comenzó a gobernar la ciudad con Héctor Cavallero.
El Midachi es santafesino, cómico de profesión, su pertenencia es el protoperonismo. Amigo circunstancial de todos los políticos durante treinta años. Un muchacho que no tuvo una construcción política. La empresa PRO averiguó la trayectoria del Midachi, con enclave en el corazón santafesino, y lo colocó donde está. Un acierto. Un gol de media cancha.
Hoy las encuestas las gana el Midachi. Falta mucho hasta febrero de 2015, fecha de cierre de listas y, de hecho, falta más hasta las internas de mayo y las generales de junio/julio (tal vez reacomoden las fechas, hoy con una fisura, sin superposición de candidaturas entre provincia y nación).
El lío se arma al aparecer los partidos, porque el PRO no es un partido político, es una empresa, que tiene CEOS y gerentes regionales, pero nada de nada de armado partidario. Una superestructura para la candidatura del empresario Mauricio Macri y contratos territoriales de aparcería para sostenerla. En las encuestas el FPCyS le gana por escándalo al PRO.
Hoy no tienen definición los radicales agrupados tras Mario Barletta, ex intendente santafesino, diputado nacional que languidece, lejos de los focos de la UCR nacional y de los problemas de gobierno municipal y provincial.
La figura radical más votada en el sur es un abogado, ejecutor fiscal y concejal (en su momento fue expulsado por sus pares por esta doble tarea y repuesto por la Justicia). El doctor Boasso ha tomado café con Macri y con Massa. Es difícil que vuelva al redil (FPCyS). No hay otro radical con sus votos en el sur.
En la ciudad de Santa Fe conviven dos radicales, el vicegobernador, Jorge Henn y el intendente: Corral. Corral quiere ser jefe del radicalismo. Henn quiere crecer.
El descalabro radical lo resolvió Hermes Binner en 2007. Armó su fórmula con Griselda Tessio. El radicalismo repite incapacidad para gestar un dirigente provincial. Dependen del socialismo.
El panorama de la coalición de gobierno se termina de describir mencionando al sector Giustiniani. Por 8 años diputado nacional, por 12 años senador nacional, tiene una memoria partidaria. El cargo de senador tiene nombre y apellido: Antonio Bonfatti. Dura opción de Giustiniani. Gobernación, Intendencia, primera diputación nacional, otra vez senador. A su casa, difícil que lo manden
Santa Fe renueva 10 diputaciones nacionales en 2015. Si Bonfatti es el senador y Miguel gana la gobernación es posible que los dos senadores sean del FPCyS. Con Griselda Tessio, Alicia Ciciliani, María Elena Barbagelatta, Mónica Bifarello pondrían el cargo en alguien con espaldas de trabajo político. Acaso lo usen para compensar cargas y compromisos y elijan a otra señora que no tenga CV pero acalle compromisos familiares. Será duro de explicar. Agregado en presión barométrica. El socialismo es el único partido de oposición nacional con dirigentes sub40 que están tocando timbre. Vienen de la universidad. No son “los camporitos”, pero.
¿Quién el vice? ¿Un radical independiente de dónde? ¿De San Justo? ¿Quién el senador provincial por Rosario? Hay 50 diputados provinciales, el ganador se lleva 28. Ojo, de los 28 puestos seguros 10 deben ser mujeres en orden alternado y ordenado. ¿Y los radicales que entren por la ventana de la interna del FPCyS? Uff. Perdón. ¿Y la Coalición Cívica? Más gente, para los mismos cargos.
En el vivac del Midachi la amenaza es un reparto pampa entre tironeos y borracheras en la fogata nocturna. Delegados de Macri, amigos del Midachi, peronistas de Reutemann. Mucho sitio y poco orden. En sustancia si Macri no tiene ideología y sólo sabe qué cosas no quiere, hay que imaginarse el tema desde el corazón del Midachi, que también sabe qué cosas no quiere pero son otras.
¿Y Scioli, Massa y el peronismo K? Tienen sus secretos. Los diremos. Como en las series yanquis: “to be continued”.