EDITORIAL
EDITORIAL
Luego del paro, los docentes deciden
En las próximas horas, los maestros de toda la provincia determinan si aceptan o rechazan la nueva oferta salarial del gobierno.
Tal como se preveía, el gobierno provincial retocó la oferta salarial a los docentes y los gremios se aprestan a definir internamente si aceptan o rechazan la propuesta.
En realidad, los márgenes para mejorar el planteo inicial siempre fueron exiguos. No sólo porque los docentes no representan el único sector que negocia en paritarias con el gobierno central; sino porque, además, el ofrecimiento original no ameritaba los cuatro días de paro que los maestros de toda la provincia llevaron adelante durante las dos primeras semanas de clases.
En este caso, el gobierno decidió llevar a un 21 por ciento el pago del aumento correspondiente a marzo, lo que implica un incremento del 3 % (para todos los cargos) respecto de la oferta que había sido rechazada. Mientras tanto, en julio se abonará el 10 % de aumento restante. También se adelanta el pago del monto destinado para ropa de trabajo, que en lugar de pagarse en diez meses, se abonará en cinco. Por lo tanto se duplica el monto del beneficio que pasa a ser de 240 pesos. También se mantiene la cifra correspondiente a material didáctico en 1.600 pesos. Además, desde el Ministerio de Educación se adelantó que, en caso de que los maestros acepten la propuestas, no se les descontarán los días no trabajados.
La huelga debería ser una respuesta extrema. Sobre todo, cuando se trata de un servicio esencial como la educación, equiparable a prestaciones básicas como la salud, la justicia o la seguridad.
Una vez más, el futuro de este conflicto está en manos de los docentes. Sobre todo, de aquellos que integran el gremio de Amsafe, fuertemente afectado durante los últimos años por corrientes internas que apelan indefectiblemente a la ruptura de todo tipo de negociación y que han logrado echar fuertes raíces en el departamento Rosario.
Habrá que reconocer que los máximos dirigentes del gremio a nivel provincial impulsaron la aceptación de la oferta salarial del gobierno. Desde un principio, ellos fueron conscientes de que no estaban dadas las condiciones como para tensar tanto la cuerda, dejar a los chicos sin clases y arrinconar de esta manera a un gobierno que se esforzó por garantizar un comienzo de año en paz.
El replanteo de la situación interna de Amsafe se hace imprescindible, así como también es necesario que los maestros de toda la provincia recapaciten a la hora de hacer valer sus derechos y no transgredan ciertos límites que ponen a la educación en jaque. Sobre todo, cuando la oferta salarial santafesina fue una de las mejores de todo el país y cuando se sabe que existen otros factores externos, como por ejemplo la creciente sucesión de feriados, que atentan contra la asistencia de los chicos a las escuelas.
La dirigencia del Sadop, gremio que representa a los docentes particulares, también debería analizar su actitud. Si bien es cierto que la situación de Amsafe suele colocarlos en una posición políticamente incómoda, se trata de dos sindicatos diferentes y autónomos. En definitiva, no tiene demasiado sentido que los maestros de escuelas privadas repliquen indefectible e históricamente las decisiones de sus pares de Amsafe.
El gobierno aseguró desde un principio que descontaría los días no trabajados a los docentes, pero finalmente cambió su postura. En todo caso, lo mejor sería que las autoridades no vuelvan a plantear descuentos que no están dispuestas a aplicar. De lo contrario, lo que pierde valor es la palabra. Y nada menos, que la palabra de quienes gobiernan.
Lo mejor sería que las autoridades no vuelvan a plantear descuentos que no están dispuestas a aplicar.