editorial
- Empresas del interior de la provincia ya recurrieron a la Justicia ante la imposibilidad de abrir los domingos.
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Acerca de la ley de descanso dominical
La situación no sorprende demasiado. Luego de que la Legislatura de la provincia sancionara el año pasado la denominada “Ley del descanso dominical” para empleados de grandes superficies comerciales, se sabía que existían manifiestas probabilidades de que las empresas afectadas recurrieran a la Justicia.
Y así ocurrió. Primero fue en Rafaela, luego en Reconquista, donde la Justicia hizo lugar a un recurso de amparo y ordenó que, durante 90 días, el supermercado que realizó el reclamo pueda mantener sus puertas abiertas los domingos, mientras se resuelve la cuestión de fondo. En Villa Gobernador Gálvez, los empresarios amenazan con seguir el mismo camino.
En realidad, los legisladores aprobaron esta ley frente a la presión del sector gremial, pero transfirieron a los concejos municipales la responsabilidad de adherir o no a la norma. Así, en ciudades más chicas se avanzó en la implementación del descanso dominical. En algunos casos, de manera consensuada entre el sector empresario, el sector político y el sindicato. En otros, sin embargo, se generaron situaciones de conflicto que en estos momentos están lejos de solucionarse.
Mientras tanto en Rosario, como en Santa Fe, los concejos municipales vienen postergando el debate sobre un tema a todas luces difícil. Tanto es así que, en la capital provincial, ningún concejal presentó un proyecto al respecto, a pesar de que la ley fue aprobada hace casi un año en la Legislatura.
Representantes del oficialismo en el Concejo local advirtieron, incluso, que la ley muestra debilidades desde el punto de vista jurídico. Entre otros puntos, destacaron que todo lo concerniente a leyes de contrato de trabajo corresponde al marco normativo nacional y que, incluso, el convenio colectivo de los empleados de comercio admite la posibilidad de trabajar los domingos. Por su parte, la Constitución Nacional, ley de leyes, establece la libertad de comerciar y trabajar.
Además, el contenido de la ley apunta a un sector específico del comercio, lo que genera un trato inequitativo y atenta contra la libre competencia.
Pero eso no es todo. En el caso de las ciudades de Villa Gobernador Gálvez (lindante con Rosario) y Santa Fe (cercana a Paraná), de aplicarse el descanso dominical obligatorio para empleados de grandes comercios, se estaría generando una situación de desigualdad para las empresas locales y una ventaja para las de urbes vecinas, ya que quienes viven en las ciudades afectadas por la normativa podrían trasladarse a las que tienen los comercios habilitados para hacer sus compras.
En caso de que en Santa Fe fuese aprobada una ordenanza de adhesión a la ley provincial, seguramente las empresas afectadas también recurrirían a la Justicia. En su momento -antes de que el tema fuera debatido en la Legislatura-, una cadena nacional radicada en la ciudad resolvió suspender a unos 150 empleados de las sucursales de Santa Fe y Rosario aduciendo que, ante la imposibilidad de abrir los domingos, requeriría de menos personal.
A esta serie de inconvenientes se suma el hecho de que en los últimos años se vienen realizando enormes esfuerzos estatales y privados para posicionar a la ciudad como una alternativa turística, sobre todo durante los fines de semana. Posibilidad que se vería perjudicada en caso de que se ordene el cierre de los grandes locales comerciales.
Finalmente, el país atraviesa una realidad económica en la que resulta de fundamental importancia garantizar las fuentes laborales. Por ese motivo, avanzar en estos momentos con la “Ley de descanso dominical” no parece lo más adecuado.
El contenido de la ley apunta a un sector específico del comercio, lo que genera un trato inequitativo y atenta contra la libre competencia.