Para aplicar en tratamientos endodónticos
Para aplicar en tratamientos endodónticos
Desarrollan en Santa Fe dos insumos clave para odontología
Se trata de un cemento reparador que importado cuesta 100 dólares el gramo. Además crearon un sellador. Ambos productos se comercializan hace un mes y medio en el país. Cuestan entre $ 40 y $ 300.
Creadores. Nicolás Paduli y Alejandro Leonard son los odontólogos que lograron reemplazar y producir el insumo importado y desarrollar otro.
Foto: Diario El Litoral
De la Redacción de El Litoral
Los odontólogos santafesinos Alejandro Leonard y Nicolás Paduli desarrollaron dos insumos fundamentales para tratamientos endodónticos. Se trata de un cemento reparador -cuyo costo importado es de 100 dólares el gramo- y un sellador, ambos se utilizan para terminar los tratamientos de conducto. Actualmente, los de fabricación nacional se consiguen a $ 40 (el sellador) y el reparador sale $ 300.
La investigación para lograr el patentamiento del MTA (cemento y sellador) llevó en total 13 años de trabajo. “Comenzamos a investigar porque el trabajo de consultorio resulta monótono. Fueron 13 años de mucho esfuerzo y hubo varios momentos en que pensamos en renunciar. Pero seguimos y acá estamos”, señaló Alejandro Leonard sobre el trabajo a El Litoral.
El próximo lunes, a las 16, los productos serán oficialmente presentados en la sede del Círculo Odontológico Santafesino - Eva Perón 2470 P.B.
—¿Qué características tienen los productos?
— Se utilizan para los tratamientos endodónticos, para rellenar los conductos radiculares cuando se hace un tratamiento de conducto. Generalmente se cree que en ese tratamiento se mata el nervio, eso no es así. Lo que se hace es ingresar al diente, abordar los conductos, vaciarlos, quitando el tejido que está muriendo o inflamado. Ese espacio se ocupa con conos y, posteriormente, se sella. Hay muchos productos, de distinta composición química, para hacer este último paso.
—¿Cómo fueron desarrollados en Santa Fe?
— En 2001 ingresaba al país un producto desde EE.UU, a base de cemento porlan, blanco y gris. El costo era de alrededor de 100 dólares el gramo, y se utilizaba un gramo por intervención. Con Nicolás Paduli, empezamos a estudiar la fórmula y pudimos ver que era cemento porlan. En ese momento, el que ingresaba era sólo para reparación, no como sellador para endodoncia. Se llama Proroot y lo producía la empresa Denspli, de hecho se sigue haciendo. Empezamos a estudiarlo y vimos que es de una composición muy biocompatible: si lo colocás sobre un tejido, propicia la formación de tejido y hueso. Generaba adentro del diente una unión química. Entonces pensamos en transformarlo en sellador, porque en la Argentina no había en base a ese producto. Justo ocurrió la crisis de 2001 y comprar a 100 dólares el gramo fue más difícil. Así empezamos a trabajar hasta conseguir el sellador y el reparador a menor costo.
—Actualmente están disponibles en el mercado. ¿Cómo fue el proceso?
— Sí, están desde hace un mes y medio. Fue un proceso de estudio, investigación, trabajo en laboratorio. Hasta el patentamiento pasaron 13 años. El trámite en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (Inpi) es larguísimo: se labran informes, los estudian y lo aprueban o no, si es que no hay nada similar. Todo fue por iniciativa de nosotros dos, solventamos todos los gastos y contamos con el apoyo de la Universidad Nacional del Litoral, el Ceride y los profesionales, de la Dirección Provincial de Odontología, del Círculo Odontológico.
Con Nicolás nos juntamos a estudiar hace años, todos los sábados a la mañana, religiosamente. Así llegamos a hacer un estudio en células de citotoxicidad en el laboratorio de la facultad de Bioquímica. Analizamos investigaciones previas similares y así con cada trabajo. Escribimos un artículo que se publicó en la revista de la Asociación Odontológica Argentina. Todo el proceso fue a pulmón, de nuestro bolsillo. Fue una gran experiencia, trabajar en laboratorio es inolvidable, con anécdotas de las que aprendimos mucho. Así se fueron haciendo los estudios, se patentaron y se publicaban en las revistas, incluso se publicaron artículos en Chile y en España. Fue muy útil para inscribir el producto en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
—¿El patentamiento fue el último paso? ¿A cuánto se consiguen los productos en el mercado?
— En el Anmat es necesario avalar todo con estudios físicos, químicos y biológicos. Pero al estar publicados previamente, se acelera el trámite. En un año tuvimos el registro para poder aplicarlo en humanos y venderlo. Hace 5 años presentamos el proyecto en la empresa Densell de Buenos Aires, que fabrica estos productos. Adquirieron los derechos y se comenzó a desarrollar. Llevó 4 años de trabajo gestar el producto, que tiene características muy particulares. Hubo momentos de dificultades que fueron realmente increíbles en el proceso que uno ni se imagina que ocurren. Pero lo obtuvimos, ése fue el último paso y ya está a la venta. Un gramo de sellador sale $ 40 y el cemento reparador, $ 300.
En el mercado. El sellador endodóntico y el cemento reparador se consiguen en el mercado nacional con el nombre de MTA. Los desarrolla el laboratorio Densell.
Foto: Diario El Litoral
" Comenzamos a investigar porque el trabajo de consultorio resulta monótono. Fueron 13 años de mucho esfuerzo y hubo varios momentos en que pensamos en renunciar. Pero seguimos y acá estamos”.
Alejandro Leonard
Odontólogo