Confianza oficial
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El año próximo “va a ser más negocio producir maíz que soja”
De la redacción de El Litoral
DyN
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, advirtió |que el año próximo “va a ser más negocio” para el sector agropecuario “producir maíz” que soja, por lo que planteó como uno de los objetivos de su gestión otorgar “valor agregado” y generar las condiciones para la “rotación de cultivos”.
Buryaile sostuvo que tras la eliminación de las retenciones para la exportación de granos, el sector agropecuario “ha cumplido con los compromisos pactados” y “está expectante”, por lo que resulta “importante que Argentina recupere su capacidad de producción de cereales y oleaginosas”.
“Los efectos de esta medida ya se empezaron a notar antes, cuando se preveía el resultado de la elección”, dijo y calculó: “Hubo un aumento en el área de siembra de maíz de casi 300 mil hectáreas, algo así como un 7 por ciento de aumento en el área de producción”.
En declaraciones a radio FM Concepto, pronosticó para el año próximo un “incremento de casi un 20 por ciento en la cosecha” de granos, al evaluar que la producción de trigo aumentará “un 80 por ciento” y se alcanzarán “fácilmente entre 15 y 16 millones de toneladas”. Asimismo, el funcionario señaló que “va a ser más negocio producir maíz” que soja, por lo que el “desafío” de su gestión será “agregar valor” al producto, además de “dar al productor la posibilidad de rotar sus cultivos”.
“Hemos extraído nutrientes de la tierra porque la política del gobierno anterior era soja sobre soja, porque le interesaba el campo como un productor de recursos fiscales”, señaló, en una crítica a la política agropecuaria del kirchnerismo. “El gobierno no te molestaba en nada mientras vos hicieras soja, si hacías carne cerraba las exportaciones y te lo mandaba” al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, añadió.
En ese sentido, afirmó que el macrismo “no sólo” bajó las retenciones sino que tampoco tendrá “esa discrecionalidad que hace que un funcionario pueda decir quién exporta y quién no exporta. Vamos a tener los registros de exportación abiertos y analizar cómo es el comportamiento del mercado”, concluyó.
Tres días después de la asunción de Mauricio Macri, el gobierno anunció la eliminación de las retenciones para las exportaciones de trigo, maíz, carne y productos regionales, a la vez que redujo en 5 puntos porcentuales de las de la soja, que pasaron a tributar el 30 por ciento. Así, el frente Cambiemos cumplió una de sus principales promesas de campaña, e inició un camino antagónico con respecto al kirchnerismo, que desde el fallido proyecto de retenciones móviles en 2008 mantuvo una relación conflictiva con los empresarios agropecuarios.
Expectativas en la ganadería
Casi como política de Estado desde 2005, cuando las exportaciones cárnicas argentinas alcanzaron la excepcional performance de 760.000 toneladas, igualando los guarismos de 1978, prevaleció definida la política intervencionista mediante listas de precios “sugeridos” para la hacienda en los mercados concentradores y se suspendieron los despachos a los mercados del exterior so pretexto de facilitar el consumo interno a precios “razonables”.
Se elevaron además los derechos de exportación, del 5 al 15%; se anuló el reintegro, que era equivalente a 5 puntos porcentuales, y se crearon los registros de operaciones de exportación (ROE) que, otorgados discrecionalmente, dificultaron e incluso anularon compromisos formales con clientes tradicionales.
El atraso cambiario determinó que los precios de los distintos cortes vacunos, particularmente, los denominados premiun, no pudieran competir con los vigentes en nuestros vecinos y socios del Mercosur, a punto tal que se llegó hasta U$S 5,50 por kilo de carne de novillo en gancho, frente a los U$S 2,50 de Brasil; U$S 3,30 de Uruguay, y a los U$S 2,55 de Paraguay.
En estricto cumplimiento de las promesas electorales, el nuevo gobierno suprimió los derechos que gravaban las exportaciones; unificó y liberó el mercado cambiario luego de 4 años de “cepo”, y el valor del novillo declinó por ello a U$S 3,40 por kilo en gancho. En este nuevo escenario, es comprensible que sin certezas, haya expectativas generalizadas en el sector de la producción, traducidas, por ejemplo, en la retención de terneras pensando en convertirlas en futuras fábricas de novillos.
El precio es otra parte del mismo tema. Al respecto, el vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal, Alberto Williams, aseguró que el precio de la carne “subió un 50 por ciento” desde “la devaluación hasta la fecha”, y consideró que es “difícil” que baje.
Williams sostuvo que “la carne subió antes cuando había rumores de que el dólar podía estar en 14 ó 15 pesos” y consideró que “lo que ha subido es muy difícil que baje”.
“Es importante recuperar capacidad de producción”, dijo Buryaile.
Foto: DyN
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