“La serie Divergente: Leal”
“La serie Divergente: Leal”
Un experimento crucial
Ignacio Andrés Amarillo
En estas páginas, destacamos alguna vez que la ciencia ficción, “cansada” tras largas décadas de especular con el futuro y lo que hay más allá del cielo, había encontrado oxígeno en la literatura juvenil (excepción válida es “El marciano” de Andy Weir, cuya adaptación fílmica por Ridley Scott pugnó por un Oscar).
También hemos destacado la cercanía de tópicos entre sagas, que para algunos serán repeticiones o plagios, pero que también pueden leerse como cuestiones que atraviesan nuestra época. En primer lugar tenemos a la heroína adolescente (Thomas de “Maze Runner” es el único varoncito), campo en el que la Tris Prior de “Divergente la serie” le pelea la punta a la Katniss Everdeen de “Los Juegos del Hambre”; antes de Buffy Summers, sólo en el cine de terror cotizaban las heroínas (y en el porno, dirá uno de esos graciosos de WhatsApp).
Allí está asimismo el mundo post-apocalíptico que nos dejó la fantaciencia en sus postreros esfuerzos: si en “Divergente” Veronica Roth partía de ideas de viejas novelas, como “Un mundo feliz” de Aldous Huxley o “Los clanes de la luna Alfana”, de Philip K. Dick, el mundo que se abre en “Leal” se parece al de “Serpiente del sueño” de Vonda N. McIntyre: ciudad “atrasada”, ciudad evolucionada y aislada (alguien estuvo mirando diseños de Jacque Fresco, parece) y en medio el desierto radioactivo (pensemos que la vuelta de “Mad Max” también peleó por los premios).
Aparece también la cuestión de la verdad como elemento político: si en “Los Juegos del Hambre” la manipulación comunicacional era una de las claves (tema en boga, por cierto), en “Leal” vemos la expansión a dos niveles de la intriga: la endógena, vinculada con la política doméstica de la Chicago intramuros, y la externa, relacionada al carácter de experimento digitado desde afuera (vínculo con “Maze Runner”).
Rebeldes y ejecutores
Recapitulemos: el final de “Insurgente” nos dejó con la muerte de Jeanine, la malvada líder de Erudición, y el ascenso de Evelyn, cabeza de los Sin Facción y madre de Cuatro. Al mismo tiempo, los habitantes de la ciudad se han enterado del propósito de su aislamiento. Bueno, “Leal” nos muestra la clausura de las salidas por orden de la nueva mandamás, la caída del sistema de facciones y la violenta revancha contra los personeros del “antiguo régimen”. En ese contexto, Tris y Cuatro encabezan un combinado extraño, con la fiel Christina, el taimado Peter y el dudoso Caleb, hermano de la protagonista y antiguo servidor de Jeanine; desafiando la prohibición, saldrán en expedición en busca de la humanidad que supuestamente los espera afuera, mientras los autodenominados “leales” de Johanna preparan la revuelta contra la nueva tiranía de Evelyn.
Porque en ese doble nivel político que describíamos, y como Katniss en su saga, Tris representa una joven rebeldía equidistante a los poderes, donde los líderes y burócratas son megalómanos y crueles. Curiosamente, mientras la ciencia ficción se vuelve juvenil, la épica fantástica se torna adulta: “Game of Thrones” versa entre otras cosas sobre las pulsiones por el poder, algo que nuestros muchachitos parecen rechazar.
Cuerpo y alma
Shailene Woodley repite a su Beatrice “Tris” Prior, la osada heroína de cachetes generosos, admirable para cualquiera de las espectadoras que a la vez mueren por Theo James, el rostro de Tobias “Cuatro” Eaton (algunas niñas se decepcionarán de verlo con el torso cubierto todo el tiempo). Zoë Kravitz le pone actitud a su cuerpecito como Christina, volviendo a correr como loca meses después de hacerlo en “Mad Max: Furia en el camino” (y sí, amigo lector: la familia Kravitz tiene un miembro en cada una de las sagas).
En el lado más fulero, Miles Teller casi es querible como el miserable Peter Hayes, mientras que Jeff Daniels se mueve cómodo como David, el burócrata de, valga la redundancia, el “Bureau” (los que manejan el experimento, bah), mientras que Naomi Watts le pone ricos matices a Evelyn Johnson-Eaton.
Acompañan con dignidad Ansel Elgort como Caleb, Octavia Spencer como Johanna y la histórica Maggie Q con un poco de su Tori Wu. Como revelaciones, Bill Skarsgård (el menor de la familia de actores suecos) como Matthew y Nadia Hilker como Nita, ambos a las órdenes de David.
La historia nos dejará en un lugar más o menos tenso, a la luz de que se decidió convertir la trilogía literaria en cuatrilogía cinematográfica: “Ascendente” nos espera el año que viene, y quizás las cosas no se pongan tan buenas.
buena
“La serie Divergente: Leal”