Tras diez horas de sesión y dos recesos
Tras diez horas de sesión y dos recesos
La OEA aprobó una declaración “descafeinada” sobre Venezuela
Los 34 países de la Organización de Estados Americanos consensuaron un texto conciliador en una sesión de la que se ausentó el secretario general, Luis Almagro, para dejar claro que esta iniciativa es distinta de la Carta Democrática que activó el martes.
El representante permanente de Venezuela ante la OEA, Bernardo Álvarez Herrera levanta la mano durante la reunión del Consejo Permanente en la sede del organismo en Washington DC. Foto: Agencia EFE
Redacción El Litoral
Agencias EFE/DPA
El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó una declaración descafeinada sobre la situación de Venezuela, en una reunión insólita en la que al final se negó la palabra al jefe de gabinete del secretario general del organismo.
El Consejo Permanente comenzó con tres horas de retraso por cuestiones de procedimiento. Argentina había convocado inicialmente un Consejo, pero Venezuela forzó la suspensión del mismo porque consideraba que al ser país afectado, debía ser el país quien convocara la reunión. Por lo que se convocó otro nuevo Consejo pocas horas después del inicio del primero.
En la reunión se discutieron dos proyectos de declaraciones: uno presentado por Venezuela y otro por Argentina, copatrocinado por Barbados, Brasil, Canadá, Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, México, Panamá, Perú, Guatemala, República Dominicana y Uruguay. Después de más de diez horas de negociaciones, el Consejo Permanente aprobó por consenso, con la excepción de Paraguay, una declaración basada en el texto argentino con algunas pequeñas modificaciones de poco calado para conseguir que el texto se aprobara.
“No nos oponemos, pero no nos sumamos al consenso”, dijo la embajadora ante la OEA de Paraguay, Elisa Ruíz Díaz, quien durante la reunión pidió que se hiciera una referencia en el texto al referéndum revocatorio que promueve la oposición venezolana contra el presidente Nicolás Maduro.
Esta propuesta no prosperó.
En la declaración final, la OEA ofreció su ayuda para “la búsqueda de soluciones” a la situación en Venezuela mediante “un diálogo abierto e incluyente entre el Gobierno, otras autoridades constitucionales y todos los actores políticos y sociales de esa nación para preservar la paz y la seguridad en Venezuela con pleno respeto a su soberanía”.
También ofrecieron su respaldo a la iniciativa de los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de la República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, para la reapertura de “un diálogo efectivo” entre el Gobierno y la oposición venezolana.
El debate en el seno del Consejo Permanente puso en evidencia que Venezuela ha perdido fuerza dentro de la OEA, donde antes contaba con un amplio apoyo entre los países del ALBA y de la alianza Petrocaribe para frenar iniciativas en su contra.
El Consejo Permanente terminó con una nota discordante.
El presidente del Consejo Permanente, el argentino Juan José Arcuri, no dejó hablar al final de la reunión a Gonzalo Koncke, jefe de gabinete de la Secretaria General, a pesar de que éste había solicitado la palabra.
La mano derecha del secretario general Luis Almagro dijo a la prensa sentirse “desconcertado respeto a lo sucedido”.
Los más veteranos de la OEA no recuerdan que hubiera ocurrido nunca antes algo así. Koncke recordó que la secretaría general “tiene voz pero no voto” y lamentó que “la palabra fue denegada sin saber que iba a decir”.
Carta polémica
Durante el debate varias delegaciones hicieron referencia al informe sobre Venezuela que Almagro publicó el martes. Mientras Paraguay apoyó públicamente a Almagro, otros países -Dominica, Ecuador y Nicaragua, entre otros- criticaron la actitud y el tono utilizado por el secretario general contra Maduro. El embajador de Ecuador ante la OEA, Marco Vinicio Albuja, dijo que Almagro, “lejos de permitir construir un diálogo, genera profundas divisiones”, ya que sus pronunciamientos contra Maduro están “fuera de lugar”.
En su informe, Almagro invocó la Carta Democrática Interamericana y solicitó la convocatoria de una sesión urgente del Consejo Permanente entre el 10 y el 20 junio con el objetivo de realizar “una apreciación colectiva” de la situación en Venezuela y adoptar las medidas que el Consejo estime conveniente.
Almagro no estuvo presente en la reunión del Consejo Permanente, pero recibió en su despacho a Carlos Vecchio, portavoz en el exterior del partido opositor venezolano Voluntad Popular. Vecchio entregó a Almagro la resolución de respaldo de la Asamblea Nacional de Venezuela - de mayoría opositora- a la decisión del secretario general de invocar la Carta Democrática Interamericana para Venezuela.
El Gobierno de Maduro se opone a la aplicación de la Carta Democrática, ya que la considera una injerencia en los asuntos internos del país. La Carta Democrática Interamericana fue aprobada por unanimidad el 11 de septiembre de 2001 en sesión especial de la Asamblea de la OEA en Lima. Es el instrumento que tiene la organización hemisférica para fortalecer y proteger la democracia en la región.