Javier Aga, decano de Ciencias Jurídicas de la UNL

“En la provincia está en juego el perfil de juez que queremos”

Consideró “gravísimo” y “un retroceso” el decreto que modifica el proceso de selección de magistrados, relegando los conocimientos teóricos y privilegiando la faz práctica. Anoche, el Consejo Directivo de la casa de estudios cuestionó los cambios y expresó su disconformidad por la falta de consulta.

Emerio Agretti

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El decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, Javier Aga, consideró “gravísimo” y de “una enorme trascendencia institucional” el modo en que se modificó el proceso de selección de jueces en la provincia, relegando la evaluación de conocimientos teóricos de los postulantes, y sin haber consultado previamente a las propias universidades.

Aga fue consultado por El Litoral a propósito del pronunciamiento del Consejo Directivo de la facultad, que expresó su preocupación por los términos del decreto 854/16 y su reglamento, dictados por el gobernador Miguel Lifschitz y referidos al funcionamiento del Consejo de la Magistratura. Si bien la FCJS destaca el objetivo de dar celeridad a la tramitación de los concursos, remarca que ello “importa el sacrificio de valores esenciales que requiere todo sistema de selección de la magistratura”.

“La facultad considera que este decreto se ha apartado de la limitación que tenían hasta ahora los gobernadores en la designación de los magistrados, porque los criterios de evaluación son muy genéricos e indeterminados. Y además por otras cuestiones muy importantes, como la preeminencia de la práctica sobre la teoría, como si fueran cosas distintas. El derecho no se puede entender sin teoría y práctica, para una buena práctica se requiere una buena base teórica”, sostuvo Aga. Y añadió “he escuchado al ministro -de Justicia, Ricardo Silberstein- hablando de buscar hombres que tengan calle, no sé a qué se refiere con eso”.

Un agravio

El decano manifestó en primer lugar, y en consonancia con el documento aprobado anoche de manera unánime, el “agravio” que considera haber sufrido la facultad por no haber sido convocada para discutir los cambios. “Nos hubiese gustado estar con los colegios de Abogados, de Magistrados, con la Corte, con la sociedad civil. Lo que está en el fondo de la cuestión es el perfil de jueces que queremos ¿cómo no vamos a escuchar a la gente de toda la provincia? No es algo que pueda quedar librado solamente al criterio de un gobernador y sus ministros”.

Al respecto, Aga recordó que “estamos en una democracia deliberativa, y mire si esta facultad tendrá experiencia en el tema, que el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación pertenece a esta casa (Ricardo Lorenzetti), uno de los candidatos a integrarla también (Horacio Rosatti) y también el presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación (Miguel Piedecasas)”.

Con respecto a la participación de la facultad en el proceso de selección de magistrados, mencionó que hasta el momento “actuaba como órgano evaluador, y mientras el Colegio de Abogados había retirado a sus representantes, esta casa los mantenía. Pero ahora la facultad se sintió agraviada, y es lo que queremos expresar con este documento”.

Aga dejó a salvo que “el ministro de Justicia es un hombre de bien, el gobernador también. Queremos pedirles que revean este decreto y puedan convocar a toda la sociedad, para que definamos el perfil de juez que queremos. Estamos hablando de una política de Estado; estamos designando personas que van a ser jueces, van a decidir sobre nuestro patrimonio, nuestro honor, sobre garantías constitucionales básicas. Apelamos a la democratización, la independencia y la idoneidad, que son los valores que tienen que regir esta cuestión”.

“No puede escindirse”

Tras considerar “un yerro” subestimar la formación académica, y remarcar que “el derecho es una práctica social compleja en la que no puede escindirse la teoría de la práctica”, el Consejo insistió en que “no hay práctica buena o mínimamente aceptable, sin el debido conocimiento teórico que la sustente”.

Por todo lo cual, considera al nuevo decreto como “un retroceso en los métodos de selección de jueces de nuestra provincia. En tal sistema reside uno de los pilares fundamentales de la República, se necesitan jueces independientes y probos”.

“En pos de contribuir al necesario debate de ideas que resulta insoslayable en todo Estado de Derecho, expresamos nuestro especial interés en la definitiva institucionalización del Consejo de la Magistratura sobre la base de las pautas constitucionales en línea con los modelos ya creados en el orden nacional y provincial, con la necesaria representación de todos los estamentos involucrados”, concluye el documento.

Múltiple choice

• A manera de ejemplo sobre el relegamiento de la faz teórica en la evaluación, el decano mencionó que “el reglamento del decreto establece, dentro de la modalidad del examen escrito, el sistema de múltiple choice. ¿A usted le parece que un juez puede acceder a este cargo en parte por azar, si acierta con las respuestas? Me parece de una tremenda gravedad institucional”.

Celeridad, pero no a cualquier costo

• -Una de las razones esgrimidas para producir modificaciones en el sistema de selección es la necesidad de dotarlo de mayor celeridad.

-La celeridad es importante y la aplaudimos, pero nunca puede darse en base al sacrifico de otros valores, como la transparencia, la participación ciudadana y la idoneidad. Si no, designemos a cualquiera, aunque no sepa derecho, para que sea rápido. Si el problema es que es necesario cubrir lo antes posible las vacantes, que el ministerio trabaje más horas; de lunes a viernes, el sábado si es preciso. No puede ser que se demore dos o tres años un proceso de designación. Es una cuestión política, no técnica.