EN EL MAC

El bordado como recurso del arte contemporáneo

• “Guardianes de lo sagrado” es la muestra de arte textil, objetos e instalaciones de Leo Chiachio y Daniel Gaiannone que llega a las salas del MAC. La inauguración será este viernes, a las 20. En tanto, a las 19, los artistas presentarán el libro “Monobordado”.

De la Redacción de El Litoral

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Las salas del Museo de Arte Contemporáneo de la UNL abre sus puertas para recibir a dos grandes exponentes del arte contemporáneo como Leo Chiachio y Daniel Giannone. “Guardianes de lo sagrado” es una muestra de arte textil, objetos e instalaciones que tienen al bordado como protagonista.

“Atravesadas por un pop romántico y un kitch barroco, lo simbólico juega un papel intenso en estas obras, que fluctúan entre lo real y lo imaginario y que se ofrecen a los sentidos casi como un exhibicionismo sin prejuicios, que aluden a sus vidas y a sus sueños”, destaca Stella Arber, curadora de la muestra y directora del MAC.

La inauguración será este viernes a las 20; en tanto, a las 19, los artistas presentarán el libro “Monobordado”. La entrada es libre y gratuita, y se puede visitar de martes a viernes de 9 a 13, y de 16 a 20, sábados y domingos de 17 a 20.

Arte ancestral

Los artistas construyen sus obras a partir de bordados sobre telas de variadas texturas. Con una variable amplísima en sus temáticas, teniendo en cuenta las distintas etnias, las tradiciones americanas, las referencias a las culturas orientales e incluso a los mitos de las antiguas civilizaciones, retoman de este modo la tradición artesanal del bordado traduciéndola directamente como recurso del arte contemporáneo.

“Tenemos una formación académica de pintores en la Pueyrredón. A la técnica del bordado la aprendimos en distintos momentos de nuestras vidas. Ya juntos y realizando la obra para el Estudio Abierto/Retiro decidimos recuperar el bordado, comenzar algo nuevo, un lenguaje que nos perteneciera a los dos. Lo que hacemos es una manera de pintar con hilo, los dos tenemos una fuerte valoración para con los oficios y el bordado reúne todo eso y es lúdico”, sostienen los artistas.

Pespuntes, trenzados, entramados, cosidos y bordados son técnicas que muestran una gran maestría, conseguida en la energía y en la pasión del trabajo que se dirige al producto final.

“Cuando bordamos nos detenemos siempre en los detalles que para nosotros es muy importante. Por momentos nos detenemos minuciosamente en un elemento como si fuese lo único y el gran protagonista de la escena. Eso hacemos con cada una de las imágenes que bordamos. Bordar es una acción que parece detenerse en el tiempo a la vez recuperarlo”, concluyen.

Rostros presentes

La obra de Chiachio y Giannone es autorreferencial, ya que se incluyen a sí mismos en cualquiera de las temáticas antes mencionadas, bordando sus rostros en todos los casos y como parte del contenido visual de sus obras. “Siempre está presente como un deseo de descubrir al otro, apoderarnos y adueñarnos de cada uno de nuestros cuerpos y rostros. Es casi un ejercicio obsesivo de aparecer una y otra vez en las obras”.

Por su parte, Arber analiza: “Generan una narrativa propia en la que siempre tienen el papel protagónico, cualquiera sea el escenario, ellos dos, bien identificables, son el centro de la escena, aparecen como personajes de una antigua estirpe oriental, como líderes religiosos, como héroes míticos, o bien como coyas de nuestro norte argentino, o desnudos en una selva profunda del Amazonas”, y agrega “tal vez la función de esa imagen de los dos presenciando la escena que componen, los transforma en guardianes protectores del sagrado y poderoso recinto que han logrado: ese lugar que ocupan hoy en las artes visuales y la fuerte identidad que han alcanzado como dúo”.

El dato

Convocatoria solidaria

• El armado de la obra “Piolín y sus juguetes” se ha logrado con el aporte de peluches por parte del público en general convocado por el Museo. Cuando finalice la muestra, los muñecos y peluches recibidos serán donados a diferentes instituciones de asistencia infantil de la ciudad.

El libro

• El libro, además de difundir sus obras, contiene análisis detallados de su trabajo, tal como es el caso de Viviana Usubiaga:

“La técnica elegida no es caprichosa, sus procedimientos rituales guardan una carga libidinal significativa. Condensan la suavidad del trabajo paciente como la grafía de una caricia con la violencia de múltiples estocadas que desgarran para dejar rastro. Es el erotismo de pintar con agujas. La tela se desangra en colores textiles que se modulan con tijeras. La delicadeza del resultado contrasta con la rudeza minuciosa que se imprime en la piel de los ejecutantes. Como en un acto pasional, se necesita un tiempo de cicatrización para borrar del cuerpo las huellas de las herramientas”.

Y Julio Sánchez afirma: “...En la recuperación de la técnica tradicional del bordado hay un gesto político de replanteo de género, la actividad reservada al ámbito doméstico femenino es encauzada hacia un lugar de legitimación artística de cuatro manos masculinas. Cuando los artistas se bordan a sí mismos sumergidos en la laguna presenciando el nacimiento de Piolín sobre una planta de irupé están planteando un nuevo mito social, el milagro del amor que une a una familia compuesta por dos varones y un perrito”.