MARIANO GIRAUD TRAE A SANTA FE “TÓTEM CRISTAL ANIMAL”

“La realidad virtual es parte de la fantasía de mi infancia”

Juan Ignacio Novak

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La realidad virtual fue un interés recurrente en la vida del artista Mariano Giraud. Estuvo presente en sus lecturas juveniles, siguió revoloteando en sus posteriores indagaciones literarias en el género de la ciencia ficción. Y naturalmente llegó hasta su labor artística. Por eso para su intervención titulada “Tótem, cristal, animal”, que estará a disposición del público santafesino en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional del Litoral (Bv. Gálvez 1578), a partir del viernes 7, investigó y adaptó a su obra un dispositivo que permite una experiencia vinculada precisamente con la virtualidad.

“El trabajo tiene origen en una muestra que hice el año pasado en la Fundación Osde, de Capital Federal. Era una propuesta para intervenir un espacio, una sala bastante especial, no el típico espacio en blanco, sino un lugar con columnas, apliques dorados, arabescos. Mi idea fue trabajar con realidad virtual. Fue arriesgado de mi parte, pero pude conseguir el equipo, realizar la investigación y desarrollar la muestra”, contó Giraud en diálogo telefónico con El Litoral.

Ante una muestra atípica como la que propone este dibujante, pintor y escultor de 39 años, pueden surgir interrogantes entre los “no iniciados”. Mariano respondió a estas potenciales inquietudes, pero sin obviar una cuota de misterio. “La gente se va a encontrar con algunas esculturas y un visor de realidad virtual. Y a la vez, sin revelar mucho porque está bueno que haya sorpresas, hay una relación con el propio espacio de la sala. El espectador puede mirar hacia cualquier dirección y estar metido en el espacio. También suceden un par de cosas”, explicó.

Aunque el uso de dispositivos tecnológicos está presente desde hace años en el trabajo de Giraud, lo incorporó sobre todo como una herramienta más, aunque con amplias posibilidades. “El uso de la realidad virtual para este tipo de propuestas resulta bastante novedoso. Se está desarrollando en diferentes campos, el videojuego sobre todo, pero en intervenciones artísticas no la he visto. Tuve que investigar bastante”, explicó.

—¿Hacia dónde te llevó la investigación?

—La información sobre la técnica se encuentra en Internet. Hay mucha gente que está investigando este tipo de herramientas. Después, lo que es contenidos, es parte ya de mi trabajo, que es independiente a los soportes. Es algo que igual incide y te puede llevar por diferentes camino, pero al fin y al cabo, después de años de trabajos es inevitables volver una y otra vez a los mismos temas.

La ciencia ficción, una influencia

—¿Cuándo decidiste indagar en la realidad virtual, hubo algún hecho que funcionó como disparador o se dio un proceso natural?

—Creo que la realidad virtual es parte de la fantasía de mi infancia. De chico y de joven siempre fui público y lector de ciencia ficción. Y ésa es una de las fantasías que ahora se está volviendo realidad. Hay una novela de William Gibson, que se llama “Neuromante”. Es una obra ciberpunk, de la cual provienen muchísimos términos que utilizamos hoy en día. Sobre todo el tema de los mundos virtuales, realidades virtuales.

—Es algo sobre lo cual la Literatura trabaja desde hace muchos años.

—De hecho, en Internet hay una cosa genial. Una foto de William Gibson, quien anticipó todo esto con sus novelas, en los que finalmente le ponen uno de estos lentes. Y la cara de él es una belleza, está súper contento. Lo que él había escrito hace treinta y cinco años lo estaba viviendo.

—¿Qué otros autores de ciencia ficción te marcaron?

—Primero, de chico, Isaac Asimov y todos los clásicos. Después me puse más ciberpunk y me fui más para el lado de Phillip Dick y Gibson.

—Todas estas influencias aparecen en tu obra.

—Sí, sin dudas.

—Ellos se hubieran sentido a gusto con tu propuesta.

—Espero que sí (risas).

“Un inusual suceso”

• “La creación del entorno visual ‘no real’ al que tenemos acceso con los mismos sentidos que en el mundo concreto, se centran específicamente en este caso en la vista y el oído, con eso basta para simular las percepciones sensoriales que nos transportan, a un espacio-tiempo virtual”, afirma Stella Arber, directora del MAC UNL, a partir de la intervención de Giraud. “El hecho de crear, almacenar y simular un mundo alternativo, modelar objetos en él, definir relaciones entre los mismos para transponernos allí, nos sitúa a cada uno de los participantes en medio de un inusual suceso, en medio de un simulacro estimulante, de vínculos experimentales que se establecen con el dispositivo primero y con el espacio creado después y ahí nos perderemos en el repertorio, tan desolador como impactante que nos propone Giraud”, añade, entre otros conceptos.