Desde mañana hasta el jueves
Desde mañana hasta el jueves
Se viene un paro universitario de 72 horas
De la Redacción de El Litoral
La Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Litoral (Adul) ratificó las 72 horas de paro -para mañana, el miércoles y el jueves- previsto en todo el país por su gremio madre, la Conadu Histórica, “ante la falta de respuestas al reclamo de un incremento salarial del 35%”. De esta manera, se verá afectada la actividad académica en la UNL, que había arrancado formalmente el 13 de marzo.
La Conadu Histórica sostiene en un comunicado de prensa que “hasta el momento se realizaron tres reuniones paritarias, en las que las autoridades del Ministerio de Educación tuvieron como única propuesta el índice de inflación del Indec a partir del 1º de marzo; lo que implicaría un 2,5% a cobrar el 1º de abril sobre los salarios de la planta docente. En la última se ofreció además un 2% extra a cobrar recién a partir de diciembre de 2017, lo cual fue declarado claramente insuficiente”.
Menciona, asimismo, que “el salario para el cargo testigo se ubica actualmente en 8.500 pesos, por debajo de la garantía salarial establecida para el maestro de grado”.
El gremio asegura que una nueva reunión fue convocada por la Secretaría de Políticas Universitarias para mañana, a las 12, en el Ministerio de Educación. En tanto que, el próximo viernes se realizará el plenario de secretarios generales de la Conadu Histórica, que evaluará el estado de situación y los pasos a seguir.
Por su parte, Adul llevará a cabo mañana, a las 11, una asamblea en la Escuela Industrial Superior, mientras que a las 16.30 hará lo mismo en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (Fich), y el miércoles, a las 10, en el octógono de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ).
En un comunicado, Adul sostiene que la lucha es por “salarios y condiciones de trabajo dignos” y “para dar sentido pleno al carácter público de la universidad y la educación”.
“Construimos el paro de la Conadu Histórica en las asambleas y en los congresos nacionales; en la conversación entre compañeros y con las y los estudiantes; en la reorganización de los materiales pedagógicos; en el cálculo de la eficacia de nuestras clases para que las y los estudiantes no dejen de aprender; en la instalación de la legitimidad de nuestro reclamo en la esfera pública; en la deconstrucción de la campaña de escarnio público que el gobierno nacional despliega sobre la docencia en general, y sobre la docencia universitaria en particular”, añade.
El dato
Los docentes esperan la nueva oferta