El diputado provincial Alejandro Boscarol elaboró un estudio sobre el tema
El diputado provincial Alejandro Boscarol elaboró un estudio sobre el tema
Los santafesinos hablan de Educación
Un estudio de opinión pública llevado a cabo por el diputado provincial Alejandro Boscarol en la Provincia de Santa Fe en el mes de mayo revela que casi el 60% de los encuestados considera que la educación ha empeorado en los últimos 20 años y que la calidad actualmente es mala.
Redacción de El Litoral
La percepción de que la escuela está en crisis es mayoritaria para los santafesinos. “Esto significa lisa y llanamente que los alumnos no poseen los conocimientos y competencias básicas para desempeñarse de manera acorde a las exigencias del mundo actual”, sostuvo el diputado provincial Alejandro Boscarol, luego del análisis de los resultados que arrojó la encuesta que encomendó a la Consultora Carlos Fara & Asociados, la investigación de datos secundarios y de artículos de expertos en la temática.
“Fue muy acertado realizar este estudio de opinión para saber qué dice la gente sobre la educación, qué opinan de la escuela, poder comprender dónde estamos parados y a partir de ahí, trabajar para mejorar”, dijo Boscarol y aclaró que si bien la percepción de la gente no es lo que realmente ocurre, “muchas veces se toman decisiones en base a estas percepciones, por ejemplo, a qué escuela mandar a nuestros hijos. Y esto que nos obliga a trabajar no sólo en las cuestiones materiales, sino también en los aspectos simbólicos de la educación, es decir, en lo que representa la escuela para el imaginario social de los santafesinos”.
El valor de la escuela
El 60% de los santafesinos tiene un percepción negativa de la calidad de la educación y considera que eso se debe a que los planes educativos son deficientes (31%), que los padres están poco involucrados (28%) y que los profesores están poco preparados (26%). Asimismo, le atribuyen la responsabilidad principal del estado de la situación al gobierno (32%), y en menor medida a los docentes (22%) y a la sociedad (22%). También a los padres (13%), a los paros docentes (11%) y a la mala infraestructura (4%).
“Si bien es cierto que los niveles de inclusión en los últimos años han aumentado, ha sido una inclusión sin calidad. Las grandes crisis económicas y sociales de nuestro país impactaron en el sistema educativo acentuando la “capacidad contenedora” de la escuela, relegando sus funciones pedagógicas con un impacto directo sobre la calidad educativa. Esto nos obliga a repensar el rol de la escuela, sus objetivos, características y funciones”, mencionó el diputado. Y remarcó: “Con este panorama, resulta evidente que ya no basta con que los niños y jóvenes estén más tiempo en la escuela, sino que se eduquen y aprendan. Por eso, es imperioso promover un enfoque más amplio del derecho a la educación, una mirada más compleja e integral basada en la inclusión con calidad”.
El desempeño docente
Los maestros son pilares fundamentales de todo sistema educativo, por lo tanto, deben ser respetados por toda la sociedad. Cuando esto no sucede, la estructura educativa se deteriora.
Sólo el 30% de los encuestados considera como satisfactorio el desempeño de los docentes. Esta realidad acompaña la visión de G. Iaies, que dice que las escuelas se volvieron lugares desgastantes, donde los maestros se sienten poco reconocidos, cuestionados por los padres y piensan que su papel de enseñar entra en una negociación permanente en torno a lo que se puede o no hacer.
El 84% de los encuestados considera que los alumnos respetan poco a los docentes y “lo que puede ser más grave -apuntó Boscarol- el 66% dice que los padres los respetan poco. Esta situación interpela a la autoridad del docente en el aula y quiebra el acuerdo tácito del apoyo mutuo que existía entre padres y maestros para que la escuela pueda cumplir con su función sustantiva de educar”, dijo el diputado.
Respecto a la formación docente, Boscarol considera que en Santa Fe los docentes están capacitados. “Contado por ellos mismos, han tenido muchísimos cursos de formación pero necesitan acceder a una formación más estructurada que acompañe su desempeño y también con carreras de posgrado. Y además, existe un reclamo muy fuerte para que esta capacitación sea merituada en el escalafonamiento y no la antigüedad en el cargo, como es en la actualidad”.
En ese sentido, el legislador aseguró que “el principal desafío de la política educativa es la formación docente, priorizando los niveles inicial y primario, fomentando la actualización permanente y la especialización de posgrado, con prácticas pedagógicas innovadoras y condiciones salariales y laborales dignas”.
Los paros docentes deterioran la imagen de la escuela pública. “Los paros y el ausentismo impactan fuertemente en la imagen que los padres tienen de las escuelas púbicas, incidiendo negativamente al momento de decidir el lugar donde educar a sus hijos”, sostiene la investigadora en educación Guillermina Tiramonti.
Recursos pedagógicos
Los santafesinos tienen una percepción negativa respecto de las capacidades y recursos con que cuenta la escuela para poder educar eficazmente. Sólo el 16% de los encuestados considera adecuada la infraestructura y el equipamiento escolar.
Los especialistas consideran, en concordancia con la sensación de los encuestados, que el panorama de la tecnología en las escuelas argentinas es de “mucho ruido, pero bastantes pocas nueces”. Le reconocen el impacto positivo y de inclusión social al Plan Conectar (las netbooks llegaron a hogares que estaban marginados de la cultura digital) pero no tanto en cuanto a los aprendizajes. “La entrega masiva de notebooks debería ir acompañada por una conectividad masiva que no se registró. En el país se repartieron millones de netbooks, pero apenas un 10% de las escuelas tiene hoy internet para uso pedagógico”, sostuvo el legislador Boscarol.
El derecho a una educación inclusiva y de calidad se garantiza también con condiciones adecuadas para el desarrollo de los aprendizajes, con la infraestructura y el equipamiento indispensables. “El Gobierno actual lanzó el Plan Nacional Integral de Educación Digital, entendiendo que hay que dejar atrás la etapa centrada en la entrega de equipamiento para pasar a otra orientada a integrar la tecnología como recurso educativo para la mejora de aprendizajes de los estudiantes para desenvolverse en el mundo actual y en la sociedad del futuro”, señaló el diputado.
Financiamiento
La Ley de Financiamiento educativo (2005) si bien logra establecer el 6% del PBI para educación, no subsana la fragmentación del sistema y las desigualdades entre provincias. Un informe del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) muestra con datos de 2010 que la inversión por alumno es muy desigual entre las provincias. En dicho año, en Tierra del Fuego, la inversión por alumno ascendía a $17.213 y en Buenos Aires a $3.276.
El sistema de financiamiento está provincializado. “Nuestra provincia no cumple con el reparto automático de los fondos, afectando en forma directa la autonomía económica y financiera de los municipios y comunas, así como también, la continuidad de políticas públicas en materia educativa que se vienen implementado desde los gobiernos locales a través de jardines municipales, servicios de apoyo, infraestructura y equipamiento escolar”, indicó Boscarol.
Además, Alejandro comentó que la educación se encuentra sometida a un proceso de progresiva privatización. Entre los años 2003 y 2010 la inscripción en establecimientos públicos se incrementó menos del 1%, mientras que en privados aumentó cerca del 20%. La matrícula total en estos años creció medio millón de alumnos y el 87% se volcó a escuelas privadas. La provincia de Santa Fe se aparta de esta tendencia nacional: entre los años 2008-2015 la matrícula en general no se vio modificada de forma sustancial y no se verifica en la provincia un incremento de la matrícula privada en detrimento de la pública. En el año 2015 la matrícula fue de 772.952 alumnos, de los cuales un 70% asiste a escuelas estatales.
Educación Inicial
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la educación en los primeros años de la infancia mejora los resultados escolares posteriores, en especial para los chicos de las clases más desfavorecidas. En un informe de junio de 2017, la OCDE destac ó que en prácticamente todos los países evaluados por las pruebas PISA, los alumnos que habían pasado por la Educación y Atención de la Primera Infancia tuvieron mejores resultados a los 15 años. Asimismo, existe una coincidencia mayoritaria entre los especialistas en educación, en que una escuela con más horas de clases posibilita otros aprendizajes, como idiomas, deportes, artes e informática, o apoyo escolar para que no repitan.
Más del 60% de los santafesinos está de acuerdo con que los niños comiencen a educarse desde más chicos en jardines maternales, así como también, que pasen más tiempo en la escuela primaria.
“Es necesario hacer obligatoria la educación inicial desde los 3 años de edad, implementar jardines maternales para niños de 45 días a 2 años; extender la jornada escolar en todas las escuelas primarias para los deportes, artes, idiomas e informática; y una secundaria innovadora, que aproveche las nuevas tecnologías y sea compatible con las nuevas culturas juveniles”, afirmó Boscarol.
Abandono escolar
Frenar el abandono de los estudios es otro gran desafío de política educativa para el diputado: “6 de cada 10 chicos no termina la escuela secundaria en tiempo y forma y alrededor de 50 chicos por hora abandonan la escuela. Es como si cerrara una escuela de más de 1000 alumnos por día”. Entre las causas de deserción se encuentran: problemas económicos, repitencia, desmotivación, necesidades básicas insatisfechas, embarazos, etc.
Los altos índices de ausentismo, repitencia y abandono en la escuela secundaria “exigen medidas, sostenidas con recursos, para garantizar no sólo el ingreso de los alumnos al sistema, sino su permanencia y egreso con calidad”, dijo el diputado. Y agregó: “El desafío más complejo es lograr que los alumnos quieran y necesiten ir a una nueva escuela secundaria”.
Además, muchos jóvenes que terminan la escuela no visualizan a la educación superior como un universo posible, y para un porcentaje elevado el ingreso suele constituirse en un verdadero desafío. “Es necesario un programa que articule los niveles educativos para disminuir las posibilidades de fracaso escolar y mejorar las condiciones de acceso a estudios superiores, permitiéndoles a nuestros jóvenes ampliar su horizonte en el diseño de su proyecto de vida”, añadió Boscarol.
Una gran mayoría de los encuestados está a favor de que a los alumnos se les asigne tarea escolar para la casa (75%) y en desacuerdo con que no se los aplace (60%).
Una prioridad
Sólo la mitad de los santafesinos considera que la educación es una prioridad para el gobierno provincial, reafirmando la sensación generalizada de que se ha invertido mucho dinero en educación pero los resultados no son los que se esperaban.
A partir de diversos estudios realizados en el país, se advierte la baja institucionalidad de las políticas educativas a partir de programas que se multiplican aisladamente, sin marcos legales referenciales y que redundan en procesos políticos discontinuos.
Según especialistas en la materia, el sistema educativo se ha masificado provocando un declive de la capacidad de impacto de la política educativa, que parece haber optado por ampliar su alcance, creando más escuelas y cargos docentes en las últimas décadas. “El sistema se extiende pero el estado repliega su capacidad de intervención sobre lo que realmente ocurre en el aula, creando pequeñas reformas que intentan nuevos cambios pero que quedan en la superficie”, explicó Boscarol.
Esta percepción por parte de los santafesinos es confirmada por los resultados poco alentadores de las Pruebas Aprender 2016 desarrolladas a nivel nacional: De los estudiantes del último año de la escuela secundaria, el 46% en lengua y el 70% en matemática, no superan el nivel básico. En la escuela primaria, en lengua baja a 33% y en matemática al 41% quienes no lo superan. Los logros por nivel económico-social muestran diferencias estridentes.
A nivel provincial los resultados de Aprender 2016 son un poco más alentadores. En la escuela primaria, el 62% de los alumnos se encuentra en los niveles satisfactorio y avanzado en matemática. Además, en la escuela secundaria, Santa Fe se ubica en matemática en los dos mejores niveles por encima del promedio del país, donde el 35% de los alumnos se encuentran en los niveles satisfactorio y avanzado.
Cerca del 40% de los santafesinos no tiene formada una opinión o desconoce la existencia de las Pruebas Aprender. Sin embargo, la escuela sigue siendo una institución importante para la sociedad santafesina, en la que sigue confiando y apostando para que recupere y alcance toda su capacidad educadora y transformadora.
¿Cómo evaluar a la escuela?
De este proceso de consulta e investigación surgió con claridad que efectivamente, los santafesinos tenían mucho más para decir sobre la situación de la educación en la provincia, pero no solo esto. Quedó en evidencia también la necesidad de contar con un mecanismo permanente de participación ciudadana que sirva para construir dispositivos de autoevaluación de la calidad educativa en el seno de las escuelas de la provincia, que nutran los planes de mejoras y hagan posible un mejor impacto de las políticas educativas dentro de las aulas. “Recuperar la mirada de todos aquellos actores que integran la comunidad educativa parece ser la vuelta de rosca que necesitamos para que las transformaciones en materia educativa respondan a las necesidades e intereses de la ciudadanía”, afirmó el Diputado de la UCR Alejandro Boscarol.
En ese sentido, Boscarol presentó el Proyecto de Ley “Evaluar la Escuela” que apunta a instalar una cultura de la autoevaluación educativa mediante la cual, directivos, docentes, no docentes, padres y alumnos se transformen en agentes activos de cambio, en protagonistas del diseño e implementación de los planes de mejora que se plasmen en los Proyectos Educativos Institucionales. Al mismo tiempo propone la creación de una Unidad de Apoyo Técnico a los procesos de autoevaluación educativa y dispone la constitución de un Consejo Asesor conformado por representantes de todas las instituciones que integran el sistema educativo.