A partir de Septiembre

Se viene el Censo Nacional Agropecuario

En el stand del Ministerio de Agroindustria de la Nación, el referente del INDEC le explicó a Campolitoral los detalles del operativo que se viene para medir al campo argentino.

A campo. El rol del censita es fundamental para contar con fehaciente información. Este año se incorpora la tecniología. Foto: Archivo

Federico Aguer

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“El Censo es un hito”, sostiene Roberto Bisang, especialista en bioeconomía y actual titular del Censo Nacional Agropecuario. “Y es un hito necesario para entender la Argentina y para programar el país a futuro, y eso queda plasmado en el logo del Censo que es El futuro desde las raíces. Es decir que el agro es la base, el epicentro de la economía argentina, aunque cuesta encontrar datos actualizados, globales, fidedignos y estructurales del agro”, asegura.

Si bien el último Censo fue en el 2008, el marco del conflicto por la 125 y una incipiente sequía, dificultaron que se transformara en una herramienta confiable. “Entonces, cuando uno mira la historia, ve que el último censo se hizo en 2002. Y si hoy hablamos de temas como la Siembra Directa, los drones, los marcadores moleculares, los clones, o las semillas modificadas genéticamente, son todos conceptos que en aquel entonces no cuajaban como lo hacen hoy”, agrega.

Para Bisang, el desafío es medir este nuevo agro. “Que además tiene mucha más diversidad de la que uno cree”, sostiene ne relación a lo que era el agro tradicional pampeano y las economías regionales, “que se vieron reforzadas por las economías forestales, que vienen con mucho dinamismo, y con la transformación de los granos en la propia explotación agropecuaria, ya sea para el biodiésel, cerdos, aves, incluso para bovinos o leche. El desafío entonces es medir un agro distinto”.

¿Cómo será?

Bisang explicó algunos detalles que caracterizan a este nuevo Censo. “Aparte que es un agro distinto, también hay una gran novedad en la manera de medirlo. El INDEC empezó a medir las cosas de una manera distinta. El Instituto pasó por una etapa crítica, que por suerte empezó a quedar atrás, y entre los operativos que se plantean, se planifica un operativo que va a ir desde septiembre a noviembre de este año”, anticipa.

A nivel de la incorporación de tecnología, remarca que el Censo de 2002 se hizo con 5 formularios distintos en papel. “El viejo censita que iba con el mapa y marcaba con el lápiz rojo la explotación agropecuaria. Eso se reemplaza por una tablet, con un aplicativo que le permitirá levantar toda la información agropecuaria y forestal casi en tiempo real. Porque estimamos que los datos van a estar en enero o febrero del próximo año”, sostuvo. “Además hay otro aditamento (porque no sólo es barrido territorial de 190 millones de hectáreas), sino que eso permite luego compilar un fenómeno relativamente nuevo en Argentina como lo es el de grandes explotaciones agropecuarias que tienen distintas localizaciones, algo que pasa mucho en Santa Fe”.

También apuntan a capturar, al menos en una primera instancia, información sobre el tema del sector de servicios agropecuarios, “que son quienes no poseen la tierra pero venden servicios especializados agropecuarios y se mueven a lo largo y lo ancho del país, y eso también forma parte de ese agro que el INDEC quiere relevar”.

Nación y provincias

A nivel operacional, destacó que se descentralizará a las provincias. “Es un operativo muy grande y la función del INDEC es el de ser responsable del mismo en el diseño, y la descentralización corre a favor de las Direcciones Provinciales de Estadísticas y Censos, quienes serán las responsables de armar el barrido territorial sobre la base de un formulario nacional único y de criterios para la selección de encuestadores profesionales y también para todo el país”.

Finalmente, aseguró que los verdaderos protagonistas son el censado y el censista. “El censita tiene que tener la habilidad para que el productor le cuente la verdad y amigablemente, y el censado porque tiene que entender que en realidad el Censo también lo beneficia, porque permite mejores intervenciones, mejores políticas, y mejores negocios. Hoy en día no sabemos cuál es la cosecha de maíz del último año, tampoco si la tasa de parición es tal cual la que dicen algunos informes, por ejemplo”, manifestó. “No sólo es un problema de datos para que la sociedad conozca y valore mejor al sector, ni para que los gobiernos hagan mejores políticas, sino para que el propio sector se establezca con estrategias más competitivas y consistentes”, aseguró.