Ivana Fux - Luis Rodrigo
“No vamos a aumentar tarifas; no firmamos, ni firmaremos, ningún acuerdo con la Nación para congelarlas”, dijo esta mañana, consultado por El Litoral, el gobernador Antonio Bonfatti.
El mandatario provincial dejó así en claro que Santa Fe no atará la suerte de la Empresa Provincial de la Energía a la de casi todas las demás compañías que distribuyen electricidad en las provincias.
Ya son 12 los Estados provinciales que se comprometieron a no tocar sus tarifas más que cuando la Nación lo disponga, resignando así la autonomía de la decisión de fijar el valor de ese servicio.
Las razones por las que esa docena de provincias ha aceptado no es menor: en total hay una deuda de 8.000 millones de pesos que le deben a la Nación por energía consumida impaga. En cambio, la EPE no tiene deudas con Cammessa y hay dos fallos judiciales (en primera y segunda instancia) que así lo indican (porque la empresa ha pagado el mismo precio mayorista que se aplica a las privatizadas que Edenor y Edesur, del Gran Buenos Aires y Capital Federal).
La decisión venía madurando desde que el gobierno nacional comenzó su ronda de actos protocolares para congelar tarifas, bajo el nombre de “Programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas y Reafirmación del Federalismo Eléctrico e Integración en la República Argentina”. El viernes pasado se comunicó al gobierno nacional.
El no de Santa Fe también se anuncia junto a la decisión política -no económica- de no tocar las tarifas de la empresa en un contexto en el que las demás provincias no lo harán (aunque varias, entre ellas Córdoba, hicieron una actualización a fines del año pasado).
Durante las negociaciones (que incluyeron contactos directos entre el gobernador Antonio Bonfatti y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre las obras de infraestructura en genera, y sobre el acuerdo en particular) se intercambiaron numerosos protocolos de posibles pactos, que finalmente no se van a rubricar.
Los funcionarios santafesinos escucharon de sus pares nacionales lo que no querían: para Santa Fe habría anuncios de obras por unos 200 millones de pesos, lo mismo que a otras provincias, bastante más chicas, y ningún trato especial con respecto al costo salarial de la actualización paritaria de este año.
Por ejemplo, para el Chaco, además de la promesa de obras, se sumaron otros aportes para hacer frente a los aumentos salariales, lo que nunca llegó a figurar en las conversaciones con Santa Fe.
$ 350 millones para salarios
La EPE tiene previsto un plan de inversiones para 2014 del orden de los 700 millones de pesos y la actualización de salarios necesita de unos 350 millones de pesos más.
Debe pensarse -por ejemplo- que tan sólo en el primer trimestre del año en curso la compañía santafesina licitó obras, equipos y materiales por más de 380 millones de pesos.
La decisión santafesina implica no resignar la autonomía de sus herramientas de gestión sobre la EPE. Y según fuentes bien informadas, la decisión tomada por la Casa Gris ha sido especialmente elogiada por los sindicatos lucifuercistas, que temen que una desfinanciación del sistema eléctrico luego vuelque la balanza en contra del equilibrio del sector.
En la EPE, se sabe que cuando la Nación aplique un aumento al precio mayorista de la Energía se deberá trasladar esa suba a las tarifas, mientras tanto, la suba que iba a aplicarse en el corto plazo no se hará. Ésa es la concesión del gobierno provincial al criterio nacional.