“No creo que una Secretaría del Pensamiento estratégico nos coordine, pero me preocupa una concepción del Estado que atrasa”, aseguró el legislador de Unen. Foto: Flavio Raina
El economista y diputado de Unen admite un déficit de $ 130 mil millones este año, pero asegura que habrá inversiones con el nuevo gobierno y que se puede cambiar el déficit sin que haya “ajuste”.
“No creo que una Secretaría del Pensamiento estratégico nos coordine, pero me preocupa una concepción del Estado que atrasa”, aseguró el legislador de Unen. Foto: Flavio Raina
De la redacción de El Litoral
Martín Lousteau cruzó fronteras cuando elevó un “paper” a Cristina explicando por qué la Secretaría de Comercio era motor de la inflación en 2008. Guillermo Moreno le respondió con el gesto de “pasarlo a degüelle”; el ex ministro salió del Palacio de Economía en medio de la polémica por el proyecto de retenciones móviles.
Hoy es diputado nacional por Unen, y también un personaje que suelen enfocar los medios chimenteros y del espectáculo; está en pareja con Carla Peterson. El joven economista surgido del Nacional de Buenos Aires y la Universidad de San Andrés estuvo el viernes en Santa Fe acompañado por el radical Mario Barletta. Y se hizo un lugar para hablar -de política y economía- con El Litoral.
—¿Cuál es el déficit proyectado para la Argentina este año?
—Hace rato que el país tiene un déficit importante, incluso con los recursos que está traspasando el Banco Central al Tesoro. Más allá de las cifras, pareciera que no hay conciencia del volumen del problema. Si decimos que vamos a tener un déficit de 2,5 del PBI, no sé si eso quiere decir algo....
—Si decimos que sin las ayudas son $ 130 mil millones, puede que se entienda la magnitud.
—La gente debería saber de los errores que comete el gobierno. Tiene una negación con el déficit y lo financia con emisión.
—Es la madre de todos los problemas.
—La administración del Estado es siempre la madre de todos los problemas. Hay inflación porque hay un mal gasto muy grande al que se financia con emisión; en lugar de corregir estas cuestiones el gobierno define gastos adicionales: las exenciones y baja de retenciones a biocombustibles cuestan unos $ 4 mil millones; la baja de contribuciones patronales otros $ 8 a 9 mil millones; el ministro de Economía estimó que la moratoria previsional va a costar $ 12 mil. Esto se financia con emisión, lo que nos cuesta más inflación y más retraimiento de la economía.
—Si quisiéramos dejar de emitir, ¿hay margen para achicar el gasto sin que eso signifique “ajuste”?
—Sí, porque el gasto que vemos es enormemente improductivo. Cuando el ciclo de desconfianza en la economía se dé vuelta -cuando venga otro gobierno- algunas cuestiones se corrigen gradualmente, otras se van a poder eliminar sin impacto significativo, y además hay una apetencia importante de locales y extranjeros para invertir en la Argentina.
—¿En qué áreas llegarían las inversiones?
—Vaca Muerta es un activo muy importante pero lo tenemos que explotar responsablemente ante los capitales que nos pueden prestar a tasa razonable. En todo lo que es agroindustria pasa lo mismo, y en la exportación de servicios sucede algo similar; además, tenemos muy buen nivel educativo, el mismo huso horario que EE.UU. -principal mercado potencial- y el idioma que más se expande en el mundo. Y hay gerentes argentinos en multinacionales que toman decisiones.
—¿Qué porcentaje representa la exportación de servicios en el total del país?
—En este momento, un 8 a 9 %. Es todo superávit, todo ingreso de divisas; es todo exportaciones; representa 70 al 80 % del superávit comercial.
—Desde los ‘90, las provincias son responsables de educación, salud y seguridad, pero los recursos no se transfirieron. Y hoy se estima que de cada $ 10 que se recauda en la Argentina, 8 los administra Cristina.
—Sí y con una gravedad, porque además hay déficit. La concentración de recursos se agrava a medida que el gobierno nacional se financia con cosas que no comparte. Las retenciones, el impuesto al cheque, la estatización de los fondos de pensión. En su momento, todas las provincias tuvieron que aportar para que Anses tuviera recursos suficientes y hoy se financia 45 % con rentas tributarias y no con contribuciones. Pero cuando se dio vuelta, el sistema se lo quedó el gobierno nacional. Usó las reservas, emitió y no compartió. Las fuentes de financiamiento son cada vez más cortoplacistas y generan cada vez más problemas; hay provincias cada vez más pobres y una Nación que también tiene déficit y se inventa nuevas fuentes.
—Y las maneja discrecionalmente.
—Así es.
—Es peligroso en términos de República.
—Es peligroso en términos de federalismo y de la eficacia del gasto; el gobierno está cada vez más lejos de las cosas que sí hay que hacer con el gasto. Tiene $ 400 mil millones más -ajustados por inflación- respecto de 2003; son $ 40 mil pesos más por familia que deberían ser en salud, en educación, en seguridad, en infraestructura, y que no están.
—¿Dónde se fueron tantos millones?
—Principalmente a tres cosas: la ampliación del universo previsional; la segunda es lo que vos dijiste, que es el monto exacto de déficit que tiene el gobierno, que son los subsidios a empresas privadas de servicios y a las empresas públicas, concentrados en gran medida en Capital Federal...
—...eso lo padecemos en Santa Fe.
—...y el tercer punto es el Ministerio de Infraestructura. Tuvo presupuestos enormes pero ni siquiera deja una obra equivalente a El Chocón o a la Panamericana. No deja legado importante.
—Santa Fe invirtió en la Ruta 19 y todavía no recibió la compensación del puente a Santo Tomé.
—Ahí está. ¿Y cómo está el Belgrano Cargas? La plata se fue en ampliación previsional y subsidios mal dirigidos.
Deudas y deudas Consultado sobre si la Argentina debe volver a los mercados financieros internacionales, Lousteau señaló que “hacemos como un dogma del desendeudamiento, pero la deuda no es buena ni mala por sí misma. Si aumento la deuda 50 % para aumentar mi producción 1 % tengo un problema; si nos endeudamos caro para pagar déficit...”. —De todas maneras el Tesoro se endeudó hoy en pesos... ¿puede haber mañana un “pagadiós” vía Congreso a la Anses y al Banco Central? —Es cierto que se debe poco a los mercados. Con la Anses hay deuda a 30 años con los jubilados de mañana; además se usaron reservas del BCRA que “sobraban” y ahora faltan, con lo que hay deuda a tres años y ya hay que pagar. Después se hizo deuda con el cambio de la carta orgánica del Banco Central para emitir; eso se paga con inflación al año siguiente. La deuda es con el propio futuro, que me trae la factura cada vez más pronto: a 30 años, a tres, al año siguiente con inflación.
El dato Populismos y personalismos Javier González Fraga, Alfonso Prat Gay, Ángel Sciara, Eduardo Levi Yeyaty. “Tenemos muchos y mejores economistas”, aseguró Lousteau. Consultado si “hacen masa crítica” en una propuesta política (Faunen) que aún debe superar personalismos, respondió que “Unen, en Capital, y el Frente Progresista, en Santa Fe, tienen que ver con el agotamiento de ciclos de populismos y personalismos. Los demás espacios tienen proyectos biográficos, de personas; Unen es un espacio colectivo que tiene diferencias pero resalta lo grupal. Este espacio va a presentar candidatos en todas las provincias y después vamos a mostrar lo programático en economía, inseguridad y corrupción.