El Litoral
Llegó la hora de la verdad para Unión y su gente. O mejor dicho, la hora de dar el último pasito para el tan ansiado festejo. Una victoria en el partido que da comienzo a las 18.10, ante Temperley, va a significarle el automático ascenso a la A, aunque el empate y hasta la eventual derrota, dependiendo de los otros resultados, también lo dejarían a las puertas de un nuevo festejo, el séptimo.
Desde muy temprano, los hinchas tatengues se agolparon frente a las boleterías para conseguir una entrada general. En realidad, la cantidad de socios que se sumaron en las últimas semanas producto de la promoción por estos últimos tres partidos (ya pasó uno, el de la victoria ante All Boys), aumentó considerablemente el caudal societario que se había estacionado en 13.000, según lo declaró el propio presidente.
Madelón se sacó de encima la última duda en la víspera, cuando probó a fondo a Mauricio Martínez y el pibe de Santo Tomé respondió. Así, el ingreso de Marcelo Cardozo por el suspendido Emanuel Brítez es la única modificación que tendrá el equipo tatengue para el partido de esta tarde.
Todavía está el recuerdo latente de aquella noche en el sur del Gran Buenos Aires, cuando Unión enfrentó a un Temperley que ya se había transformado en sorpresa del torneo. No venía tan bien el equipo de Madelón, que se hacía fuerte de local pero no podía ganar de visitante.
Todo cambió en esta segunda rueda, donde el Tate acumula seis triunfos consecutivos y puntaje perfecto. Además, despachó a tres bravos rivales visitándolos en su casa: Atlético Tucumán, Crucero del Norte y, en menor medida, los mendocinos de Independiente Rivadavia. Pero más allá de esos seis triunfos en hilera, los más de cinco partidos sin que le conviertan goles al arco de Nereo Fernández es el detalle más significativo de este enorme repunte, que le permite avizorar un ascenso que podría motivar que la ciudad cambie por completo su fisonomía en la noche sabatina.
Pero lo primero es lo primero y hay que hacer los deberes en un 15 de Abril que estará repleto de gente, justamente en el día del cumpleaños 441 de nuestra ciudad.
“La ansiedad no nos tiene que superar. La experiencia dice que hay que estar tranquilos y ojala que se pueda dar (el ascenso). Temperley es un rival durísimo que tiene gente de experiencia y un entrenador como (Ricardo) Rezza que trabaja bien. Va a ser un partido difícil. Tenemos que presionarlos y resolverlos por nosotros mismos”, dijo Madelón en su último contacto con la prensa.
Por su parte, desde la Secretaría de Seguridad Deportiva se dispuso un amplio operativo que El Litoral dio cuenta ayer en detalle, con la presencia de 250 efectivos policiales, la posibilidad de ingresar banderas de mano pero sin colgarlas en los alambrados y restricción para 55 individuos que no pueden asistir al estadio.