Para hacer el balance de fin de año con El Litoral, el intendente eligió uno de los espacios recuperados este año para la ciudad, el Mercado Norte (y sus exquisiteces). Foto: Guillermo Di Salvatore
Asegura que así lo demostró con la gestión del riesgo hídrico y que por eso se inmiscuyó en el problema de la violencia, prohibiendo la venta de armas y municiones. Reflexionó sobre el largo conflicto del parque Alberdi y sobre la posibilidad de perder el Fondo de Obras Menores. Aún no define públicamente si buscará un segundo mandato.
Para hacer el balance de fin de año con El Litoral, el intendente eligió uno de los espacios recuperados este año para la ciudad, el Mercado Norte (y sus exquisiteces). Foto: Guillermo Di Salvatore
Lía Masjoan
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Termina un año intenso para el Ejecutivo municipal y despunta el 2015 con el enorme trajín que implicarán las elecciones tempranas. El intendente José Corral no lo confirma pero suena fuerte el run run de que intentará la reelección.
Repasar lo actuado sirve para analizar las decisiones tomadas y para poner blanco sobre negro en las políticas elegidas para llevar adelante la gestión de la ciudad.
Este año sorteó algunos obstáculos, como el largo conflicto por la obra de cocheras subterráneas en el parque Alberdi, y hay otros por los que todavía cruza los dedos -el Fondo de Obras Menores frenado en el Senado es un ejemplo-. Tomó decisiones drásticas para algunos graves problemas de la ciudad, como prohibir la venta de armas y municiones; y sumó más apoyos internacionales para dar impulso a políticas de fondo.
Una frase de cabecera guía sus pasos: “Los problemas hay que ponerlos arriba de la mesa”. Y a partir de allí, trabajar por las soluciones. “Hay que reconocer que los tenemos y animarnos a que tienen solución, que no van a llegar de un día para el otro pero no hay motivos para que nos acostumbremos a vivir con los problemas que implican sufrimiento para mucha gente”, dijo en la tradicional entrevista/balance con El Litoral.
—¿Cómo arranca el último cuarto de su gestión?
—Con la satisfacción de lo hecho, con la confianza en la ciudad de que las metas que nos proponemos las podemos alcanzar. Sigue pendiente generar más inclusión, trabajar por eso con firmeza como lo venimos haciendo con los jardines municipales, con la costanera frente a la reserva y las obras de cordón cuneta y desagües. Pero eso tiene que ir acompañado de educación, de más oportunidades y de programas de empleo porque no alcanza con los planes sociales.
La violencia, el problema
—Este año fue muy complicado en materia de violencia e inseguridad. Hace dos meses prohibió la venta de armas y municiones y envió un mensaje al Concejo para propiciar controles más estrictos ¿Cuál es el balance dos meses después?
—Es positivo porque tenemos mejores controles, incluso se clausuró una armería y el Renar cerró otras dos que no volvieron a abrir. Hoy, tenemos la certeza de que cada armería que está habilitada tiene sus stocks y sus inventarios al día hasta de la última bala y, por tanto, no es tan fácil comprar municiones en el mercado legal que después terminen en el ilegal.
—Muchos calificaron la medida como efectista ¿Cuál fue el verdadero motivo de esta decisión?
—El objetivo fue hacer un llamado fuerte de atención. A veces tomar alguna medida con las competencias que uno tiene pone en evidencia a los que tienen que tomar medidas en su ámbito y no lo hacen. Y de hecho en esos días hubo cambios en el Ministerio de Seguridad, reacciones de fiscales y policías, motivó acciones del Ministerio Público Fiscal, allanamientos, prisiones preventivas, y de la propia policía que incrementó mucho el secuestro de armas de fuego y municiones. Y fue un llamado de atención para el control de los otros arsenales que tienen que ver con el mercado ilícito.
El conflicto del año
—Si miramos hacia atrás, uno de los grandes conflictos que tuvo que afrontar este año fue el del parque Alberdi. Finalmente, las cocheras se están haciendo y la obra está avanzando. ¿Tuvo algún costo para la gestión? ¿Generó algún aprendizaje?
—Los conflictos siempre son aprendizajes y creo que éste lo fue también para la ciudad en general: para los actores vinculados al ambiente, de que hay que opinar a tiempo porque estas decisiones si se toman, se llevan adelante. Nosotros tratamos de nunca anunciar cosas que no vamos a hacer, por tanto, las decisiones que toman las áreas institucionales del gobierno, finalmente se realizan. Para el gobierno, es un aprendizaje, el de buscar nuevas formas de participación y de consulta, que ojalá encontremos para otras situaciones como ésta. Y creo que al final del proceso preservamos un patrimonio que tal vez es el más importante: el cumplimiento de las normas en la ciudad, que las instituciones funcionan y hay espacios de diálogo y de mejoramiento de las propuestas. De hecho, este proyecto se mejoró, pero todo dentro del marco de las instituciones que fueron ratificadas por la Justicia.
—Después de lo que pasó, ¿sigue en proyecto de esta gestión municipal hacer obras similares en otros espacios públicos, como en la plaza San Martín, por ejemplo?
—El proyecto de plaza San Martín está suspendido; estábamos en una instancia anterior al de plaza Alberdi porque recién estábamos elaborando el proyecto y no había llamado a licitación. Por tanto, vamos a esperar que termine la obra de plaza Alberdi y que tengamos todos una evaluación de cómo funciona para tomar estas decisiones en el futuro. No hay ningún motivo para apurarse aunque estamos convencidos de que hay que darle lugar al auto para que se estacione, para poder caminar en el microcentro y para poder retirar el automóvil de esos metros tan valiosos que son los del centro de la ciudad. Nuestras calles son tan estrechas que hay que priorizar primero al peatón, luego al transporte público, la circulación del automóvil y, por último, el estacionamiento.
—Pero hay una diferencia clave entre los dos proyectos: en plaza Alberdi los autos no necesitan ingresar al centro para estacionar en las cocheras porque vienen por las colectoras de Alem y 27 de Febrero; pero la plaza San Martín está en el corazón del microcentro.
—Es una diferencia, por tanto, una situación distinta que habrá que analizar.
El Fondo de Obras Menores, en duda
—Los senadores justicialistas parecen no estar dispuestos a aprobar el Fondo de Obras Menores para la ciudad y para Rosario ¿Cómo se va a compensar esta falta si no sale, en un presupuesto que ya tiene estos fondos estipulados?
—Estamos en tiempo suplementario -en términos futbolísticos- porque el gobernador mandó el proyecto a extraordinarias. Y ojalá que el Senado lo apruebe porque es un beneficio para los otros municipios también ya que amplía la base de cálculo. Santa Fe y Rosario merecen ser tratados como el resto de los municipios y tenemos necesidades sociales mayores por nuestros barrios con falta de infraestructura. Confío en el diálogo, estamos conversando con algunos senadores y tal vez en la vorágine legislativa no hubo tiempo suficiente para poder trabajarlo, ojalá que en estas semanas adicionales se pueda tratar.
—¿Y si no lo trata? ¿Sigue pensando en pedirle al gobernador que lo saque por decreto, como anunció por Twitter hace unas semanas?
—En caso de que el Senado no lo trate se lo vamos a pedir al Ejecutivo porque el gobernador, al mandar el mensaje, ya había decidido disponer de estos fondos y por lo tanto buscaremos los mecanismos que corresponden desde el punto de vista formal para que la provincia nos de igual estos millones. Y le vamos a recomendar a los concejales que si el Fondo de Obras Menores no sale por ley, igual lo tengan en cuenta al aprobar el presupuesto como un pedido del municipio al gobierno provincial.
—Pero algunos concejales de la oposición ya manifestaron que no están dispuestos a aprobar un presupuesto que no tiene estos fondos asegurados...
—Tienen todo el derecho del mundo a votar lo que consideren.
—¿Y no considera que fue un error incluir 70 millones de pesos en el presupuesto sin que estén asegurados?
—No, de ninguna manera porque el gobernador mostró la voluntad de la provincia de disponer de estos fondos para la ciudad, sea vía Legislativa o vía Ejecutivo, y fue aprobado por unanimidad en Diputados. El gobierno provincial tiene otras vías, como la dirección de vivienda por subsidios, u obras delegadas por el gobernador para dar esos millones.
— ¿Y el gobernador le manifestó alguna voluntad de que si no sale por ley vaya a utilizar alguna de estas vías?
— Si el gobernador lo mandó a extraordinarias es porque está confiado de que va a salir.
—Algunos concejales manifestaron que es un poco extorsivo el argumento que Ud. utilizó cuando dijo que si no se aprueba el Fondo de Obras Menores no van a poder hacer las obras prioritarias en los barrios más postergados. Y se preguntaron por qué no anula las del centro...
— A las obras las vamos a hacer igual. Lo que pasa es que si uno cuenta con esos fondos se hacen más rápido. De hecho, cuando en mayo anunciamos qué haríamos con ese dinero incluimos los accesos a los barrios. Luego conseguimos financiamiento de provincia, a través del Plan Abre, y ya iniciamos Padre Quiroga y está por arrancar el ingreso a Alto Verde. Este gobierno está haciendo la mayoría de las obras en los barrios, prácticamente no hay en el centro.
—Mientras estos fondos se hacen rogar, llegará financiamiento proveniente del exterior, del gobierno francés y de la Fundación Rockefeller. —Esto es una muy buena noticia, porque por un lado tiene la ventaja de que contaremos con esos fondos, y por otro, es un reconocimiento a la ciudad y a las cosas que venimos haciendo. Hay problemas que parecían que no tenían solución y ahora nos damos cuenta de que sí tienen, por ejemplo, se pudo mejorar ante los problemas de lluvias intensas y crecidas de río, y el hecho de que nos reconozcan afuera nos tiene que entusiasmar y animar a tomar incluso otros problemas que todavía están pendientes como la violencia.
El año electoral y una decisión: ¿peleará la reelección? L.M. [email protected] El calendario 2015 impone plazos muy ajustados en materia electoral. El 19 de abril serán las elecciones primarias y el 14 de junio las generales. La largada podría producirse a fines de enero o principios de febrero, unas semanas antes del cierre de listas previsto para el 13 de ese mes. Es muy probable que puertas adentro ya esté todo definido pero, en la previa, nadie dará en “on” una sola pista. Menos el intendente, custodio habilidoso de las palabras que elige para expresarse públicamente. —Se adelantó mucho el cronograma electoral ¿Cuándo va a definir si va a ir por la reelección? —En febrero, lo voy a conversar con mi familia y con los vecinos. En la decisión, va a pesar el diálogo con los diferentes sectores. —¿Qué opciones le ve al Frente Progresista Cívico y Social si no es Ud. candidato otra vez? —Vamos a ver. Me resulta odioso hablar de algunas personas y no de otras. Veremos en el 2015 qué hacemos en la ciudad. —Sea quien fuere el candidato del Frente, ¿con quién se ve compitiendo? —Haría mal en inmiscuirme en la interna de otro partido. —¿Y cuál es su deseo? —Sé que va a haber varias propuestas porque está el espacio del PJ tradicional, que extrañamente en Santa Fe no tiene una figura representativa del kirchnerismo; está el espacio de 100% Santafesino, que ahora es parte del Frente Renovador, y el PRO que también tiene representación en el Concejo. Ojalá que tengamos buenas propuestas con hombres y mujeres preparados. —Desde el radicalismo, ¿acompañan la precandidatura de Mario Barletta a gobernador? —Creo que más allá de los partidos, el FPCyS es una coalición que representa diferentes partidos y diferentes realidades geográficas de la provincia. Y así como es lógico que haya candidatos de Rosario tiene que haber una fuerte representación de la ciudad de Santa Fe. Y para la ciudad de Santa Fe sería bárbaro que Mario Barletta sea gobernador de la provincia porque conoce la ciudad y tiene características personales que le harían muy bien a la provincia porque tiene temperamento para tomar algunas decisiones que hacen falta. —¿Por ejemplo? —El tema de seguridad. Demostró en la ciudad vocación por el cumplimiento de la ley. Yo le conozco creatividad e inteligencia para hacer muchas de las cosas que hacen falta. —¿Y a los socialistas no? —No creo que no lo tengan pero hay que elegir al que sigue. Y en Mario, lo reconozco. Entiendo que otras personas como Miguel Lifschitz que tiene también experiencia de gestión se proponga y eso enriquece el FPCyS. —¿Tiene ganas de ser intendente cuatro años más? —Yo estoy agradecido, disfruto la actividad porque me apasiona la política y me encanta la gestión, amo la ciudad y tengo confianza de las potencialidades que tiene. Por tanto, voy a disfrutar este año que me queda de gestión, siempre agradecido a la ciudadanía que me llevó a este lugar. Para quien hace política desde los 14 años, tener la oportunidad de protagonizar durante un período los cambios en la ciudad, reconforta. Y sentir que uno deja un legado más todavía, porque hay cosas, como los jardines, que van a quedar para siempre.