Redacción de El Litoral
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Eran las 11.05 cuando un sujeto que cubría su rostro con un casco de motociclista irrumpió en la joyería y regalería E M, de Francia al 2300, en pleno centro. El recién llegado no estaba solo. Lo acompañaba otro individuo que llevaba también un casco, pero como los que se usan en la construcción.
La aparición de estos “personajes” (de entre 20 a 25 años) tomó por sorpresa al titular del negocio y su empleada, quienes no necesitaron mayores explicaciones para saber de qué se trataba el asunto.
El comerciante se encontraba en su viejo taller de relojería (ubicado en la parte posterior del local) cuando vio la figura cuasi fantasmal del delincuente.
“¡ Queremos la plata y el oro ! “, gritó el ladrón mientras apuntaba con una pistola a las víctimas. No le importó que el comerciante fuera un hombre mayor de 70 años. Bajo amenazas lo obligó a tirarse al suelo, al igual que a la empleada.
A todo esto su compinche comenzó a requisar las distintas vitrinas desde donde sustrajo gran cantidad de mercaderías (cadenas, anillos, relojes, entre otras alhajas ), además del dinero en efectivo que había en la caja.
Pero fue en esta parte donde sobrevino lo inesperado.
Una patrulla que andaba por la zona advirtió que algo anormal estaba ocurriendo en el lugar, por lo que decidieron intervenir.
La llegada de los uniformados provocó la lógica reacción de los delincuentes que entraron en pánico. Y fue en dicha circunstancia que ambos iniciaron la fuga.
Durante algunos minutos se produjeron varias corridas que sembraron el terror en la barriada. La aventura de los maleantes culminó en el patio interno de una finca vecina, donde finalmente fueron aprehendidos.
Aparte de las capturas, el personal actuante logró el secuestro de los elementos sustraídos del comercio como así también se incautó de una pistola, calibre 9 mm. que los ladrones se habían descartado.
De los rufianes se supo que uno es oriundo de barrio San Lorenzo y el otro es un presidiario que se encontraba gozando del beneficio de las salidas transitorias.
Ambos fueron remitidos a la Seccional 4ta. (interviene por jurisdicción) mientras se procura establecer si no están vinculados a otros hechos delictivos ocurridos recientemente.
En el lugar se hizo presente el fiscal regional, doctor Ricardo Fessia, quien supervisó los trabajos hasta tanto se resuelva la situación de los apresados.