Germán de los Santos
Desde 2012, no se generan plazas laborales, según la presentación de la economista Ana Navarro al precoloquio de Idea en Rosario.
Germán de los Santos
[email protected]
Corresponsalía Rosario
En el Precoloquio de Idea, que se realizó ayer en Rosario, se encendieron las luces de alarma en la Región Centro sobre el peligro de que se inicie un ciclo de destrucción de puestos de trabajo, una tendencia que podría manifestarse en el segundo semestre del año.
Desde 2012, según la documentación ofrecida por la economista de la Universidad Austral Ana Inés Navarro, la creación de puestos laborales está paralizada en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
En el precalentamiento del coloquio anual que se realizará en Mar del Plata, Navarro detalló que “en el tercer trimestre de 2014 se registró una destrucción del empleo. De golpe, se informó que se perdieron 395 mil puestos de trabajo a nivel nacional. Finalmente, el año no cerró con destrucción de empleo pero fue malo”.
La especialista desgranó los problemas que se empiezan a ver en la región con la pérdida de puestos de trabajo y la escasa creación de cargos calificados. “El empleo formal perdió el ritmo de crecimiento en 2011 y desde mediados de 2012 desapareció en la economía de esta región la creación de nuevos puestos de trabajo”, sostuvo.
La economista aportó cifras de la Región Centro que empiezan a sugerir la influencia de una mayor demanda de tecnificación. “El trabajo calificado operativo representaba en 2003 una franja del 51 % de los empleos y en 2014 ese segmento cayó al 44 %”, detalló.
“En esta región, el 35 % de los trabajadores no terminó la secundaria, algo que en países desarrollados casi no existe hoy en día”, dijo. Y resumió que “el desafío es que se genere empleo de calidad compatible con el cambio tecnológico. Será difícil insertarnos en el mundo con un nivel de capacitación a nivel de empleo tan bajo”.
Tecnología
Navarro hizo hincapié en el cambio tecnológico, una tendencia que no sólo impacta a nivel global. “Estamos surfeando en medio de un cambio tecnológico que está cambiando la forma en que producimos”, dijo. Y se preguntó: “¿Cómo afectará el empleo esta polarización laboral?”. La respuesta que dio es que cada vez más se ve con claridad que la demanda de empleo está en los “extremos”. “Calificados versus rudimentarios. Lo que tiende a decrecer es la franja del medio, porque se están quebrando las barreras tecnológicas”.
¿Shock o gradualismo?
Uno de los paneles que generó más atención fue el de los analistas Miguel Kiguel, director de Econviews, y Luis Secco, titular de Estudio Perspectiv@s Económicas.
Kiguel se metió de lleno en el contexto político y electoral al señalar que “en los equipos económicos de Daniel Scioli y de Mauricio Macri hay coincidencia en el diagnóstico, pero diferencias en cómo se deben llevar adelante las correcciones”.
Entre las coincidencias que enumeró, puso al tope de la agenda: “Eliminar el cepo cambiario, bajar la inflación, solucionar el atraso cambiario, reducir el déficit y ajustar las tarifas de los servicios públicos”. “La economía Argentina tiene algo positivo, que es el bajo nivel de endeudamiento y debe volver al mercado de capitales, con tasas internacionales que están en los niveles más bajos de la historia”, advirtió Kiguel.
Kiguel planteó que el futuro gobierno enfrentará el dilema del shock o el gradualismo. “Yo preferiría ir rápido en recomponer el tipo de cambio y eliminar el cepo, con el objetivo de destrabar la economía”, recomendó.
Secco planteó una mirada diferente. “Creo que no hay acuerdo sobre el diagnóstico de lo que hay que corregir. Y considero que el problema de la deuda es más importante de lo que se muestra”, dijo.
Puso la mira en el gasto público que crece a razón de un 42 % anual. “Al próximo gobierno le va a ser difícil realizar una corrección. Son más de 300 ítems para analizar. Con este nivel de déficit lograr una corrección no puede llevar menos de dos años con medidas del tipo de acción rápida”, sostuvo Secco y agregó: “En Argentina, nunca se pudo hacer un ajuste mayor al 1 por ciento del PBI sin crisis”.