Joaquín Fidalgo
jfidalgo@ellitoral.com
Ocurrió este viernes por la mañana. Un delincuente se tiroteó con policías y fue abatido. Buscan al resto de la banda, que huyó con un importante botín.
Joaquín Fidalgo
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Una banda de delincuentes copó esta mañana la comisaría de Bernardo de Irigoyen, localidad del departamento santafesino San Jerónimo, para luego robar en dependencias de la Comuna, el Juzgado de Paz, el Banco y el Correo.
El ataque comenzó alrededor de las 8.30 de hoy. A esa hora, la tranquilidad reinaba como todos los días en el pueblo, que tiene menos de dos mil habitantes y está ubicado 80 kilómetros al sur de nuestra ciudad. El comisario y un agente atendían en la seccional a dos personas que radicaban una denuncia, cuando irrumpieron los asaltantes fuertemente armados, a cara descubierta pero con anteojos oscuros. Al tener civiles en medio, a los uniformados no les quedó otra alternativa que entregar sus pistolas y rendirse.
Los malvivientes encerraron a todos en una de las celdas y dieron inicio a un raid de robos que comenzó en el mismo edificio, en donde funciona el Juzgado de Paz. El magistrado, que cumplía con sus funciones, fue reducido y llevado al baño.
Siempre en ese inmueble, también fue tomada la Comuna, donde el presidente mantenía una reunión con productores agropecuarios. El funcionario fue salvajemente golpeado por uno de los delincuentes con la culata de un arma de fuego y terminó desvanecido en el suelo. Afortunadamente, no resultó con lesiones de gravedad y se recuperó poco después.
Cuando terminaron en ese lugar, los asaltantes siguieron con el cajero automático del banco y finalmente con la oficina del correo.
Según trascendió, en total se llevaron casi 300 mil pesos y también 2500 dólares. Los investigadores presumen que en total eran cuatro los integrantes de la banda, uno de los cuales llevaba puesto un chaleco antibalas con la inscripción “Policía”.
Cuando concluyó su plan, la banda huyó del lugar. Minutos después, la policía comenzó a recibir múltiples pedidos de auxilio y rápidamente se cerraron las posibles vías de escape.
A la altura de Barrancas, sobre la ruta nacional 11, un Peugeot 206 eludió a gran velocidad un puesto de control y fue perseguido por un patrullero. La carrera terminó en un tiroteo y el auto que trataba de darse a la fuga chocó contra una columna de alumbrado público, volcó y quedó recostado sobre una zanja.
Allí fue detenido el conductor, que presentaba varias heridas de arma de fuego -en la cabeza, en la espalda, la ingle y el brazo izquierdo- y debió ser trasladado de urgencia hasta el Hospital Cullen de esta capital provincial. En ese centro público de salud fue intervenido quirúrgicamente pero murió unos minutos más tarde. Trascendió que sería una persona oriunda de José León Suárez, en provincia de Buenos Aires.
En el vehículo fueron halladas dos armas de fuego, una pistola calibre 9 milímetros y otra .22.
El móvil policial que lo perseguía fue alcanzado por varios disparos, pero los uniformados que iban a bordo no sufrieron herida alguna.
Es muy fuerte el operativo dispuesto por las autoridades policiales en todo el centro-sur provincial para tratar de dar con el resto de la banda.