Enrique Cruz (h)
Aclaró lo que dijo Vignatti respecto de la deuda que le dejó a la actual CD con el plantel. Y habló de todo.
Enrique Cruz (h)
No hablaron al momento de irse del club. Se despidieron con perfil bajo, casi con la misma tónica con la cual gobernaron en un momento difícil. El disparador fueron las declaraciones de Vignatti, cuando dijo que “la actual comisión directiva recibió una deuda con los jugadores de 18 millones de pesos como herencia”. Gustavo Ingaramo, papeles en mano, decidió hablar y decir lo suyo, casi a manera de rendición de cuentas de la anterior gestión.
—Una vez, en una nota en El Litoral, dijiste que el club tenía una deuda cuando asumió Lalo Vega de algo más de cien millones de pesos...
—Al asumir, la deuda de Colón era de 123.946.300 pesos. Nos llevó bastante tiempo llegar a esa cifra, porque hubo casos que debió resolver la jueza en el salvataje, como los de Derudder con aquel famoso porcentaje de pases de jugadores que adquirió, o la Afip. Aparecieron también otros casos, como la venta de Chicco a Boca y la deuda que se generó con el club del cual provino. Nos encontramos con un club con bajos ingresos, bajo caudal societario y contratos publicitarios ya cobrados. Estábamos desfinanciados. A la AFA nomás le debíamos 45.600.000 pesos y no recibimos un peso de la AFA hasta marzo de 2015, o sea quince meses sin que AFA nos dé un solo cheque. Y además, aquella catarata de cheques que se entregaron sin respaldo.
Pasamos dos años muy duros y el desgaste fue muy profundo. Nos viene bien este descanso. Nosotros nos fuimos dos años antes, pero fue algo que habíamos prometido antes de las elecciones, cuando dijimos que íbamos a proponer reformar el estatuto y achicar el mandato”
Gustavo Ingaramo
Ex dirigente de Colón
—A propósito, si AFA es uno de los principales acreedores, ¿por qué ahora le debe a Colón?
—AFA se presentó al salvataje por 27.800.000 pesos, pero a partir de ese momento nos siguió descontando hasta llegar a alrededor de 23 millones. Ellos se presentaron y desde ese momento tendrían que habernos pagado lo que nos correspondía, pero no lo hicieron y siguieron descontando. Por eso, AFA le debe a Colón 5.500.000 pesos, cifra que debería ser mayor porque no te olvides que nos fuimos a la B y pasamos a cobrar 441.000 pesos, contra los 3 millones que cobraban en ese momento los de la A. Subimos a Primera pero pasamos de 441.000 pesos a un millón y ésa fue la lucha para igualar con los 3 millones que cobraba el resto. Si no descendíamos, la deuda se achicaba aún más. Por eso lo votamos a Tinelli.
—¿Por qué?
—Porque Tinelli dijo desde el primer momento que los clubes tenían que estar igualados en sus ingresos, cosa que no pasaba en el momento del ascenso en 2014.
—¿Cómo entran a “jugar” las ventas de los jugadores?, porque ustedes transfirieron a Mugni, Meli, Graciani, Luque, Alario...
—Los primeros que acompañaron en el mal momento fueron los socios y la campaña del equipo de Osella, que anduvo muy bien y jugábamos a cancha llena. Colón tiene una gran hinchada, pero sólo el 10 o el 12 por ciento es socio. La cuota es muy baja, apenas 170 pesos, vale lo mismo que una pizza. Yo sé que muchos tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes, pero hay muchos que pueden colaborar y por eso digo que hay que hacerse socio del club. Respecto de lo que me preguntás, la venta de los jugadores no fue una opción sino una necesidad. Ni siquiera nos planteábamos si estaba bien o mal venderlos. La plata de Mugni fue para pagarle al Atlante de México. De Meli nos quedamos con un 50 por ciento, la de Graciani a Estudiantes fue una buena venta, a Luque lo vendimos al Inter de Porto Alegre en 2.400.000 dólares y lamentablemente no pudimos pagar la última cuota de 800.000 dólares porque, con ese dinero, nos íbamos del club con las cuentas operativas al día. Y en cuanto a Alario, nos sirvió para acomodar las cuentas en su momento y ahora se va a cobrar 1.200.000 dólares y al club le queda el 40 por ciento de una futura venta.
Cuando Osella decidió irse en una actitud de honestidad intelectual, no teníamos plan B. Trajimos a Merlo porque antes hubo varios que nos dijeron que no y él se mostró dispuesto. Nos dijo: ‘Voy ya mismo’. Y necesitábamos alguien que le saque la presión a los jugadores en esos cuatro partidos. Debimos haber arrancado la pretemporada con otro técnico, pero lo lógico y justo era darle la oportunidad al que nos ascendió. Fue ilógico que se fuera en la primera fecha, pero no queríamos que pasaran más partidos”
Gustavo Ingaramo
Ex dirigente de Colón
—Vignatti habló de una deuda heredada por la actual comisión de 18 millones de pesos. ¿Es así?
—Hubo un error involuntario o pienso que a José le dieron mal los números. Nosotros quedamos debiendo una parte del contrato de imagen de los jugadores del mes de octubre (el contrato de AFA lo habían cobrado en su totalidad) y los sueldos casi completos de noviembre, más los arreglos por productividad u objetivos que hicimos con algunos jugadores. De AFA le debíamos todo noviembre por 1.124.000 pesos; lo de trayectoria de octubre y noviembre era de 5.464.000 y de objetivos 450.000, o sea un total de 7.040.000 pesos. Si hubiésemos cobrado lo de Luque, dejábamos la deuda con los jugadores en cero. No quiero polemizar, esto es puramente matemático.
—¿Estás convencido de que el salvataje fue la mejor decisión que se tomó?
—Totalmente, porque ahora sabemos cuánto debemos. También quiero decir que no toda la deuda está en el salvataje, sólo la deuda vieja. Nosotros no podíamos mandar al salvataje al plantel que teníamos ni tampoco a los empleados y proveedores habituales. Pero fijáte que se depuró y llegó a algo más de 80 millones, pero mi número después de algunas deducciones, sobre todo en lo que se refiere a la deuda con la Afip, es de 76 millones de pesos. De eso, ya se han abonado casi 3 millones. A lo que hay que sumarle unos 13 millones de pesos, por eso digo que hoy la deuda de Colón, entre lo exigible y lo no exigible, está en 86 millones de pesos.
—¿Qué son esos 13 millones que mencionaste?
—La deuda corriente con los proveedores, con los actuales jugadores, todo lo operativo y algunos préstamos que quedaron pendientes, más otros temas como la rescisión con Eguren.
No tengo un mal concepto de lo que hicimos en inferiores y disiento con los que dicen que hicimos un mal trabajo. Colón tiene uno de los mejores predios del país y están dadas las condiciones para que salgan buenos jugadores”.
Gustavo Ingaramo
Ex dirigente de Colón
—¿Por qué decís que Colón es un club desfinanciado?
—Cuando entramos, el plantel era uno de los más baratos porque se nos habían ido varios jugadores y sólo nos dejaron incorporar a Videla en reemplazo de Caire, que estaba lesionado. Bonacci y Negrete, los tesoreros de la gestión, hacían malabares y la verdad es que tuvieron una labor bárbara. Los números no nos daban. Pero ahora, creo que están más cerca de que los números cierren sin déficit. Nosotros terminamos cobrando 1.500.000 pesos de TV y ahora se va a cobrar 3.800.000 pesos. Si los que conducen ahora son austeros y administran bien, más el aumento del caudal de socios, el club se puede autofinanciar. A eso hay que sumar que tenemos a Conti y a Poblete, que andan muy bien y se pueden generar buenos ingresos con sus ventas futuras.
—¿Te queda algo más?
—Sí. Y te vas a asombrar con estos números que te voy a dar. Cuando nosotros asumimos en diciembre de 2013, Colón debía, al valor del dólar oficial de esa fecha, 19.230.000 dólares. Y tomo esa referencia porque la venta de los jugadores se hace en dólares. Hoy, a valor dólar oficial, la deuda es de 6.400.000 dólares. O sea disminuimos en dos tercios la deuda en dólares y en 37.500.000 pesos si lo querés contabilizar desde esa moneda. Además, el Inter debe 800.000 dólares, River debe 1.200.000 dólares y la AFA 5.500.000 pesos. O sea que estamos hablando de una acreencia de 2.400.000 dólares que tiene esta comisión a su favor. Es decir que hablamos de una deuda de 4.000.000 de dólares, números fríos y sé que van a ser un “boom”, pero veo perfectamente viable la situación y si están pensando en levantar el salvataje es porque ven que los números son accesibles.