EPE: el Senado pide rever la "exorbitante" suba de tarifas

De la redacción de El Litoral

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La Cámara de Senadores de Santa Fe pidió al gobierno provincial que la Empresa Provincial de la Energía “aplique beneficios directos y revea el exorbitante aumento de las tarifas eléctricas”, tanto para los clientes industriales como para los usuarios residenciales (los hogares) y los comercios.

El cuerpo legislativo aprobó por unanimidad, sin debates y sobre tablas una comunicación que impulsó el senador Rubén Pirola (PJ-Las Colonias), que contó con la firma de todos los integrantes del Bloque Justicialista que tiene la mayoría en la Cámara.

Durante la última sesión, la cuestión formó parte de una extensa lista de proyectos de declaración y de comunicación. En ese marco se aprobó la posición política sobre la política tarifaria de la EPE. Los senadores del oficialismo no objetaron el contenido de la comunicación.

Para Pirola, “el aumento de la EPE ha puesto en riesgo puestos de trabajo”, según expresan los fundamentos del proyecto. El presidente provisional de la Cámara recuerda que “el Ministerio de Energía y Minería de la Nación, mediante Resolución Nº 06/2016, informó sobre el nuevo cuadro tarifario que comenzará a regir en todo el territorio nacional en el trimestre comprendido entre el 01 de febrero y el 30 de abril; como consecuencia de la presentación de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) que argumentó que ‘el precio a pagar por la demanda de energía eléctrica en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) debe ser suficiente para satisfacer el costo económico para abastecerla’”.

“El costo de la tarifa eléctrica que paga un usuario en Argentina se conforma por cuatro componentes: la generación, el transporte, la distribución y los impuestos. El valor de la generación de energía es el precio al que las empresas distribuidoras compran la energía en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que es lo que aumentó; mientras que el valor de transporte tiene un valor casi simbólico de {cuerpo}.007 Kwh”, sostiene el senador.

Y agrega: “en cuanto a la distribución, o Valor Agregado de Distribución (VAD), cambia de manera significativa entre jurisdicciones porque es determinado por cada autoridad provincial, como ocurre con los impuestos locales. La EPE incrementó en más de 10 oportunidades sus tarifas desde 2008, pese a que compraba energía barata subsidiada por el gobierno nacional, nos la vendía cada vez más cara a los santafesinos, ya que no trasladaba el subsidio por distribución a los usuarios de Santa Fe, quienes tuvieron que pagar tarifas sistemáticamente incrementadas desde dicha fecha”.

El aumento de las tarifas “permitieron a la EPE un importante crecimiento de los recursos por explotación del servicio en estos 8 años, lo que fue aprovechado por el gobierno provincial para disminuir paulatinamente la transferencia de los aportes del tesoro provincial para el financiamiento de las inversiones y funcionamiento de las empresa, en claro desmedro de la calidad del servicio”.

El impacto de la suba “afectará a miles de empresas que no podrán hacer frente a las subas que, en algunos casos, superan el 350 %. Las pequeñas y medianas industrias santafesinas, en general principales consumidores de energía eléctrica, son a su vez los principales creadores de riquezas y empleo directo o indirecto en la mayoría de las localidades de la región. Se han triplicado o cuadruplicado los costos energéticos”.

Ante ello, “el gobierno provincial, que se quedó durante años con los subsidios nacionales de distribución de energía sin trasladarla a los usuarios, debe hacer un esfuerzo que contribuya a atenuar el fuerte impacto que los permanentes incrementos de las tarifas eléctricas está causando en el bolsillo de los santafesinos y en la economía provincial”, dice Pirola.

El 35% de los hogares, con subsidio estatal La Empresa Provincial de la Energía estima que de cada 10 clientes residenciales, aproximadamente 3,5 contarán con subsidios en sus boletas bimestrales. El cálculo involucra tanto a aquellas familias que ya contaban con alguna de las tarifas sociales que desde hace años ofrece la empresa santafesina, como a los hogares que por la aplicación de los nuevos subsidios pagará el gobierno nacional a los sectores más pobres. En total habrá 347 mil usuarios residenciales de la Epe alcanzados por alguno de los subsidios, tanto provinciales como nacionales. Como el número total de esos usuarios es de un millón de cuentas, aproximadamente el 35% de los hogares santafesinos contará con esa ayuda estatal. Los clientes residenciales que gozan de esos beneficios se dividen en tres grupos: 1) las 88 mil familias que tienen desde hace años una tarifa social provincial por su situación económica (que se mantiene); 2) por otra parte, también se sostiene la tarifa subsidiada por la Epe para los jubilados que cobran la mínima y suman 126; y 3) ahora se suman otros 133 mil usuarios que hasta aquí pagaban la tarifa plana pero ahora contarán con una tarifa social abonada por el Estado Nacional. Junto al aumento del precio de la energía mayorista dispuesto por el gobierno nacional, la administración central creó un nuevo subsidio que (a diferencia de la situación anterior) sólo podrá beneficiar a las familias que son clientes regulares de alguna distribuidora eléctrica y reúnen una serie de condiciones. Los criterios de acceso al nuevo régimen de subsidios de la Nación están definidos en el anexo 1 de la Resolución Nº 7/2016 de la Secretaría de Energía de la Nación. Allí se establece que pueden ser beneficiarios jubilados o pensionados que cobren hasta dos veces el haber mínimo de Anses (8.598,12 pesos desde marzo); trabajadores en relación de dependencia que cobren en bruto menos dos veces el Salario Mínimo Vital y Móvil (12.120 pesos en bruto); beneficiarios de programas sociales; monotributistas sociales; discapacitados con certificado; y desempleados con seguro de desempleo. Esto significa que pagarán una energía mayorista más barata, es decir, mantendrán el subsidio nacional. Ese reconocimiento será retroactivo al 1ro. de febrero pasado, cuando la Nación quitó parcialmente los subsidios a la energía y actualizó en hasta 500 por ciento el costo del megavatio.